NUEVA YORK —El aumento de casos de violencia antisemita— el más reciente de los cuales fue el apuñalamiento de cinco personas en la casa de un rabino— es una «enfermedad» que se ha propagado sobre la base de una «intolerancia por la diferencia», según un rabino de alto rango, que también echó parte de la culpa a las nuevas leyes de reforma de la libertad bajo fianza.
Solo desde el 8 de diciembre se han producido 13 casos de violencia antisemita, incluyendo el último ataque del 28 de diciembre que tuvo lugar en la comunidad judía ortodoxa de Monsey, Nueva York, durante el Janucá.
«No podemos creer que esté sucediendo nuevamente después de que acabamos de sufrir varios ataques en la ciudad de Nueva York», dijo el rabino Joseph Potasnik, vicepresidente ejecutivo del Consejo de Rabinos de Nueva York, a La Gran Época.
«Esta enfermedad se ha extendido a demasiados lugares y a demasiadas personas», dijo en una llamada telefónica.
El sospechoso, Grafton Thomas, de 37 años, se enfrenta a cinco cargos por obstruir el libre ejercicio de creencias religiosas al intentar matar con un arma peligrosa y causar heridas. Thomas fue arrestado en la ciudad de Nueva York a las pocas horas de los ataques con arma blanca.
Las autoridades dijeron que el 30 de diciembre encontraron diarios escritos a mano que contenían referencias a los judíos y al antisemitismo en la casa de Thomas. Potasnik dijo que el autor del ataque debe tener una «mente muy enferma y sádica» para hacer tales cosas.
«Todo el mundo se pregunta por qué y por qué ahora. Yo diría en primer lugar que en nuestro país hay una falta de civismo o de respeto hacia las personas consideradas diferentes. Hoy, una persona que me ataca te atacará mañana», señaló. «Este odio comienza con los judíos muy a menudo, pero no termina con ellos».
«Hay intolerancia por la diferencia, y desafortunadamente, los judíos han estado en la primera línea de estos ataques a lo largo de la historia», dijo. «A menudo se nos describe como si estuviéramos en el otro lado, caminamos por un camino diferente al de todos los demás y por eso estamos sometidos a este odio que no desaparece».
El 27 de diciembre, el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York dijo que intensificaría las patrullas en los barrios densamente poblados por judíos en el distrito de Brooklyn, después que la ciudad vio por lo menos ocho incidentes antisemitas en dos semanas.
Legislación sobre la reforma de la libertad bajo fianza
Nueva York aprobó una ley de reforma de la libertad bajo fianza en abril que se estima que causó por lo menos una «reducción del 40 por ciento en la población carcelaria del estado antes del juicio», según el Instituto de Justicia Vera. Debido a las nuevas leyes, algunos de los autores de la reciente serie de ataques antisemitas han sido liberados rápidamente.
En un caso reciente, Tiffany Harris, una mujer acusada de abofetear a tres personas en un aparente ataque antisemita durante Janucá, fue acusada de intento de agresión como un crimen de odio. Harris fue puesta en libertad sin fianza después de haber sido acusada, según los registros del tribunal.
El 29 de diciembre, justo un día después de su liberación, Harris fue arrestada nuevamente por atacar a una mujer de 35 años en lo que la policía describió como un ataque al azar, según el New York Daily News.
«Hemos visto a muchos liberados (…) si atacas a alguien a través de un crimen, debes sufrir algún tipo de castigo,» dijo Potasnik. «No deberías ser liberado inmediatamente para que seas libre de hacerlo de nuevo».
La nueva legislación debe ser reexaminada para asegurar que no haya lagunas que permitan este tipo de comportamiento, según Potasnik.
«No creo que ese fuera el propósito de la legislación», dijo, refiriéndose a la rápida captura y liberación de los perpetradores. «Entiendo que quieren igualdad, pero la igualdad también es algo que debería protegerme como judío».
Harris fue puesta en libertad sin fianza a pesar de que la nueva legislación no entra oficialmente en vigor hasta enero de 2020.
Permaneciendo juntos
Potasnik dijo que asistió a una reunión el 29 de diciembre con el alcalde Bill de Blasio, Dermot F. Shea, el comisionado de policía de la ciudad de Nueva York y otros líderes. Dijo que son muy afortunados de contar con el apoyo de la policía, señalando que «cada congregación que conozco tiene una relación con el distrito policial local».
«Cada congregación tiene un recinto que tiene un plan de seguridad que ha sido aprobado por el distrito policial local», indicó.
Potasnik dijo que era alentador mirar a su alrededor y ver a tantas personas de la comunidad interreligiosa y personas de diferentes creencias que vinieron a decir «estamos todos juntos en esto».
«El antisemitismo no es solo un problema judío. Es un problema humano que requiere que todos nosotros respondamos colectivamente», comentó. «Ayer escuché la palabra ‘juntos’ más veces de las que he escuchado en mucho tiempo».
La comunidad judía no va a renunciar o a ocultar su fe a causa de los ataques, dijo Potasnik. Agregó que no se ganan la seguridad o el respeto ocultando quiénes son.
«Huir no garantiza su seguridad. Tenemos fe en aquellos que están con nosotros. Seguiremos siendo judíos públicos —orgullosos y judíos públicos», dijo. «No vamos a camuflar nuestra identidad porque sabes que la persona que te odia se enterará de quién eres y te hará daño otra vez.
«Tengo mucha esperanza a pesar de lo que está sucediendo», dijo. «Tengo la esperanza de que saldremos adelante porque, en última instancia, creo que la decencia triunfa sobre el mal y eso solo es cierto cuando la gente se mantiene unida».
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