El Dr. Anthony Fauci dijo el martes que tanto el presidente Donald Trump como el candidato presidencial demócrata Joe Biden deberían ponerse pronto la vacuna COVID-19 recientemente aprobada.
«Por razones de seguridad, creo firmemente que deberíamos vacunarlos tan pronto como sea posible», dijo Fauci, el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, en el programa «Good Morning America» de ABC, refiriéndose a Biden y a la senadora Kamala Harris (D-Calif.), la compañera de fórmula de Biden.
Biden debería estar «totalmente protegido cuando entre en la presidencia en enero», dijo Fauci.
Mientras Biden proclamó la victoria en las elecciones de 2020, Trump está disputando los resultados en estados clave. The Epoch Times no ha declarado la carrera en este momento.
Trump dio positivo para COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), a principios de este año, pero Fauci dijo que debería recibir la vacuna para estar «doblemente seguro» de que está protegido de la enfermedad, junto con el vicepresidente Mike Pence.
«Aún quieres proteger a la gente que es muy importante para nuestro país en este momento», dijo.
Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca dijo recientemente que las dosis de la vacuna, fabricada por la empresa estadounidense Pfizer y la alemana BioNTech, se entregarán a los altos funcionarios como parte de la planificación para la continuidad del gobierno.
«Los altos funcionarios de las tres ramas del gobierno recibirán las vacunas de acuerdo con la continuidad de los protocolos gubernamentales establecidos en la política ejecutiva», dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional John Ullyot en una declaración a los medios de comunicación.
«El pueblo estadounidense debería tener la confianza de que está recibiendo la misma vacuna segura y eficaz que los altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos con el asesoramiento de los profesionales de la salud pública y el liderazgo de la seguridad nacional», añadió.
Sin embargo, Trump recurrió a Twitter para declarar que las personas que trabajan en la Casa Blanca deberían recibir la vacuna más adelante, «a menos que sea específicamente necesario».
«He pedido que se haga este ajuste. No tengo programado tomar la vacuna, pero espero hacerlo en el momento oportuno», añadió.
Biden ha expresado su escepticismo sobre la vacuna, pero luego dijo que la tomaría si Fauci decía que era segura.
La Administración de Alimentos y Medicamentos emitió una autorización de uso de emergencia para la vacuna la semana pasada y los primeros estadounidenses fueron vacunados el lunes.
Tanto Trump como Biden están en uno de los dos grupos que, según los expertos, tienen más probabilidades de experimentar casos graves de COVID-19 debido a su edad. Además de los ancianos, las personas con enfermedades subyacentes graves como la enfermedad renal se consideran de alto riesgo.
Trump luchó contra la enfermedad en octubre, pasando varios días en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed. La primera dama Melania Trump, el abogado de Trump Rudy Giuliani y la secretaria de prensa de la Casa Blanca Kayleigh McEnany, son algunos de los otros que están cerca del presidente y que contrajeron la enfermedad y se han recuperado desde entonces.
Fauci calificó de «agridulce» el lanzamiento de la vacuna porque Estados Unidos sigue tratando con personas hospitalizadas por la enfermedad. Un pequeño porcentaje de los pacientes de COVID-19 mueren.
«Y sin embargo, estamos empezando a ver la luz al final del túnel que nos hará superar esto. Sabemos que vamos a ser capaces de dejar esto atrás, pero mientras tanto todavía tenemos una lucha por delante», dijo.
«Tenemos que vacunar a la gente lo más rápido y expedito posible hasta que consigamos esa inmunidad colectiva, como decimos, lo que requerirá en mi opinión que entre el 75 y el 80 por ciento de la población se vacune», dijo Fauci, pero hasta entonces dijo que las medidas de salud pública, como el distanciamiento social y el uso de mascarillas, deben mantenerse.
Cuando se le pidió que se dirigiera a los escépticos de las vacunas que señalaron que la vacuna se había desarrollado en un tiempo récord, Fauci afirmó que la velocidad no había sacrificado la seguridad, sino que «era el reflejo de los extraordinarios avances en la ciencia de la plataforma tecnológica de las vacunas».
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