Muchas personas son conscientes de que el contacto directo o muy estrecho con los plaguicidas entraña riesgos para la salud y son conscientes de que —deben tomar precauciones— como ponerse guantes protectores antes de utilizar algunos productos para el control de las malas hierbas en el jardín. Sin embargo, un estudio de 2024 sugirió la posibilidad de que la exposición a ciertos plaguicidas puede ser un peligro más allá de lo que una persona utiliza en su propio jardín.
Los investigadores descubrieron que vivir a menos de un tercio de milla del uso de pesticidas agrícolas 90 días antes de la concepción o dentro del primer trimestre del embarazo está relacionado con muerte fetal, también conocido como mortinatos y que dicha exposición podría duplicar potencialmente el riesgo.
Plaguicidas con mayor riesgo
El estudio, dirigido por investigadores del Mel and Enid Zuckerman College of Public Health (EZCPH) y del Southwest Environmental Health Sciences Center (SEHSC), se publicó en la revista American Journal of Epidemiology (AJE).
Los investigadores compararon los registros de control de plagas de Arizona con los certificados de nacimiento de los bebés de madres nacidas entre 2006 y 2020. A continuación, calcularon los riesgos de mortinatos por vivir a menos de 500 metros (aproximadamente un tercio de milla) de lugares donde se utilizaron 27 pesticidas diferentes durante un período de 90 días previo a la concepción o durante el primer trimestre.
El análisis de los datos indicó que ciertas clases de pesticidas suponen una mayor amenaza para el embarazo. «En este estudio, algunos ingredientes específicos destacaron por su relación significativa con el riesgo de perder la vida en mortinatos», señaló en un comunicado de prensa la primera autora, Melissa Furlong, profesora adjunta y epidemióloga ambiental del EZCPH y el SEHSC.
Debido a que la configuración química de los pesticidas dentro de la misma clase difiere, hizo hincapié en la importancia de considerar los pesticidas individuales en lugar de la exposición a la clase de pesticidas.
Miembros específicos de las siguientes clases vinculados a un mayor riesgo de mortinatalidad con la exposición previa a la concepción o en el primer trimestre:
– Organofosforados
– Piretroide
– Pesticida carbamato
Se asociaron a un mayor riesgo de mortinatalidad con la exposición previa a la concepción:
– Los organofosforados como clase, así como el malatión, miembro de la clase
– Ciflutrina y zeta-cipermetrina, miembros de la clase de los piretroides
– Clorhidrato de propamocarb y carbaril, miembros de la clase de los carbamatos.
Además, la exposición en el primer trimestre se asoció a un mayor riesgo de mortinatalidad:
– Organofosforados como clase, junto con acefato, miembro de la clase
– Fenpropatrina y permetrina, que son piretroides.
– Clorhidrato de formetanato, miembro de la subclase de pesticidas arácnidos
Se asociaron riesgos notablemente altos con el acefato y el ciflutrín. «Entre los organofosforados, el acefato mostró las estimaciones de efecto más fuertes en los mortinatos, de manera que la exposición al acefato durante el primer trimestre se asoció con un doble de riesgo», dijo la coautora Paloma Beamer, profesora y decana interina en la EZCPH, en el comunicado de prensa. La exposición al ciflutrín durante los 90 días previos a la concepción también casi duplicó el riesgo, añadió.
Es importante señalar que, si bien algunos pesticidas no están específicamente implicados, aún podrían ser una amenaza para la salud de la madre y el feto, afirmaron los investigadores.
Además, existe la posibilidad de que algunas personas del estudio vivieran mucho más cerca de un tercio de milla o tuvieran un contacto más directo con los pesticidas, explicó Furlong a The Epoch Times en un correo electrónico. El aumento del riesgo incluía a todos los que se encontraban en ese radio.
Cómo se convierten los pesticidas en una amenaza para el feto
La exposición a los pesticidas puede producirse por absorción cutánea, inhalación o ingestión de alimentos con residuos de pesticidas.
La deriva de la pulverización de pesticidas puede explicar por qué vivir a tan sólo un tercio de milla de una zona agrícola puede dar lugar a una exposición significativa.
Robert E. Herron, investigador independiente no vinculado al estudio, declaró a The Epoch Times que «antes de la concepción o en las primeras etapas del embarazo, la madre puede tener altos niveles de piretroides, organofosforados y/o carbamatos, junto con otros pesticidas y sustancias químicas en su organismo».
