Los gobiernos de Canadá y Estados Unidos están imponiendo nuevos requisitos de vacunación contra el COVID-19 a los camioneros, una decisión que, según los analistas, solo puede aumentar los costes, ralentizar el tráfico fronterizo y obstaculizar las cadenas de suministro.
Barry Prentice, profesor de gestión de la cadena de suministro en la Universidad de Manitoba, cree que el gobierno no ha evaluado adecuadamente los riesgos y beneficios.
«Realmente no sé por qué están haciendo esto. Tal vez sea la noción de desigualdad entre los modos de transporte, porque obligaron a las aerolíneas y a los ferrocarriles a asegurarse de que todo su personal estaba vacunado, y creen que tienen que hacer lo mismo con los camiones. Pero es un error», dijo Prentice en una entrevista.
«Si solo estás en tu cabina, no tiene mucho sentido».
A partir del 15 de enero, los camioneros extranjeros solo podrán entrar en Canadá si están totalmente vacunados, según anunció el 19 de noviembre la Agencia de Salud Pública de Canadá.
La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés) de EE. UU. anunció el 23 de noviembre que se imponían requisitos similares, a partir del 22 de enero, a los camioneros no estadounidenses que cruzan a Estados Unidos.
Prentice afirma que su reciente análisis de los precios publicados sugiere que la medida representa un recargo de 500 dólares en las mercancías transportadas en vehículos con furgón o de plataforma a través de la frontera estadounidense frente a las mercancías enviadas a la misma distancia dentro de Canadá. Predice que los precios de los productos aumentarán.
«Por lo menos, va a hacer que las tarifas suban, y va a hacer que la cantidad de mercancías que entren disminuya. Es un pronóstico bastante fácil», dijo Prentice.
«Lo que parece que la gente del gobierno no entiende es que sin el transporte por carretera todos pasaríamos bastante hambre. Dependemos de ellos. Son tan importantes para la economía y nuestra salud como las enfermeras».
Un «fino equilibrio»
Ron Foxcroft, presidente y director ejecutivo de Fluke Transportation Group, en Hamilton, cree que la política obstaculizará las cadenas de suministro más que cualquier virus. Su empresa, especializada en el transporte, el almacenamiento y la distribución, cuenta con 125 camiones y 500 remolques que realizan envíos a tiendas de comestibles, grandes almacenes y farmacias. El galardonado con la Orden de Canadá también fundó Fox 40 International Inc., que envía productos deportivos y marinos a ligas deportivas, militares y policías de 140 países.
«Tenemos dos empleados que no están vacunados. Y Dios los bendiga y yo los respeto. Y no voy a intentar hacerles cambiar de opinión o discutir con ellos», dijo Foxcroft a The Epoch Times, añadiendo que él se ha aplicado tres dosis de las vacuna.
«Nuestros camioneros están en su camión. Viven en su camión. Trabajan en su camión. Su oficina está en su camión y llevan una mascarilla. No son propagadores de COVID. Somos la industria que menos COVID esparce en este planeta».
No obstante, Foxcroft predice un tránsito más lento a medida que los funcionarios verifican la legitimidad de los pasaportes de las vacunas en la frontera, lo que no hace sino aumentar las molestias de los últimos años.
«Desde que empezó la pandemia, nuestros costes en el transporte por carretera se han disparado. Ya son conscientes de los costes de combustible. Pero todo el equipo que necesitamos para operar según las normas, los desinfectantes para las manos, las mascarillas Fox 40 de triple capa, etc., el distanciamiento físico, cuesta más dinero operar», dijo Foxcroft.
«No creo que hayan sopesado el fino equilibrio entre mantener la seguridad de Norteamérica y alimentar a Norteamérica. Ahora, lo que esta ley va a hacer [es] que los precios de los servicios esenciales, incluidos los comestibles, se disparen».
Foxcroft espera que el gobierno recapacite y ofrezca una prórroga, aunque sea temporal.
«Me resisto a echar pestes del gobierno, pero diré esto: Tienes dos orejas y una boca. Utilizalos proporcionadamente, gobierno», dijo Foxcroft.
«Den a nuestra industria del transporte por carretera en ambos lados de la frontera una exención de seis meses de esta ley para que podamos hacer cambios, alteraciones, dirección estratégica, contratación, estrategias de reclutamiento y retención».
«La industria no está preparada»
La Alianza Canadiense de Camioneros (CTA) publicó el 11 de enero datos de Trucking HR Canada y de Statistics Canada que mostraban una tasa de vacantes del 8% en el tercer trimestre de 2021, la segunda tasa de vacantes más alta del país, solo por detrás del sector de los servicios de alojamiento y alimentación. La tasa actual de vacantes en el sector de los camiones, 22,990 puestos de trabajo, es un máximo histórico, y la CTA estima que entre 12,000 y 16,000 camioneros podrían abandonar el sector debido a la orden de la vacuna.
El canadiense Jim Leis es propietario-operador de su propio camión frigorífico, pero alquila sus servicios a una empresa de Toronto a tiempo completo. También se opone a la política, pero no está seguro de cómo será el efecto a corto plazo.
«Prácticamente todos los conductores que conozco viajan menos, trabajan menos, de lo que hacían antes del COVID. Hay mucha inactividad en el sector, simplemente. Y la cadena de suministro ya se ha arruinado, así que si algunos conductores deciden no ir más a Estados Unidos, no estoy seguro de la importancia que pueda tener», dijo Leis.
La Corte Suprema de Estados Unidos falló en contra de la orden del gobierno del presidente Joe Biden de que las empresas estadounidenses con 100 o más empleados exijan a sus trabajadores que se vacunen o se sometan a pruebas semanales. Además, la OSHA estadounidense dijo que la orden de vacunación no se aplicaría a los camioneros que trabajan solos y a otros empleados «que no se presentan en un lugar de trabajo donde haya otras personas, como compañeros de trabajo o clientes».
No obstante, la orden sigue aplicándose a los conductores que trabajan en equipo y, al tratarse de una restricción fronteriza, no se ve afectada por la sentencia de la Corte Suprema, según The Wall Street Journal. Por tanto, el nuevo requisito de entrada se mantiene para ambos países, algo que Leis, que se ha aplicado las dos dosis primarias de la vacuna, califica de «tontería».
«Una vez que sales de las grandes ciudades, todo el mundo lo ignora allí. … El estado de Nueva York está supuestamente cerrado. Si entro en un receptor o en una parada de camiones o en algún lugar del estado de Nueva York, no llevo mascarilla. No lo hago. Casi nadie lo hace.
«Así que en otras palabras, el mundo es diferente … pero en Ontario, todo el mundo está asustado por ello aquí».
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