La «sextorsión» –la extorsión para enviar por Internet imágenes sexualmente explícitas– es un crimen que está en aumento entre los menores, advierte el FBI.
La sextorsión ocurre cuando un criminal coacciona a un niño o adolescente para que produzca y envíe fotos o videos con contenido sexual explícito. Una vez que recibe las imágenes, el criminal amenaza con hacerlas públicas a menos que el menor continúe produciéndolas. El objetivo del criminal es satisfacer su gratificación sexual.
También la sextorsión con motivos financieros está en aumento. En este caso, el criminal amenaza al menor con publicar las imágenes a menos que reciba un pago, que comúnmente se da en forma de tarjetas de regalo, transferencias digitales o criptomonedas. En este caso, el criminal puede solo estar buscando dinero, no necesariamente una gratificación sexual.
Además del daño de la extorsión y de verse obligados a producir material sexual, los menores suelen sentir vergüenza, miedo y confusión, por lo que evitan contárselo a sus padres u otros adultos de confianza. En los casos más graves, las víctimas sienten tanta presión que se hacen daño físico intencionalmente o incluso se quitan la vida.
«Las consecuencias de la sextorsión se están sintiendo en todo el país», dijo el director del FBI, Christopher Wray. «Nosotros, junto con nuestros socios, perseguiremos sin pausa a estos criminales que perpetúan esta actividad deplorable».
El FBI recomienda a padres, educadores y niños que se familiaricen con la dinámica de los predadores para entender cómo identificarlos y protegerse de los mismos.
Normalmente, el predador se conecta por Internet, por lo general en aplicaciones de redes sociales o juegos online. Primero actúa como si tuviera la misma edad del menor e intenta formar una relación, u ofrece algo de valor. Gradualmente, ofrece regalos o dinero a cambio de imágenes sexualmente explícitas.
Tras recibir las primeras imágenes, el predador pide más. Si el niño o adolescente se niega, el criminal lo amenaza con publicar las imágenes en Internet o con hacerle daño, a fin de presionar a las víctimas a enviar más material.
Según el FBI, las víctimas más comunes son varones de entre 14 y 17 años, pero cada menor puede convertirse en una víctima.
Qué pueden hacer los padres
El clásico principio de «no hables con extraños» es algo difícil de seguir en la era de Internet, donde la conexión con todo tipo de personas está al alcance de la mano. Pero precisamente por esa razón, este viejo principio es uno de los puntos clave a tener en mente al enseñar a los niños a interactuar en Internet. Alguien que muestra una foto de perfil de una niña y se presenta como tal, puede ser que en realidad sea un hombre adulto buscando explotar a un niño desprevenido.
También hay herramientas digitales que los padres pueden utilizar para tener cierto control sobre el contenido al que acceden sus hijos en Internet. Netspark es una compañía que produce varios programas que utilizan inteligencia artificial para identificar sextorsiones y ayuda al FBI en sus investigaciones.
Una de las herramientas de Netspark se llama Canopy, y permite a los padres filtrar contenido sexual dañino mientras le da a los niños libertad de explorar Internet. Tanto Apple como Google Android incluyen herramientas similares en sus sistemas operativos para que los padres tengan cierto control sobre la actividad online de sus hijos.
Gan Jing World, por otro lado, es una plataforma relativamente nueva cuyo contenido está libre de violencia, pornografía, crimen y drogas, ofreciendo así un ambiente más limpio para que los niños y adolescentes puedan consumir el contenido sin el peligro de quedar expuestos a material inapropiado.
Aunque la manera más efectiva de proteger a los niños de los predadores sexuales es hablar abierta y claramente del riesgo de entablar relaciones con personas que realmente no conocen, y cómo tener cuidado con el tipo de información personal o fotos que divulgan en Internet.
Si usted o alguien que conoce cree que han sido víctimas de sextorsión, puede denunciar inmediatamente la actividad al FBI, llamando al 1-800-CALL-FBI (1-800-225-5324) o visitando tips.fbi.gov.
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