El Dr. Anthony Fauci, jefe del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, dijo que la distribución de la vacuna ha sido decepcionantemente lenta y pidió más recursos para que los estados y condados aceleren el proceso.
Los funcionarios de la administración Trump habían dicho que proyectaban que 20 millones de personas se vacunarían contra COVID-19 para finales de año. Según los CDC, hasta el 30 de diciembre se han distribuido en Estados Unidos más de 12.4 millones de dosis de las vacunas de doble dosis de Pfizer y Moderna, pero solo se han administrado 2.8 millones de dosis.
Fauci dijo en una entrevista el jueves en el programa «TODAY» de NBC que, «nos hubiera gustado ver que funcionara sin problemas y tener 20 millones de dosis administradas a las personas al día de hoy, para finales del [año] 2020, que era la proyección. Obviamente, no ocurrió y eso es decepcionante».
«Con suerte, al entrar en las dos primeras semanas de enero, la recuperación del impulso nos llevará al punto en el que queremos estar», dijo, y pidió más recursos para impulsar los esfuerzos locales para administrar la vacuna.
Se le preguntó a Fauci si, a la luz de las limitaciones de financiación a nivel estatal y de condado, el gobierno federal debería hacerse cargo de los esfuerzos de administración de la vacuna.
«En lugar de intervenir y asumir el control, tal vez sería mejor dar más recursos y trabajar con ellos, en conjunto con ellos», dijo. «En otras palabras, no diciendo, ‘vamos a tomar el control, vamos a hacer su trabajo’, sino diciendo ‘realmente vamos a ayudarles a hacer su trabajo particularmente dándoles muchos más recursos'».
Los comentarios de Fauci surgen después de que el presidente Donald Trump instó el miércoles a los estados a acelerar la administración de la vacuna.
«El Gobierno Federal ha distribuido las vacunas a los estados. Ahora le toca a los estados administrarlas. ¡Muévanse!» dijo Trump en un tuit.
En los condados de Estados Unidos, la crisis de financiación limitó la contratación del personal necesario para las vacunas, retrasó la creación de centros de vacunación y socavó los esfuerzos para concienciar al público, dijeron funcionarios a Reuters.
El gobierno federal gastó más de 10,000 millones de dólares para acelerar el desarrollo de la vacuna COVID-19, pero hasta ahora ha desembolsado pocos fondos para su distribución.
Un nuevo paquete de ayuda y gasto para la pandemia de 2.3 billones de dólares proporciona 8.75 mil millones de dólares a los estados para ayudar en la vacunación, en línea con lo que los funcionarios estatales y locales habían solicitado, pero meses después de la distribución el trabajo debería haber comenzado.
Los funcionarios de salud pública de Seattle tienen tan pocos fondos de COVID-19 disponibles, que les preocupa que tengan que cerrar algunos sitios de pruebas del virus mientras organizan una campaña para vacunar a sus 2.3 millones de residentes.
El Condado de King, que representa el área metropolitana de Seattle, tiene 14 millones de dólares de fondos de COVID-19 para el 2021, aproximadamente lo suficiente para financiar sus operaciones durante un solo mes, y una fracción de los 87 millones de dólares de ayuda de emergencia de COVID-19 que recibió en el 2020, dijo Ingrid Ulrey, directora de políticas de salud pública del Condado de King.
«Hemos estado en la cuerda floja durante los últimos tres o cuatro meses, observando lo que ocurre a nivel federal, esperando, observando», dijo. Cuando los fondos federales recién aprobados finalmente lleguen a su nivel, espera que sean menos que este año, insuficientes y demasiado tarde.
«Es increíblemente poco», añadió. «Tenemos una nueva y enorme tarea, sin precedentes, de distribución de vacunas». El Condado de King corre el riesgo de no poder contratar el personal adicional necesario para comenzar la próxima ola de vacunaciones públicas.
Casi 10 millones de las 12.4 millones de dosis que el gobierno ha distribuido a los estados están sin utilizarse.
El gobernador de Texas, Gregg Abbott, dijo el martes que una «porción significativa» de las vacunas COVID-19 podría estar todavía en los estantes de los hospitales en lugar de ser administradas a los texanos vulnerables, añadiendo que la decisión de ser vacunado es «siempre voluntaria».
Abbott hizo las declaraciones en un tuit, en el que también dijo que las reservas de la vacuna se están reponiendo regularmente, señalando que «recibimos muchas más cada semana».
Esto viene después de que el Departamento Estatal de Servicios de Salud de Texas (DSHS) dijera que «puede haber retrasos innecesarios» en la aplicación de todas las vacunas y en el informe de las dosis administradas en el registro de inmunización del estado.
El comisionado del DSHS, John Hellerstedt, instó en una carta «a todas las entidades a las que se les ha asignado la vacuna para que administren toda su dotación de forma deliberadamente rápida».
«También sabemos que cada día que una vacuna está en el estante es otro día que prolonga la pandemia que está obstaculizando la economía y el modo de vida de nuestro estado», escribió Hellerstedt en la carta, en la que también instó a los proveedores de salud a administrar la vacuna a todos los receptores disponibles y dispuestos, independientemente de su designación de prioridad, una vez que se haya atendido a todos los receptores disponibles y dispuestos en los grupos de máxima prioridad.
Con información de Reuters.
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