Funcionarios chinos reiteran el compromiso para la llamada reunificación nacional de Taiwán, una isla democrática que Beijing reclama como propia, en medio de crecientes tensiones en el Estrecho de Taiwán.
El 16 de abril, el viceministro de Asuntos Exteriores chino, Le Yucheng, declaró a The Associated Press que «la reunificación nacional de China es un proceso y una tendencia histórica imparable».
Cuando se le preguntó si la parte china tiene un calendario para poner a Taiwán bajo el dominio de Beijing, el viceministro no respondió directamente, pero enfatizó: «Este es un proceso histórico».
El experto militar del Partido Comunista Chino (PCCh), Wang Yunfei, ofreció su interpretación de la declaración de Le en una entrevista con Wenweipo.com, que está bajo el control de la Oficina de Enlace del Gobierno Popular Central en Hong Kong.
Wang es considerado un investigador de un instituto de política de defensa nacional. Sin embargo, la información tanto sobre él como sobre el organismo es inaccesible en Internet.
Wang explicó que Le sugirió que China tiene un calendario, lo que significa que la unificación puede llegar tan pronto como mañana, o en 2050 a más tardar.
«Eso no puede posponerse indefinidamente», subrayó Wang.
Según él, el proceso histórico de reunificación a través del estrecho está en manos de China. Se acercará mientras Taiwán toque alguna de las llamadas «tres líneas rojas» establecidas en la Ley Anti Secesión de China, aprobada en marzo de 2005.
Dichas líneas rojas se recogen en el artículo 8 de la ley, entre las que se incluyen la secesión de Taiwán de China bajo cualquier nombre o por cualquier medio; la ocurrencia de incidentes graves que impliquen la secesión; o la pérdida de posibilidades de reunificación pacífica.
La ley anti secesión da a la China comunista la base legal para actuar militarmente contra Taiwán si se secesiona o parece estar a punto de hacerlo, convirtiendo el estrecho de Taiwán en un potencial punto de conflicto militar.
Durante la entrevista, Wang también advirtió que no existe una vía para la independencia pacífica, gradual o de derecho para Taiwán.
De hecho, China nunca renunció al uso de la fuerza para someter a Taiwán. El régimen del PCCh intensificó su esfuerzo en el envío de aviones militares para entrar en la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ) de Taiwán, sobre todo después de que la presidenta Tsai Ing-Wen ganó la reelección por una gran mayoría en enero de 2020.
En respuesta a las crecientes amenazas del régimen del PCCh, la administración de Tsai mostró su determinación de enfrentarse a China al tiempo que busca estrechar lazos con Estados Unidos, Japón y otras democracias.
El 16 de abril, una declaración conjunta tras una cumbre entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y el primer ministro japonés, Yoshihide Suga, mencionó la «importancia de la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán», la primera referencia a Taiwán en una declaración de este tipo por parte de los líderes de ambos países desde 1969.
El último movimiento de Estados Unidos fue la aprobación de la Ley de Competencia Estratégica de 2021, del 21 de abril, que pretende garantizar que Estados Unidos sea capaz de hacer frente a los desafíos de China comunista. La ley propone la venta regular de armas a Taiwán, para fortalecer las capacidades de defensa de Taiwán, para fomentar y promover el desarrollo de las capacidades de combate asimétrico de Taiwán, señalando que las medidas pertinentes ayudarán a evitar que el ejército chino proyecte el poder militar a las áreas más allá de la Primera Cadena de Islas.
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