Abbott Laboratories ha traído por avión millones de latas de leche de fórmula infantil a Estados Unidos para ayudar a hacer frente a la escasez, dijo la empresa el 13 de mayo.
«Sabemos que la retirada del mercado ha agravado la escasez de leche de fórmula infantil en toda la industria, y hemos estado trabajando para hacer llegar a los padres la mayor cantidad de producto posible», dijo un portavoz en un comunicado.
Según la empresa, ya se han enviado millones de latas de leche de fórmula infantil en polvo de las instalaciones de Abbott en Cootehill (Irlanda).
Esa instalación está registrada en la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
Pocas fórmulas para bebés que se venden en Estados Unidos provienen del extranjero, pero la Administración Biden anunció esta semana que parte de su plan para aumentar el suministro es aliviar las restricciones a las importaciones, aunque se negó a compartir detalles.
Abbott también está aumentando la producción de leche de fórmula líquida en su planta de Columbus, Ohio, y está pagando reembolsos a las personas que obtienen productos de la competencia a través del Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Bebés y Niños en las zonas donde Abbott tiene los contratos del programa y su fórmula Similac no está disponible.
Abbott retiró algunos productos Similac en febrero después de que una investigación de la FDA detectara condiciones insalubres en su planta de Sturgis, Michigan, lo que provocó el cierre de la instalación.
La planta todavía no está en funcionamiento, aunque Abbott dice que puede estarlo en dos semanas una vez que la FDA conceda la autorización. La fórmula producida una vez que la planta vuelva a funcionar no estará disponible en las tiendas hasta dentro de seis u ocho semanas.
En una declaración a los medios de comunicación, la FDA dijo que la planta «permanece cerrada mientras la empresa trabaja para corregir los hallazgos relacionados con los procesos, procedimientos y condiciones que la FDA observó durante su inspección».
El organismo regulador dijo a principios de la semana que no se oponía a que Abbott distribuyera la fórmula de la planta de Sturgis a la gente, caso por caso, debido a la escasez en todo el país, que se deriva de la retirada y la falta de producción de la instalación.
Según Datasembly, la tasa de desabastecimiento en Estados Unidos durante la semana que terminó el 8 de mayo fue del 43%.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. han puesto fin a su investigación sobre la fórmula de Abbott, de la que se sospechaba que estaba relacionada con casos de infecciones por Cronobacter.
El gobierno de Biden también ha tomado otras medidas para tratar de combatir la escasez, como la reducción de la burocracia para facilitar la importación de fórmulas del extranjero ya aprobadas por la FDA y la oferta de apoyo a fabricantes como Reckitt para aumentar la producción y acelerar la distribución.
Algunos legisladores han criticado a la administración por no haber actuado con mayor rapidez, dado que los problemas de la planta de Michigan se plantearon por primera vez en 2021. El senador Marco Rubio (R-Fla.) y otros han pedido a Biden que invoque la Ley de Producción de Defensa para obligar a los productores a aumentar la producción, pero la administración no lo ha hecho todavía.
«Eso sería algo que está sobre la mesa», dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, a los periodistas en Washington el viernes. «No hemos tomado una decisión al respecto, pero [ello] ayudaría a abordar los problemas a largo plazo».
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