La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) votó para prohibir a Pacific Networks Corp. y a su filial ComNet, en propiedad absoluta, la prestación de servicios de telecomunicaciones en Estados Unidos, alegando problemas de seguridad nacional asociadas con sus vínculos con el régimen chino.
Con esta votación de 4-0, Pacific Networks, se une a otras tres empresas de telecomunicaciones chinas a las que el regulador ha prohibido operar en el mercado estadounidense por motivos de seguridad.
La FCC lleva años preguntándose si Pacific Networks y ComNet podrían operar libremente en Estados Unidos sin poner en peligro la seguridad nacional y el bienestar de los clientes.
Una declaración del 16 de marzo de la FCC señaló que el organismo descubrió en marzo de 2021 que las dos entidades «no habían logrado disipar preocupaciones serias» sobre el mantenimiento de su autoridad para ofrecer servicios en Estados Unidos. En consecuencia, la FCC estableció procedimientos mediante los cuales Pacific Branch Networks y ComNet podían presentar argumentos y pruebas para disipar las preocupaciones del regulador.
Sin embargo, el regulador llegó a la conclusión de que, dada la oportunidad de abordar estas preocupaciones y aclarar el camino para continuar operando, las dos plataformas fracasaron.
«La acción de hoy salvaguarda la infraestructura de telecomunicaciones de la nación de posibles amenazas a la seguridad», decía el comunicado.
La decisión de la FCC se basó en una serie de consideraciones.
Como subsidiarias de una entidad estatal china, las dos empresas están sujetas a la «instrumentación, influencia y control por parte del gobierno chino», y no tendrán más remedio que obedecer los edictos del régimen chino sin recurrir a las protecciones legales de las que podrían gozar los proveedores de telecomunicaciones en otros países, señala el comunicado.
Además, dada su relación con el régimen chino, Pacific Networks Corp. y ComNet pueden brindar oportunidades para que Beijing “acceda, controle, almacene y, en algunos casos, interrumpa y/o desvíe las comunicaciones estadounidenses”, facilitando el espionaje comunista chino y otras acciones perjudiciales contra Estados Unidos, agregó.
La FCC también señaló que las empresas incumplieron una carta de garantías de 2009 con las agencias ejecutivas, a la que estaban obligadas a adherirse en virtud de su autorización para operar en Estados Unidos.
La orden de la FCC otorga a las empresas 60 días para suspender todos los servicios nacionales e internacionales que actualmente prestan al amparo de su autorización en Estados Unidos. La orden también reclama los dos códigos de punto de señalización internacional asignados a ComNet en 2001 y 2003.
Desde octubre, el regulador revocó las autorizaciones de las filiales estadounidenses de las empresas de telecomunicaciones estatales chinas, China Telecom y China Unicom, alegando que sus vínculos con Beijing desencadenan preocupaciones de seguridad nacional.
En febrero, el Departamento de Justicia anunció cargos contra la empresa de telecomunicaciones Hytera, con sede en Shenzen, que la FCC designó como una amenaza a la seguridad nacional en marzo de 2021, alegando que la empresa supervisó una campaña para robar secretos comerciales de Motorola. Los fiscales alegaron que Hytera usó tecnología robada de Motorola en sus propios servicios y productos, lo que la firma china ha negado.
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