El director de un grupo de reflexión estadounidense, acusado el año pasado de actuar como agente chino, fue detenido de nuevo tras fugarse cuando se encontraba en libertad bajo fianza, según la fiscalía.
Gal Luft, con doble nacionalidad estadounidense e israelí y codirector del Instituto para el Análisis de la Seguridad Global, con sede en Washington, será extraditado en las próximas semanas o meses, según informó la fiscalía en un escrito presentado ante la corte el 9 de septiembre, sin precisar cuándo ni dónde fue detenido de nuevo.
Fue detenido inicialmente en Chipre el 17 de febrero del año pasado, pero huyó tras ser puesto en libertad bajo fianza a la espera de la extradición, según la presentación judicial.
Un día después de su detención, escribió en la plataforma de redes sociales X que los cargos contra él estaban «políticamente motivados».
En julio del año pasado, el Departamento de Justicia presentó una acusación de ocho cargos contra Luft, en la que se le acusaba de participar en «múltiples tramas delictivas internacionales» durante varios años. Entre los cargos que se le imputan figuran tráfico ilícito de armas, declaraciones falsas a agentes federales, omisión deliberada de la inscripción en la Ley de Registro de Agentes Extranjeros y evasión de las sanciones petroleras iraníes.
Según la imputación, Luft llegó a un acuerdo por valor de 350,000 dólares anuales con el director de la organización no gubernamental con sede en Hong Kong China Energy Fund Committee (CEFC), afiliada al conglomerado estatal chino de petróleo y gas CEFC China Energy. CEFC China Energy ha desaparecido tras declararse en quiebra en 2020.
En 2016, Luft presuntamente acordó «reclutar y pagar encubiertamente» a un ex alto funcionario estadounidense que era asesor del entonces presidente electo Donald Trump para «apoyar públicamente ciertas políticas con respecto a China».
Los fiscales también alegaron que Luft había creado un «diálogo» escrito entre el jefe del CEFC y el mismo funcionario estadounidense, que fue publicado en medios chinos online y enviado a múltiples universidades estadounidenses.
Luft también trabajó presuntamente en la intermediación de ventas ilícitas de armas de empresas chinas a Libia, Kenia y Emiratos Árabes Unidos. Según los fiscales, intentó facilitar la venta de lanzadores antitanque, lanzagranadas y proyectiles de mortero a Libia; la venta de bombas aéreas y cohetes a los Emiratos Árabes Unidos; y la venta de vehículos aéreos no tripulados a Kenia.
Luft también fue acusado de intentar negociar con petróleo iraní, supuestamente ordenando a un socio que se refiriera al petróleo como petróleo «brasileño», según la imputación.
«También ayudó a organizar reuniones entre representantes iraníes y CEFC China [Energía] con el fin de discutir acuerdos petroleros, todo ello en violación de las sanciones de Estados Unidos contra Irán y la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional», dice la imputación.
Según un informe sobre las exportaciones de petróleo de Irán publicado por el Servicio de Investigación del Congreso, las exportaciones de petróleo iraní «presuntamente alcanzaron un récord» en el primer trimestre de este año, con «casi todas» las exportaciones destinadas a China.
«El aumento de las importaciones chinas de petróleo iraní puede demostrar que los compradores con sede en China han llegado a la conclusión de que los beneficios económicos de seguir comprando petróleo iraní superan los riesgos de posibles sanciones de Estados Unidos por varias razones potenciales», dice el informe.
En febrero, el DOJ abrió un caso relacionado con las ventas de petróleo iraní a «compradores afiliados al gobierno en China».
Una vez que Luft sea extraditado, comparecerá ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York y se le pedirá que se declare culpable.
Recientemente, el Departamento de Justicia ha presentado varias causas contra presuntos agentes chinos.
Un ex jefe adjunto de gabinete de la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, fue acusado y detenido el 3 de septiembre. Expertos en inteligencia afirmaron que el caso ha puesto de manifiesto los problemas de seguridad a nivel estatal en Estados Unidos.
En agosto, el Departamento de Justicia anunció cargos contra dos estadounidenses de origen chino por actuar presuntamente como espías de la principal agencia de inteligencia de China, el Ministerio de Seguridad del Estado (MSS). Haciéndose pasar por activistas prodemocráticos, los dos acusados recopilaron supuestamente información sobre disidentes chinos en Estados Unidos y compartieron sus hallazgos con agentes del MSS, según los fiscales.
The Epoch Times se puso en contacto con el Instituto para el Análisis de la Seguridad Global para solicitar comentarios, pero no recibió respuesta al cierre de esta edición.
Con información de Reuters
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