Los pilotos de prueba de Boeing de su nueva nave espacial Starliner se enfrentan a la incertidumbre a bordo de la Estación Espacial Internacional mientras la NASA considera múltiples planes de contingencia para traerlos a casa, dijo la agencia durante una conferencia de prensa el 7 de agosto.
Butch Wilmore y Suni Williams llevan más de 60 días a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI) mientras Boeing y la NASA realizan pruebas exhaustivas en una cápsula idéntica en las instalaciones de pruebas de White Sands, en Nuevo México, para determinar la causa del fallo de los propulsores del Starliner.
Un plan que la NASA está considerando traer a Wilmore y Williams de vuelta en la misión Crew-9 de SpaceX en febrero de 2025, lo que dejaría a los dos astronautas a bordo de la EEI durante otros seis meses, dijo la agencia el 7 de agosto.
Anteriormente, la NASA tenía previsto lanzar Crew-9 a la estación espacial en septiembre.
Steve Stitch, director del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, declaró a la prensa el 7 de agosto que la NASA y Boeing «utilizarán la opción adecuada en el momento adecuado», pero que aún no han tomado una decisión definitiva.
Luego añadió que se tomará una decisión «probablemente a mediados de agosto».
El Starliner se enfrentó a problemas mecánicos y técnicos antes y después de su lanzamiento el 5 de junio.
Las fugas en el sistema de propulsión a base de helio retrasaron el lanzamiento original más de un mes, y las fugas persistentes tras el despegue provocaron el fallo de varios propulsores antes de que la tripulación se acoplara a la Estación Espacial Internacional el 6 de junio.
La NASA y Boeing creen que las fugas se deben a una junta de goma defectuosa en los tanques de helio.
Los equipos de tierra están trabajando para encontrar la ruta de regreso más segura para Williams y Wilmore.
El Sr. Stitch dijo que después de que nuevas fugas de helio provocaran fallas en varios propulsores durante la órbita, la NASA y Boeing estaban preocupados por los riesgos potenciales de intentar devolver a la tripulación a bordo del Starliner.
El director del programa indicó que la preocupación no era tanto que el sistema de propulsión entrara en combustión durante la reentrada, sino más bien: ¿Fallarían «los propulsores durante el quemado de órbita o en algún otro momento?».
Los propulsores se utilizan para dirigir la nave en órbita y durante la secuencia de aterrizaje.
El vuelo es la primera misión de prueba tripulada de Starliner y es crucial para obtener la aprobación de la NASA para futuros viajes espaciales que sucedan al retirado programa del transbordador espacial.
Si Starliner tiene éxito, Boeing se unirá a SpaceX en el envío de astronautas al espacio en futuras misiones.
SpaceX ha enviado con éxito tripulantes a la estación espacial a bordo de su cápsula Dragon desde 2020.
Boeing y SpaceX recibieron 4200 y 2600 millones de dólares, respectivamente, para desarrollar naves espaciales de reemplazo para los transbordadores espaciales de la NASA.
La empresa Boeing se retrasó previamente en su calendario para Starliner después de que el primer vuelo sin tripulación en 2019 no lograra llegar a la Estación Espacial Internacional. Un vuelo posterior en 2022 llegó con éxito a la estación espacial.
Para Boeing, las inversiones en Starliner ascienden a más de 1600 millones de dólares desde 2016, además de las subvenciones de la NASA.
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