Los fiscales dicen que el exinformante del FBI que afirmó que los Biden participaron en una trama de sobornos en Ucrania admitió tras su detención que recibió información sobre Hunter Biden de fuentes vinculadas a la inteligencia rusa.
La revelación se produce cuando el abogado especial del Departamento de Justicia, David Weiss, argumentó el 20 de febrero que Alexander Smirnov presentaba riesgo de fuga y debía permanecer entre rejas a la espera de juicio.
Smirnov fue acusado por un gran jurado federal y detenido el 14 de febrero. Se enfrenta a cargos por hacer una «declaración falsa» y crear un registro «falso y ficticio» por sus acusaciones de que el presidente Joe Biden y su hijo recibieron cada uno 5 millones de dólares de la empresa energética ucraniana Burisma Holdings para conseguir el despido de un fiscal ucraniano.
«Durante su interrogatorio bajo custodia el 14 de febrero, Smirnov admitió que funcionarios asociados con la inteligencia rusa estaban implicados en la difusión de una historia sobre el Empresario 1».
El contexto de la presentación deja claro que «Businessperson 1» es Hunter Biden.
En particular, los fiscales no sugirieron que las acusaciones iniciales de soborno procedieran de agentes de inteligencia rusos. Sin embargo, sí afirmaron que en una reunión de septiembre de 2023 con investigadores del FBI, el Sr. Smirnov «impulsó una nueva historia» sobre el presidente Biden y su hijo que supuestamente había aprendido de cuatro funcionarios rusos diferentes.
Al parecer, Smirnov dijo a los investigadores que había visto imágenes del primer hijo entrando en el hotel Premier Palace de Kiev, que, según él, estaba «cableado» y «bajo control de los rusos». Sugirió que los investigadores indagaran si Hunter Biden hizo llamadas telefónicas desde el hotel «ya que esas llamadas habrían sido grabadas por los rusos».
Smirnov dijo supuestamente que las grabaciones habían surgido en las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania, en las que afirmaba estar implicado.
«Según Smirnov, los rusos quieren que Ucrania ayude a influir en las elecciones de Estados Unidos, y Smirnov cree que las grabaciones del Businessperson 1 en el hotel Premier Palace es todo lo que tienen», escribieron los fiscales.
Los investigadores tacharon de falsas las afirmaciones porque Hunter Biden «nunca ha viajado a Ucrania».
Smirnov fue finalmente puesto en libertad por orden del juez de instrucción Daniel Albregts. Las condiciones de su puesta en libertad incluían que llevara un monitor GPS, entregara sus pasaportes y permaneciera en el condado de Clark, Nevada, donde también debe buscar empleo.
Sin embargo, los fiscales, en un escrito presentado el 21 de febrero, pidieron al juez de distrito Otis Wright que devolviera a Smirnov a la cárcel, reiterando su postura de que ninguna condición de la puesta en libertad podía impedir que huyera del país.
«La supervisión previa al juicio se basa, en esencia, en la confianza. Las circunstancias de los delitos imputados —que Smirnov mintiera a su encargado del FBI tras una relación de 10 años en la que ambos hablaban casi a diario— significan que no se puede confiar en que Smirnov proporcione información veraz a los servicios de prisión preventiva», argumentaron.
El juez Wright aún no ha respondido.
Impacto del impeachment
El informe de junio de 2020 de Smirnov, elaborado por un informante del FBI, en el que se detallan las acusaciones de soborno de Biden, está en el centro de la investigación de los republicanos de la Cámara de Representantes sobre el impeachment del presidente.
Como tal, los demócratas han respondido a la noticia de las conexiones rusas de Smirnov como prueba de que toda la investigación carece de fundamento.
«La investigación del impeachment terminó ayer, en esencia», dijo a The Epoch Times el representante Jamie Raskin ( D-Md.), el principal demócrata en el Comité de Supervisión de la Cámara.
«Parece que todo el asunto no solo es obviamente falso y fraudulento, sino producto de la desinformación y la propaganda rusas. Y esa ha sido la fuerza motriz de esta investigación durante más de un año».
Sus comentarios se produjeron después de que James Biden declarara ante las comisiones de Supervisión y Judicial de la Cámara de Representantes que su hermano, el presidente, «nunca ha tenido ninguna implicación» en sus negocios.
Y Raskin, refiriéndose a ese testimonio, dijo que los miembros del comité aún no habían oído nada en contrario.
«Obviamente, de nuevo, no hemos oído nada que indique que Joe Biden tenía algo que ver con las empresas de Hunter Biden, o James Biden, y nada ha contradicho ese entendimiento básico que hemos tenido durante muchos, muchos meses. Así que, esencialmente, ahí es donde estamos».
A continuación, instó a los líderes republicanos a «plegar la carpa ante este espectáculo circense. Llegados a este punto, se ha acabado».
Los investigadores republicanos han restado importancia a la acusación de Smirnov, sosteniendo que cualquiera que sea el resultado, su caso contra el presidente sigue siendo fuerte.
También han cuestionado el caso del Departamento de Justicia contra el exinformante, acusando a los investigadores de tener «mucho que explicar».
«¿Por qué utilizaron a este informante, que los funcionarios afirmaron que era altamente creíble, desde 2010? ¿Por qué le pagaron seis cifras? Por qué el DOJ se sentó en graves acusaciones del informante que el FBI consideró altamente creíble durante años antes de investigar las afirmaciones?» preguntaron los republicanos del Comité de Supervisión en un posteo en X.
«El pueblo estadounidense merece respuestas».
Con información de The Associated Press.
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