FDA suspende inspección de medicamentos en China y advierte sobre escasez de suministros médicos

Por Emel Akan
19 de febrero de 2020 10:46 PM Actualizado: 19 de febrero de 2020 10:46 PM

WASHINGTON, Estados Unidos— La dependencia estadounidense de miles de medicamentos provenientes de China ha sido una preocupación durante años, pero el reciente brote de coronavirus, oficialmente conocido como COVID-19, ha aumentado esas preocupaciones. Se ha interrumpido la inspección de las drogas y de los dispositivos médicos chinos, provocando advertencias de los expertos.

En enero el Departamento de Estado anunció una advertencia de alto nivel de no viajar a China en medio de la rápida propagación del nuevo virus. En consecuencia, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) también retiró a sus inspectores de China, lo que suscitó preocupación por la calidad de los medicamentos que se están importando del país.

«La FDA no está realizando actualmente inspecciones en China», dijo la agencia en un comunicado.

En general, la FDA lleva a cabo casi 500 inspecciones al año en el país para las drogas, alimentos y dispositivos médicos. Las inspecciones programadas para febrero y marzo se pospusieron y se realizarán en una fecha posterior, declaró la agencia.

«Somos muy conscientes de que el brote probablemente afectará a la cadena de suministros de productos médicos, incluyendo posibles interrupciones en el suministro o escasez de productos médicos críticos en Estados Unidos».

Recientemente, ha habido un aumento en los pedidos de algunos dispositivos médicos esenciales a través de distribuidores, como mascarillas, respiradores, batas quirúrgicas y guantes. A fin de mitigar el riesgo de interrupciones en el suministro de esos productos, la FDA declaró que podría acelerar «el examen del suministro alternativo para prevenir la escasez».

El equipo de protección personal como las mascarillas y los respiradores N95 tienen una gran demanda en Estados Unidos, según Robert Kadlec, secretario adjunto de preparación y respuesta del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.

«Cuando vas a Home Depot, hoy no puedes encontrarlos. Han salido de las estanterías», dijo el secretario adjunto el 18 de febrero en un evento organizado por el Consejo de Relaciones Exteriores.

El sitio web del minorista Home Depot también muestra que los suministros de máscaras de respiración son limitados debido al brote.

«El problema es que hay una gran demanda. El suministro se va a ver limitado debido a las materias primas [de China]», dijo Kadlec.

También señaló que el 50 por ciento de las mascarillas de respiración son utilizadas por la industria de la atención médica, mientras que el resto es utilizado por el sector privado con fines de mejoras en el hogar, como la pintura o el lijado.

Por lo tanto, los estadounidenses deben tener en cuenta que la compra de máscaras con fines no sanitarios «va a obstaculizar realmente la capacidad de protección de la industria de la atención de la salud».

Las interrupciones en el suministro podrían extenderse a otras áreas ya que entre el 80 y el 90 por ciento de los productos de atención médica de Estados Unidos —materias primas, ingredientes farmacéuticos activos y productos terminados— se subcontratan principalmente de China, dijo.

Además, la producción de muchos ingredientes farmacéuticos activos se centra en la provincia china de Hubei, epicentro del brote de coronavirus, dijo el excomisionado de la FDA, Scott Gottlieb, el 12 de febrero en una audiencia de la comisión del Senado.

«La mayoría de los fabricantes de drogas tienen a mano un inventario de los ingredientes de las drogas de uno a tres meses. Pero estos suministros ya se están agotando», dijo en su testimonio.

Preocupante dependencia de China

China es el principal proveedor de miles de medicamentos que se encuentran en los hogares de Estados Unidos y se utilizan en los hospitales, lo que supone una amenaza para la seguridad nacional.

Los estadounidenses «confían ciegamente, sin cuestionar la pureza de las medicinas que tomamos», desde antibióticos hasta quimioterapias, desde antidepresivos hasta analgésicos que se fabrican en China, según Rosemary Gibson, asesora principal del Centro Hastings, un instituto de investigación de bioética.

Gibson es coautora del libro China RX: Exposing the Risks of America’s Dependence on China for Medicine (China RX: Exponiendo los riesgos de la dependencia de Estados Unidos en China para medicamentos), que aboga por llevar la fabricación de medicamentos a casa.

En la década de 1990, Estados Unidos, Europa y Japón fabricaron el 90 por ciento del suministro mundial de los principales ingredientes de los medicamentos y las vitaminas, según el libro.

China, sin embargo, cambió este panorama global de manera dramática.

El proyecto de Beijing Hecho en China 2025, ha establecido ambiciosos objetivos para dominar y controlar ciertos sectores clave, incluyendo la industria farmacéutica. Mediante la inyección de miles de millones de dólares en subsidios y la formación de un gran número de químicos talentosos, China ha logrado hacer avanzar su capacidad en este sector y expulsar del mercado a los fabricantes occidentales.

La dependencia mundial de un solo país para los medicamentos que salvan vidas hace que Estados Unidos sea vulnerables a las interrupciones en la cadena de suministro, dijo Gibson a The Epoch Times.

«Esta es una gigantesca llamada de atención», explicó, añadiendo que el brote de coronavirus ha exacerbado este problema de vulnerabilidad.

Falta de inspecciones

La caída de la capacidad de inspección de la FDA también está creando riesgos para los consumidores estadounidenses.

Según el libro de Gibson, la FDA fue creada en 1906 para supervisar las medicinas hechas en Estados Unidos. Con el aumento de las importaciones de China, la agencia federal abrió su primera oficina en Beijing en 2008, que fue también la primera instalación de la FDA fuera de Estados Unidos.

Sin embargo, la agencia no estaba preparada para inspeccionar instalaciones extranjeras a gran escala y las plantas farmacéuticas chinas se esforzaron mucho para hacer las inspecciones extremadamente difíciles.

«Sabemos que en el pasado, hubo serios problemas con las drogas que se fabricaban en China», dijo el representante John Garamendi (D-Calif) a The Epoch Times.

«Su calidad era cuestionable. En algunos casos las drogas estaban contaminadas con químicos mortales», agregó.

La mala calidad de la medicina hecha en China ya pasó su factura. En marzo de 2008, la FDA anunció que la heparina fabricada en China y vendida a través de Baxter Healthcare Corp. con sede en Illinois estaba contaminada. Esta heparina contaminada mató a cuatro personas y dañó a 350 en Estados Unidos.

«La cuestión del control de calidad en China con respecto a estas drogas es un asunto mayor y de gran importancia. La actual retirada de los inspectores estadounidenses no hace sino aumentar la preocupación por la calidad», dijo Garamendi.

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