Conforme han surgido noticias de que las empresas chinas vinculadas al ejército recopilan ADN estadounidense, estas empresas ahora son capaces de crear réplicas digitales de los estadounidenses, según John Mills, exdirector de política, estrategia y asuntos internacionales de ciberseguridad en el Departamento de Defensa.
«Son capaces de crear estos complejos modelos de cada uno de nosotros. Están haciendo gemelos digitales de nosotros», dijo Mills al programa «China in Focus» de NTD News, medio afiliado a The Epoch Times.
Gemelos digitales
Se refirió al Grupo BGI, antes Instituto de Genómica de Beijing, que es el líder del proyecto genómico del PCCh, así como uno de los principales productores de pruebas de COVID-19.
En 2017, el líder de la compañía se jactó de haber alcanzado un nivel industrial de éxito al progresar a través de la reforma genética y la edición de genes, llegando a sintetizar genes y producir en masa múltiples virus, bacterias y grandes levaduras.
“Pueden hacer todo tipo de cosas nefastas sin restricciones ni pérdidas. Tienen nuestros datos». Esos datos podrían usarse para adaptar un virus de repetición para atacar a ciertas etnias que no son Han, advirtió Mills.
Mills se refirió a la política de fusión militar-civil de Beijing, calificando a las empresas chinas como “extensiones de la seguridad estatal, inteligencia estatal”.
Eso incluye todas las empresas chinas y a todas las empresas constituidas en China, aunque sean de origen estadounidense, subrayó. «Son los ojos, los oídos y los recolectores».
Eso significa que cuando los estadounidenses brindan información a estas empresas, sus datos van esencialmente a la inteligencia china, dijo Mills.
«Así que saben de cada uno de nosotros… Yo supondría que tengo un archivo en China», agregó.
BGI apunta a los investigadores estadounidenses
Mills planteó otras preocupaciones sobre el historial del grupo BGI de apuntar a distinguidos investigadores estadounidenses.
«Tienen un largo historial de dirigirse a algunos de nuestros mejores investigadores… hay un registro comprobado que casi de inmediato se convierte en preocupaciones de seguridad nacional con China», señaló.
El experto en ciberseguridad señaló los programas de reclutamiento chinos como el “plan de los mil talentos”, supuestamente para atraer a académicos extranjeros a trabajar en China, un proceso que facilita la transferencia de tecnología y conocimientos al régimen.
«China estaba utilizando dinero para comprar esencialmente a profesores y académicos. De modo que tienen un programa muy activo para ir tras nuestra propiedad intelectual y, esencialmente, para cooptar a algunos de nuestros principales investigadores», dijo.
Mills aludió a la cancelación por parte de la administración Biden de la «Iniciativa China» lanzada por la administración Trump en 2018 para combatir el espionaje y el robo de secretos comerciales patrocinado por el estado chino, calificando a la medida como “ridícula y tonta”.
«Va a [tomar] muchos años para que (…) el PCCh demuestre que se puede confiar en ellos en estos círculos porque ahora mismo, toda la evidencia se inclina en su contra», dijo.
Estadounidenses, protejan sus registros médicos
En su opinión, los estadounidenses, especialmente los relacionados con el sector gubernamental, no deberían hacerse pruebas de ADN. Además, recomendó a los estadounidenses que protejan bien sus historiales médicos.
«Tengan en cuenta que todo lo que hagan digitalmente… está siendo absorbido», advirtió.
Mills instó al gobierno de EE. UU. a incluir en la lista negra a entidades chinas como BGI Group y prohibirles operar en Estados Unidos, citando el riesgo de seguridad nacional.
“Creo que es muy imprudente dejarlos entrar porque es como una guerra biológica”, dijo.
«Tenemos que estar muy, muy preocupados», porque los datos recogidos por las pruebas de ADN son información clave para la guerra biológica, agregó Mills. «Tenemos que verlo como una amenaza».
«Esto los está alimentando. Lo ven como el punto estratégico y de dominio del enfrentamiento con Occidente, principalmente con Estados Unidos», dijo.
Con información de Antonio Graceffo y Jennifer Bateman.
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