Los expertos trabajan contrarreloj en Toulouse, Francia, para copiar y recrear las pinturas prehistóricas de la cueva de Cosquer, que están siendo consumidas por el aumento del nivel del mar.
El sistema de cuevas del suroeste de Francia, al que se accede a través de un túnel sumergido, alberga más de 500 muestras de arte prehistórico que datan de hace entre 33,000 y 19,000 años, cuando la línea de costa era unos 120 metros más baja que la actual. La entrada de la cueva se sumergió después de la Edad de Hielo.
Los especialistas están trabajando para crear una réplica de las cuevas, cuyas paredes están adornadas con representaciones de la vida marina, como focas, medusas y alcas, y de otras especies que vagaban por el continente, como bisontes, íbices y caballos.
También hay docenas de plantillas a mano en pigmento rojo y negro, grabados y, curiosamente, patrones geométricos, cuyo simbolismo se ha perdido con el paso del tiempo.
Solo una quinta parte del sistema de cuevas, que abarca una superficie de unos 2500 metros cuadrados, permanece sobre el nivel del mar. El aumento del nivel del mar con el deshielo de la Edad de Hielo y el posterior calentamiento global hicieron que gran parte de las obras de arte de la cueva se fueran destruyendo gradualmente.
La cueva fue descubierta por el submarinista Henri Cosquer, que la visitó varias veces entre 1985 y 1991 subiendo por el túnel de 175 metros, cuya entrada está a 36 metros bajo el mar.
Las autoridades de Provenza-Alpes-Costa Azul emprendieron una iniciativa en colaboración con la sociedad Kléber Rossillon para construir una réplica de la cueva y sus pinturas, que permitiría al público en general maravillarse con sus tesoros, ya que la cueva está cerrada debido al difícil acceso.
Déco Diffusion, especialistas en arte con sede en la ciudad de Toulouse, se ha encargado de realizar las réplicas de las pinturas utilizando referencias fotográficas y tecnología 3D.
Gilles Tosello, uno de los responsables del taller, se encarga de las plantillas con carboncillo y ocre de Rosellón, mientras sus compañeros se ocupan de otros detalles.
La especialista en plásticos Lorena Acin está recreando la textura de las paredes de la cueva, que se duplican con moldes de resina.
«El reto es trabajar de la forma más exacta posible, para que la gente realmente sienta que está dentro de la cueva», dijo. «Y con el mayor respeto por aquellas maravillosas personas que hicieron el trabajo entre 30,000 y 20,000 años atrás».
Se espera que la inauguración de la réplica de la cueva se realice en 2022 en la Villa Mediterránea, el centro internacional de exposiciones.
Con información de EFE.
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