La familia de Novak Djokovic y el presidente de su país de origen afirman que la represión de Australia contra la estrella del tenis forma parte de una agenda política.
«Esto no tiene nada que ver con el deporte, es una agenda política. Novak es el mejor jugador y el mejor atleta del mundo, pero varios cientos de millones de personas de Occidente no lo soportan», dijo el padre de Djokovic, Srdjan, a los periodistas en Belgrado el jueves.
Aleksandar Vucichursday, presidente de Serbia, ofreció una opinión similar al hablar en la capital del país.
«Lo que no es justo es esta persecución política, en la que todo el mundo participa, incluso el primer ministro australiano», dijo, añadiendo que tenía «miedo de que este tipo de desvaríos políticos contra Novak Djokovic continúen».
«Quieren demostrar algo más. Cuando no puedes ganar a alguien entonces haces este tipo de cosas», dijo.
Djokovic, que no ha querido decir si ha recibido la vacuna COVID-19, anunció esta semana que había obtenido una exención médica de los requisitos de vacunación para el Abierto de Australia, que se celebra en Brisbane a partir de finales de este mes.
Pero las autoridades australianas, tras el aterrizaje de la estrella del tenis, dijeron que Djokovic no había presentado pruebas que justificaran la solicitud de exención.
Las exenciones médicas pueden concederse por varios motivos, entre ellos a las personas que tuvieron una reacción alérgica grave al recibir una dosis de una vacuna.
El visado de Djokovic fue cancelado y las autoridades australianas quieren deportarlo. Un tribunal acordó no deportarlo antes de una audiencia completa programada para el lunes, dejando al campeón serbio refugiado en un hotel de cuarentena en Melbourne durante al menos las próximas 72 horas.
Dijana Djokovic, la madre de Djokovic, dijo a los periodistas en Belgrado que el alojamiento era terrible, describiendo el hotel como plagado de bichos, sucio y con mala comida.
«No hay casos especiales, las reglas son las reglas», dijo el primer ministro australiano, Scott Morrison, en una rueda de prensa televisada. «Seguiremos tomando las decisiones correctas cuando se trata de asegurar las fronteras australianas en relación con esta pandemia».
Australia ha impuesto algunas de las normas más estrictas del mundo durante la pandemia de COVID-19, manteniéndolas incluso cuando la eficacia de las vacunas ha caído en picado en medio de la actual oleada alimentada por la variante omicrón del virus del PCCh (Partido Comunista Chino). El virus del PCCh ocasiona la enfermedad COVID-19.
Dijana Djokovic dijo que había hablado con su hijo y que tenía problemas para dormir.
«Como madre, qué puedo decir, si eres madre puedes imaginar cómo me siento. Me siento fatal desde ayer, las últimas 24 horas, que lo tienen como prisionero. No es justo, no es humano. Así que espero que sea fuerte, ya que nosotros también estamos tratando de ser muy fuertes para darle algo de energía para seguir adelante. Espero que gane», dijo.
Con información de Reuters.
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