Por sexta vez en la historia de Estados Unidos la Cámara de Representantes, creada hace 234 años, expulsó a un representante, en este caso a George Santos (R-N.Y.) el 1 de diciembre.
La votación final sobre la resolución, presentada por el presidente de Ética de la Cámara de Representantes, Michael Guest (R-Miss.), para expulsar a Santos fue de 310-115, con dos votos «presentes», cumpliendo el requisito de los dos tercios para la medida.
105 republicanos se unieron a 206 demócratas a favor de la expulsión, mientras que dos demócratas, los representantes Nikema Williams (D-Ga.) y Bobby Scott (D-Va.), se unieron a 112 republicanos para votar en contra de la resolución.
«Acaban de sentar un nuevo y peligroso precedente», declaró a la prensa Santos, con aire desafiante, mientras abandonaba la Cámara de Representantes, quizá por última vez.
Antes de la votación, el congresista de Nueva York parecía resignado a su destino y dijo que sabía que había suficientes votos para su destitución.
«He aceptado el destino», le dijo a Fox News. «Si es la voluntad de Dios mantenerme aquí, me quedaré, y si es su voluntad irme, me iré. Y lo haré con gracia».
Durante el debate en la Cámara, los partidarios y opositores plantearon sus argumentos sobre si la Cámara debería expulsar al Sr. Santos.
«George Santos ha construido su personalidad, su vida personal y política, sobre una base de mentiras», dijo el Sr. Guest.
La representante Susan Wild (D-Pa.) dijo que Santos “no es una víctima”, sino más bien “un autor de un fraude masivo a sus electores”.
Sin embargo, el representante Matt Gaetz (R-Fla.) dijo que Santos no debería ser expulsado ya que no ha sido condenado por ninguno de los 23 cargos federales que enfrenta y de los cuales se ha declarado inocente. El juicio del Sr. Santos comenzará el 9 de septiembre de 2024.
El representante Troy Nehls advirtió que, si Santos fuera expulsado, se sentaría un «precedente muy peligroso para este Congreso».
Después de la votación, el representante Darrell Issa (R-Calif.) le dijo a The Epoch Times que la votación fue un error.
«George cometió errores y en cierto modo debería haber sido sancionado por el [Comité] de Ética [de la Cámara de Representantes]», dijo. «Pero creo que el viejo estándar que decía: «Si es declarado culpable, será expulsado, era un buen estándar para la mayoría».
El representante Jim Clyburn (D-S.C.) no pareció impresionado por los 105 republicanos que se unieron a 206 demócratas para expulsar a Santos.
«Esto no es algo por lo que estar contento», le dijo a The Epoch Times.
Informe de Ética
Este acontecimiento se produce semanas después de que el Comité de Ética bipartidista de la Cámara de Representantes publicara un informe que afirmaba que el Sr. Santos «a sabiendas hizo que su comité de campaña presentara informes falsos o incompletos ante la Comisión Federal de Elecciones; utilizó fondos de campaña para fines personales; participó en conductas fraudulentas… y participó en violaciones conscientes y deliberadas de la Ley de Ética Gubernamental».
Además, según el informe, el Sr. Santos «continúa incumpliendo sus obligaciones legales de divulgación financiera y no ha corregido innumerables errores y omisiones en sus Declaraciones FD anteriores, a pesar de que el ISC y el Comité le recordaron repetidamente su obligación de hacerlo».
Antes de la votación, el representante Dan Goldman (D-N.Y.) dijo: «Hemos llegado a un punto de inflexión» en lo que respecta al Sr. Santos.
Antes de Santos, la última vez que la Cámara expulsó a un miembro fue en 2002, cuando la cámara baja derrocó al representante James Traficant (D-Ohio) después de que fuera condenado por cargos federales, incluida la evasión fiscal.
Santos, quien en 2022 ganó el escaño ocupado por los demócratas en el Tercer Distrito del Congreso de Nueva York, se había negado a renunciar.
«Para dejar las cosas claras, mi conversación con el presidente fue positiva y le dije que me presentaría para el voto de expulsión. Expúlsenme y sienten el precedente para que podamos ver quiénes son el juez, el jurado y los verdugos en el Congreso. El pueblo estadounidense merece ¡saberlo!», publicó en X el 27 de noviembre.
Santos había dicho que no se presentaría a la reelección.
Antes de la votación de expulsión, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (R-La.), dijo que los republicanos deberían «votar en conciencia», y agregó que el liderazgo no iba a pedir votos a favor de la medida.
El portavoz dijo que tenía «verdaderas reservas» sobre la votación de expulsión, afirmando que podría «sentar un precedente».
Hubo dos intentos previos de expulsar al congresista neoyorquino.
La Cámara anuló una resolución de expulsión el 1 de noviembre, 179-213. Esa medida fue presentada por los representantes republicanos de Nueva York Marc Molinaro, Mike Lawler, Anthony D’Esposito, Brandon Williams y Nick LaLota.
En mayo, la Cámara remitió una resolución de expulsión al Comité de Ética de la Cámara con una votación de 221 a 204, apostando así por una votación de expulsión real. La resolución fue presentada por el representante Robert García (D-Calif.).
Incluso antes del informe del comité, Santos admitió haber inventado partes de su pasado, desde su historia familiar hasta su formación académica y su experiencia laboral.
La última medida que introdujo Santos antes de ser expulsado fue una resolución para expulsar al representante Jamaal Bowman (D-N.Y.) por activar una alarma de incendio para supuestamente obstruir un procedimiento de la Cámara. La resolución es privilegiada y, por lo tanto, deberá votarse el 1 o 4 de diciembre.
En septiembre, Bowman activó una alarma de incendio, lo que retrasó hasta mediados de noviembre una votación en la Cámara sobre una medida provisional para financiar al gobierno. El Sr. Bowman se declaró culpable en octubre de un delito menor por activar la alarma de incendio dentro del edificio de oficinas Cannon House.
Santos lamentó que si alguien más (por ejemplo, un miembro de los medios de comunicación o un miembro republicano del Congreso) hubiera activado una alarma de incendio en el Capitolio, habría sido acusado de obstruir una audiencia en el Congreso.
Joseph Lord contribuyó a este artículo.
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