La fiscalía del distrito neoyorquino de Brooklyn anunció este viernes que va a pedir la exoneración de tres hombres que, cuando eran adolescentes, fueron condenados a 25 años de cárcel por un sonado asesinato registrado en 1995 en el metro de Nueva York.
Dos de ellos, James Irons y Thomas Malik, continúan hoy en prisión, mientras que el tercero, Vincent Ellerbe, salió en libertad condicional en 2020.
Sin embargo, según la fiscalía, tras revisar de forma exhaustiva el caso, se ha llegado a la conclusión de que las condenas se basaron en confesiones falsas que pudieron ser forzadas por la Policía.
La nueva investigación tuvo lugar después de que saliesen a la luz numerosas irregularidades cometidas durante años por un importante detective, Louis Scarcella, que han llevado ya a la anulación de varias condenas en importantes casos penales.
En este, los sospechosos fueron condenados principalmente en base a las confesiones que supuestamente hicieron ante Scarcella y un compañero, que habrían presionado a los jóvenes para que admitiesen el crimen a pesar de que había pruebas y hechos que no se sostenían.
«Más de 25 años después, tras una reinvestigación del caso, la oficina del fiscal del distrito no puede defender las condenas. Entre las muchas razones están las problemáticas circunstancias de las identificaciones, el sinfín de contradicciones factuales entre las confesiones y las pruebas recuperadas en el lugar de los hechos y las contradicciones materiales entre las propias confesiones», señaló la fiscalía en un comunicado.
El asesinato de Harry Kaufman conmocionó en 1995 a Nueva York, que comenzaba entonces a ver el final de la dura epidemia de violencia que había marcado los años anteriores.
Kaufman, un empleado del metro de la ciudad, se encontraba en una garita de venta de billetes cuando alguien echó gasolina dentro y le prendió fuego con cerillas, lo que hizo que el habitáculo explotara.
La víctima falleció días después como resultado de las heridas y los tres adolescentes, que tenían entre 17 y 18 años, fueron identificados por la Policía como los supuestos responsables y confesaron el crimen.
La fiscalía, sin embargo, considera que en las confesiones aparecen detalles falsos o que se contradicen con pruebas materiales y que todo el proceso estuvo plagado de irregularidades que hacen imposible mantener el veredicto al que llegó el jurado.
La petición de la fiscalía para exonerar a los tres hombres debe ser aprobada por un juez, que hoy mismo tenía previsto escuchar los argumentos presentados por los fiscales y que se espera que dé luz verde a la decisión.
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