Una exfuncionaria de la administración Obama aseguró la libertad bajo fianza de una abogada acusada de incendiar una patrulla de policía durante los disturbios de George Floyd en la ciudad de Nueva York, según una transcripción judicial y múltiples informes.
Según el Washington Free Beacon y Fox News, la abogada de Washington Salmah Rizvi, que trabajó tanto en el Departamento de Estado como en el de Defensa durante el mandato del expresidente Barack Obama, ayudó a pagar la fianza de su colega Urooj Rahman, a quien los fiscales acusaron de «lanzar un cóctel molotov a un vehículo desocupado de la policía de Nueva York».
Una transcripción del tribunal (pdf) de la audiencia de Rahman del lunes indicó que Rizvi accedió a firmar una fianza, diciéndole al juez: «Urooj Rahman es mi mejor amiga y soy socia del bufete Ropes & Gray en Washington, D.C. Gano 255,000 dólares al año».
El juez le dijo a los acusados que si Rizvi firma la fianza «y no hace todo lo que se supone que debe hacer y no se presenta cuando se supone que lo debe hacer, serán responsables solidariamente ante el Gobierno de Estados Unidos por un cuarto de millón de dólares».
Añadió que si Rahman no se presenta a su audiencia, podría ser acusada de saltarse la fianza, lo que conlleva una sentencia de prisión obligatoria.
Los fiscales del Distrito Este de Nueva York dijeron en un comunicado el domingo que una cámara de vigilancia de la policía de Nueva York captó a Rahman lanzando un cóctel molotov a un auto de la policía aparcado en Brooklyn, Nueva York, antes de escapar en una minivan.
La policía salió en su persecución y arrestó a Rahman, junto con Colinford Mattis, también abogado, que conducía el vehículo de escape. En el interior de la minivan, la policía encontró varios elementos base utilizados para fabricar cócteles molotov, entre ellos un encendedor, una botella llena de papel higiénico y un líquido que se sospecha que es gasolina.
Rahman y Mattis, ambos abogados de gran formación, fueron acusados de causar daños por fuego y explosivos a un vehículo de la policía, y se podrían enfrentar cada uno a 20 años entre rejas.
Un memorando de detención mencionado por el New York Post hace mención de los prestigiosos antecedentes educativos de ambos acusados, diciendo: «Sabían que sus actos ponían en peligro a los agentes de la policía de Nueva York y a los manifestantes en la calle, así como su propio futuro, y los acusados no se dejaron intimidar».
«Estos demandados están acusados de atacar al Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York mientras sus policías arriesgan sus vidas para proteger los derechos constitucionales de los manifestantes y la seguridad de todos nosotros», declaró el fiscal Richard Donoghue. «Ningún ser humano racional puede creer que el lanzamiento de bombas incendiarias a los agentes de policía y los vehículos sea justificado».
«Las consecuencias de llevar a cabo este supuesto ataque, y cualquier actividad similar planeada para el futuro, serán severas», declaró el Director Adjunto del FBI William Sweeney.
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