El exjefe de la Policía de Miami (Florida) Art Acevedo, despedido en octubre pasado por una junta de comisionados (concejales) por supuesta «pérdida de la confianza» de su departamento, demandó a la ciudad por considerar que era víctima de una «represalia».
En su demanda, presentada este miércoles en un tribunal federal, Acevedo, un cubanoestadounidense de 57 años, afirma que al ser despedido se violaron sus derechos de la Primera Enmienda y se tomaron represalias contra él después de que supuestamente descubrió irregularidades en el ayuntamiento.
El recurso legal, además de ir contra la ciudad de Miami, lo hace también contra el administrador municipal Art Noriega y los concejales Joe Carollo, Alex Díaz de la Portilla y Manolo Reyes, según señala la demanda.
Acevedo, que también estuvo a cargo de la Policía de Houston (Texas), fue suspendido a los seis meses tan solo de asumir el mismo puesto en Miami, después de haber denunciado corrupción y la existencia de una «mafia cubana» en la ciudad.
En su demanda, Acevedo afirma que la ciudad, el administrador y los tres comisionados antes mencionados infringieron sus derechos de la Primera Enmienda y tomaron represalias en su contra por haber denunciado lo que describe como un «tóxico caldo de cultivo de corrupción e irregularidades en el Ayuntamiento», de acuerdo con El Nuevo Herald.
También afirma que su despido fue una represalia por tratar de mantener su independencia como jefe de Policía.
La denuncia detalla varios ejemplos de «supuestas actividades ilegales y poco éticas de los comisionados», entre ellas la «interferencia en una investigación interna de la Policía a un popular sargento de armas que era miembro del equipo de seguridad del alcalde Francis Suárez».
La demanda también afirma que el exjefe de la Policía de Miami descubrió que agentes de ese cuerpo del orden incurrían en un «patrón de uso excesivo de la fuerza» y que sus mandos lo habían encubierto.
En octubre pasado, los concejales de Miami votaron a favor de investigar a Acevedo, tras haber dicho en público que la ciudad «está dirigida por la mafia cubana» y haber pedido a la justicia federal que investigara a Carollo, Reyes y Díaz de la Portilla.
Acevedo los acusó de «interferencia» en una investigación policial y sembró así la duda sobre hechos de corrupción.
Su referencia a la «mafia cubana» fue muy criticada y Acevedo se disculpó, pese a que dijo que había sido una broma.
El caso está siendo investigado por la Fiscalía del condado de Broward, luego de que la fiscal estatal de Miami-Dade, Katherine Fernandez Rundle, se apartó de una investigación sobre las denuncias de corrupción de Acevedo contra funcionarios electos de Miami.
De acuerdo con el Herald, Fernández Rundle solicitó que el caso fuera entregado a otro fiscal estatal debido a que un testigo es hermano del abogado principal de su oficina y pudieran existir «conflictos de intereses».
Según el propio medio, el gobernador estatal, Ron DeSantis, entregó en diciembre pasado la «asignación ejecutiva» al fiscal estatal de Broward, Harold Pryor.
Recientemente, Acevedo se unió a la cadena de televisión CNN como analista de aplicación de la ley.
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