Paul Allen, quien hace 43 años fundó junto a Bill Gates la empresa que revolucionaría el mundo del software y de los ordenadores personales para siempre, Microsoft, falleció hoy a los 65 años de edad, informó su familia.
En un comunicado, los parientes de Allen precisaron que el emprendedor murió el lunes por la tarde en Seattle (en el estado de Washington, donde Microsoft tiene su sede) a causa de un linfoma no hodgkiniano, un cáncer en los linfocitos de la sangre.
«Mi hermano era un individuo increíble a todos los niveles. Aunque muchos conocen a Paul Allen como experto en tecnología y filántropo, para nosotros era un hermano y tío muy querido, y un amigo excepcional», indicó la hermana del fallecido, Jody Allen.
Pese a permanecer siempre a la sombra de su socio y amigo desde la adolescencia, Bill Gates, Allen era un apasionado de la informática y fue una figura clave en la creación de Microsoft en 1975.
Según la revista Forbes, con una fortuna valorada en 21.700 millones de dólares, el fallecido, nacido en Seattle en 1953, era la cuadragésimo cuarta persona más rica del mundo.
Con el dinero logrado con la empresa de software, Allen creó junto a su hermana Jody el conglomerado Vulcan Inc, con sede en Seattle, que se encarga de gestionar sus inversiones privadas y sus tareas filantrópicas.
El confundador de Microsoft era también dueño de un equipo de fútbol americano profesional, los Seahawks de Seattle; de uno de baloncesto, los Trail Blazers de Portland; y propietario parcial de uno de fútbol, los Sounders de Seattle.
Su trabajo filantrópico incluye la creación de organizaciones dedicadas a la investigación como el Instituto Allen por la Ciencia del Cerebro, el Instituto para la Inteligencia Artificial y el Instituto de Ciencia Celular.
¿Sabías?
Qué es Falun Dafa y por qué se propagó por todo el mundo
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.