Un ejecutivo canadiense del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB) renunció el 14 de junio mientras acusaba al régimen comunista chino de manipular al AIIB y crear una cultura tóxica.
Los expertos señalaron que el incidente ha revelado nuevamente la infiltración del gobernante Partido Comunista Chino (PCCh) en las organizaciones financieras internacionales, lo que debería servir como otra advertencia para el mundo libre.
El AIIB con sede en Beijing, establecido por el PCCh, comenzó a operar en 2016 para financiar ferrocarriles y otras infraestructuras en países asiáticos. El liderazgo del banco afirma que no tiene inclinaciones políticas y que no está influenciado por disputas políticas.
Sin embargo, el canadiense Bob Pickard, director de comunicaciones globales del AIIB, publicó en Twitter el 14 de junio que había renunciado, revelando que el AIIB ha estado dominado por miembros del PCCh.
“El [PCCh] dirige el conjunto, pero eso no es transparente. Solo después de trabajar allí durante muchos meses me di cuenta de que ahí es donde se concentra el verdadero poder dentro del banco: La multitud del PCCh que opera como una policía secreta”, escribió Pickard.
“Los hackers del Partido Comunista tienen las cartas en el Banco. Tratan a algunos miembros de la junta como idiotas útiles”, dijo en otra publicación. “Creo que mi Gobierno no debería ser miembro de este instrumento de la RPC. La realidad del poder en el banco es que es el PCCh de principio a fin”.
Horas más tarde, el gobierno canadiense dijo que investigaría las acusaciones y congelaría los lazos con el AIIB.
Exportando la cultura e ideología del PCCh
Song Guocheng, investigador del Centro de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional Chengchi en Taiwán, le dijo a The Epoch Times el 15 de junio que el AIIB es un banco financiero internacional utilizado por el PCCh para apoyar su Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), que tiene como objetivo extender la influencia del PCCh en otros países a través de inversiones en infraestructura.
La renuncia y la revelación de Pickard reflejan que los líderes en los sistemas democráticos de gobierno no tienen forma de trabajar de manera compatible con la burocracia, la corrupción y los objetivos egoístas del PCCh.
“No hay forma de que él continúe en connivencia con ellos [el PCCh], y la renuncia es una elección moral”, dijo Song en respuesta a la renuncia de Pickard.
Song cree que este no es un incidente aislado, ya que el PCCh ha estado recibiendo rechazos continuos a sus esfuerzos por difundir su cultura e ideología de inspiración marxista en todo el mundo.
Masao Sun, profesor asociado del Departamento de Asuntos Internacionales y Emprendimiento de la Universidad de Nanhua en Taiwán, le dijo a The Epoch Times el 15 de junio que la situación revelada por el ejecutivo canadiense confirmó las dudas de los críticos del PCCh con respecto a algunas organizaciones internacionales dirigidas por el partido gobernante de China. Pero también reveló hasta dónde llega el PCCh por el poder y la influencia en el escenario mundial.
“Nuestra suposición original era que AIIB serviría a los propios intereses nacionales de China, o principalmente serviría al BRI. No pensamos que el PCCh impondría la voluntad del Partido dentro de una organización internacional, lo cual es inaudito”, dijo Song.
Huang Shicong, un experto financiero taiwanés, le dijo a The Epoch Times el 15 de junio que el mundo exterior conoce el propósito del establecimiento del AIIB, pero no hay forma de conocer sus operaciones internas.
Esta vez, el ejecutivo canadiense reveló públicamente la situación interna, confirmando las dudas originales del mundo exterior.
“Es que el PCCh tiene motivos ocultos en estas organizaciones, y el PCCh en realidad las está liderando”, dijo Huang.
Influir en otros países y organizaciones
Sun dijo que el AIIB afirma que su propósito es ayudar a los países en desarrollo a financiar el desarrollo de su infraestructura.
“Esto causará otro problema, es decir: Cuando presta dinero a los países en desarrollo, ¿estos países también se verán influenciados por la cultura tóxica del PCCh dentro del AIIB?”
Sun añadió: «A partir de este incidente, se puede inferir que el BRI promovido por el PCCh en todo el mundo puede exportar no sólo la crisis de la deuda que hemos visto, sino también la cultura del PCCh: La cultura de no adherirse al orden internacional, sino a las reglas definidas por el PCCh”.
Sun advirtió que Estados Unidos y el mundo libre deben pensar más detenidamente sobre lo que está haciendo el PCCh y encontrar una forma integral de hacerle frente.
Las acusaciones de Pickard fueron negadas por el AIIB. La embajada china en Canadá calificó los comentarios como mentiras.
Por temor a las represalias del PCCh después de su publicación, Pickard huyó inmediatamente de China continental a Japón. Publicó una foto de Tokio en Twitter, diciendo: «Muy feliz de estar de vuelta en el mundo libre».
Huang dijo que este incidente puede conducir a la partida de más empleados internacionales de otras organizaciones semioficiales que cooperan con China.
“Los extranjeros que trabajan en China o en organizaciones chinas deben tener mucho cuidado en el futuro”, dijo.
Sun cree que, en el futuro, los ejecutivos occidentales que se unan al AIIB pueden ser investigados por el PCCh.
“Los bancos de desarrollo BRICS en los que participa o lidera el PCCh pueden tener situaciones similares”, agregó.
Ning Haizhong y Luo Ya contribuyeron a este artículo.
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