Herron añadió que, durante el embarazo, estas sustancias químicas pueden entrar en el torrente sanguíneo de la mujer y atravesar la pared placentaria para dañar al feto en desarrollo. También pueden entrar en el feto a través del cordón umbilical, la estructura que le proporciona alimento.
Una vez que los pesticidas entran en el feto, suelen alterar el funcionamiento neurológico y los neurotransmisores, afirmó Furlong. Por ejemplo, algunos organofosforados y carbamatos alteran la enzima que descompone el neurotransmisor acetilcolina, lo que provoca su acumulación entre las células nerviosas. Estas clases de pesticidas también pueden dañar el ADN y provocar la muerte de las células nerviosas. «La exposición temprana del desarrollo a neurotóxicos podría causar un parto de mortinato a través de esta alteración».
Otros riesgos de los pesticidas en el embarazo
Aparte de los mortinatos, las investigaciones relacionan la exposición a plaguicidas durante el embarazo con otros riesgos para la salud.
Estudios experimentales mostraron una tendencia entre la exposición a plaguicidas y los defectos congénitos. Entre ellos, los que afectan al corazón y al sistema musculoesquelético, así como defectos del tubo neural; sin embargo, las asociaciones aún no se corroboran.
Un estudio publicado en ISEE Conference Abstracts descubrió que la exposición prenatal a pesticidas se relaciona con un riesgo ligeramente elevado de asma y sibilancias. La mayor probabilidad se observó con fungicidas, herbicidas e insecticidas.
Además, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades afirman que la exposición a pesticidas puede afectar a la fertilidad y pasar a la leche materna.
2 formas de reducir el riesgo
Furlong y Herron sugieren formas de reducir la exposición y ayudar a desintoxicarse de los pesticidas.
1. Reducir la exposición
Según Furlong, para reducir la exposición, la gente debe tener en cuenta que muchos de los plaguicidas agrícolas implicados en el estudio de AJE también se encuentran en artículos domésticos de control de plagas. Entre ellos se encuentran los nebulizadores, los insecticidas en aerosol y algunos productos para el control de las malas hierbas. Además, también se encuentran residuos de plaguicidas agrícolas en productos domésticos de algodón, como ropa y tampones.
«Mantener los filtros de aire, aspirar y quitar el polvo con regularidad, y evitar que entre polvo y suciedad del exterior utilizando felpudos son medidas útiles».
Furlong también recomienda
– Evitar el uso de insecticidas y nebulizadores domésticos para controlar las plagas.
– Utilizar trampas con cebo para el control de plagas en interiores, si es necesario.
– Mantener los patios para reducir la entrada de plagas en las casas
– Evitar el uso de herbicidas químicos para controlar las malas hierbas en jardines y céspedes.
– Optar por productos ecológicos o sin pesticidas siempre que sea posible.
– Adoptar el hábito de lavar las frutas y verduras
2. Panchakarma
Según Herron, «las mujeres que desean tener hijos se beneficiarían del panchakarma antes de la concepción para ayudar a prevenir que su feto en desarrollo sea dañado por pesticidas y otros productos químicos altamente tóxicos» El panchakarma es una práctica ayurvédica para promover el bienestar desintoxicando el cuerpo de impurezas.
Herron es coautor de un estudio publicado en 2002 en Alternative Therapies in Health and Medicine, según el cual el panchakarma redujo «significativamente» los niveles de ciertas toxinas ambientales en aproximadamente un 50 por ciento.
Las toxinas de su estudio eran liposolubles, que pueden actuar de forma similar a una sola clase de los pesticidas del estudio de AJE, (las otras dos clases eran hidrosolubles). Sin embargo, Herron dijo a The Epoch Times que prácticamente todas las personas están expuestas a cientos de sustancias químicas en diferentes momentos, lo que significa que tienen una sopa tóxica de toxinas liposolubles e hidrosolubles en su cuerpo.
«Las sustancias químicas no sólo son perjudiciales por sí mismas, sino que algunas pueden interactuar entre sí», afirma. «En un mundo lleno de sustancias químicas tóxicas, ser feto es probablemente la fase más peligrosa de la vida debido a su estado delicado, indefenso y vulnerable».
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