Los familiares de dos militares colombianos retirados que están presos en Rusia por participar en la guerra con Ucrania, piden que los liberen y los envíen a casa.
Los colombianos Alexander Ante, de 47 años, y José Aron Medina, de 36 años, desaparecieron el 18 de julio después de aterrizar en el aeropuerto de Maiquetía en Venezuela, después de un largo viaje de Ucrania hacia Colombia, con escalas en España y Venezuela.
Los dos militares se hicieron amigos en medio de la guerra de Rusia con Ucrania y planearon regresar al mismo tiempo a su país.
Sus familiares aseguran que los dos confirmaron que habían llegado a Venezuela y aseguraron que tomarían un vuelo a Bogotá al siguiente día, pero les perdieron el rastro.
«Amor, estamos aquí en Caracas», escribió Medina a su esposa, Cielo Paz, por whatsapp, con su geolocalización, el 18 de julio.
Ante llamó a su mamá Otilia Ante, de 78 años. «Mamita, ya voy para allá. Me guarda sancocho [sopa típica]», dijo Ante a su mamá según AFP vía France 24. «Y hasta el sol de hoy, no sé nada de él», aseguró la mujer.
El 28 de agosto, Rusia anunció que los tenía detenidos en Lefortovo en Moscú, donde esperan fecha para su juicio, tras acusarlos de «mercenarios» y enfrentan una pena de hasta 15 años de prisión.
Sus familiares los volvieron a ver a través de un video donde aparecían esposados, y luego en una entrevista que concedieron al canal estatal ruso RT.
«Descansé un poquitico», dijo Otilia Ante, al ver de nuevo a su hijo. «Sin embargo, no… Yo [lo que] quiero es verlo, que me lo dejen hablar», pidió desesperada.
El Servicio Federal de Seguridad de la Federación de Rusia informó el 30 de agosto que había detenido a los dos colombianos «sospechosos de participar en las hostilidades del lado de Ucrania contra las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia» al encontrarles, durante un registro, «uniformes militares de estilo ucraniano con insignias del batallón Sich de las Fuerzas Armadas de Ucrania de los Cárpatos».
A la fecha, el gobierno de Venezuela no ha emitido comentarios sobre la detención de los militares.
Ante y Medina viajaron a Ucrania a finales del año pasado donde recibirían 3000 dólares mensuales como salario, dinero con el que esperaban ayudar a sus familias. Ante, con 14 años de experiencia en el ejército colombiano, viajó en octubre y Medina viajó en noviembre.
«Él es un gran ser humano, un gran padre (…) Es desgarrante verlo en esa situación», dijo Paz sobre Medina, quien tiene una hija de siete años, Alison Medina.
«Él era casi todo para mí», dijo la niña. «Que me lo devuelvan», pidió.
El 12 de septiembre, la cancillería de Colombia emitió un comunicado en el que informó que «ha elevado notas diplomáticas a las Cancillerías de Rusia y Venezuela solicitando allegar información sobre el estatus legal, la ubicación actual y el estado de salud» de Ante, Medina y un tercer militar llamado Miguel Ángel Cárdenas.
Cárdenas fue arrestado en junio por tropas rusas después de rendirse en Donbass mientras luchaba con el ejército ucraniano. El ex policía colombiano apareció en un video en que aseguró que «Ucrania nos mintió porque nos dijo que íbamos solamente a cuidar y terminamos, que nos terminaron fue, cómo se dice, acribillando».
Además, aseguró que varios colombianos de su grupo murieron. «Terminamos, fue prácticamente mis compañeros muertos porque nos dejaron solos y nunca nos respaldaron», dijo Cárdenas.
La Cancillería colombiana añadió en el comunicado que «de igual manera, ha solicitado por canales diplomáticos que se detenga el reclutamiento de ciudadanos colombianos para guerras en el exterior».
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