La explosión de una bomba incendiaria que manipulaban un grupo de alumnos en una escuela media pública chilena dejó un saldo de al menos 35 personas heridas, 5 de ellas en «extrema gravedad» debido a quemaduras en su cuerpo.
Un grupo de estudiantes de entre 15 y 18 años del liceo público Internado Nacional Barros Arana (INBA) en la zona centro de Santiago de Chile, la capital, preparaban «artefactos incendiarios» en unos baños este miércoles 23 de octubre, informó el coronel de la policía de Carabineros, Fernando Albornoz a los medios de comunicación, este jueves.
«Por circunstancias que se desconocen, se produce una explosión de estos artefactos, provocando quemaduras diversas en gran cantidad de alumnos que se mantenían al interior de la sala de baños», agregó Albornoz.
Tras el incidente explosivo en el colegio, el Ministerio de Salud de Chile a cargo de la ministra Ximena Aguilera, actualizó este jueves la cifra a 25 personas hospitalizadas, 5 de ellas en estado de «extrema gravedad» y 11 en estado crítico. Mientras que el miércoles 10 personas ya fueron dadas de alta, según CNN Chile.
Aún no está claro qué provocó la explosión. Sin embargo, la policía dijo que en el lugar encontró botellas y latas de combustible con las que probablemente se encontraban fabricando los explosivos.
Tras el incidente, un profesor que intentó ayudar a los estudiantes se desmayó y fue hospitalizado. Los bomberos controlaron rápidamente las llamas y bloquearon las carreteras de los alrededores.
El ministro de educación del país, Nicolás Cataldo, lamentó y condenó los hechos ocurridos en el INBA.
«Queremos primero lamentar esta situación. Estamos con las familias, con los propios estudiantes, muy preocupados del estado de salud», expresó Cataldo en una rueda de prensa este jueves.
«También queremos condenar los hechos de violencia, creemos que hoy en día tenemos que ser enfáticos en señalar que este tipo de situaciones no pueden ocurrir, mucho menos dentro de los espacios educativos», continuó.
Cataldo dijo que las autoridades llevarán a cabo denuncias para investigar el caso y poder dar con los posibles responsables del incidente.
Asimismo el ministro de educación aprovechó para informar que las autoridades se encuentran legislando una ley de Convivencia Escolar, «que tiene elementos de coordinación con las policías, con el Ministerio de Interior, para evitar y sobretodo prevenir estos hechos, [y que] sea tramitado con la mayor urgencia posible».
Este hecho, dijo Cataldo: «nos tiene que hacer reflexionar como sociedad, respecto a la violencia en general».
Por su parte, la rectora del INBA, María Alejandra Benavides, dijo a los medios locales que el acto violento se trató de un hecho aislado.
«Definitivamente nos hacemos cargo de lo que ocurrió, pero es un hecho aislado de una comunidad», dijo Benavides. «[De] un grupo minoritario de estudiantes que decide manifestarse de manera violenta».
Los institutos y universidades de Chile tienen un historial de activismo que se remonta a décadas. Durante las grandes revueltas sociales de 2011 y 2019, algunos estudiantes, incluidos los del Instituto Barros Arana, adoptaron una postura de confrontación, que según medios locales aún continúa.
Con información de The Associated Press.
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