En los enfrentamientos de los últimos días en Gaza, el ejército israelí informó de que había encontrado actividad terrorista en instalaciones de la ONU en extremos opuestos de la Franja de Gaza.
En Rafah, cerca de la frontera sur de la franja, el ejército atacó y destruyó un túnel de 500 metros de longitud adyacente a una escuela gestionada por la ONU en el barrio de Tel al-Sultan, en Rafah, según informaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en un comunicado público. Debajo de él se encontraba lo que se describió como el mayor emplazamiento subterráneo de la Yihad Islámica en la Franja de Gaza para la producción de piezas de cohetes y cohetes de largo alcance.
El 29 de junio, las FDI atacaron y destruyeron el emplazamiento —tanto en la superficie como en el subsuelo— con drones y misiles dirigidos. También declararon que habían eliminado un punto de lanzamiento con nueve lanzaderas de cohetes.
«La destrucción del puesto de avanzada y del centro de producción subterráneo daña la capacidad de la Yihad Islámica de producir y disparar cohetes contra civiles y comunidades israelíes», dice el comunicado de las FDI.
El ejército publicó un mapa que muestra la ruta del túnel, que termina cerca de una escuela operada por el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas (OOPS).
También durante el fin de semana, unidades de las FDI en la ciudad de Gaza, cerca del extremo norte de la franja, se abrieron paso hasta una escuela de la ONU en el barrio de Shejaiya, un lugar que, según dijeron, Hamás estaba utilizando como escondite y almacén. También encontraron allí un lanzacohetes de largo alcance.
«Las tropas descubrieron docenas de armas, granadas y valiosos documentos de inteligencia», dijeron las FDI. Y encontraron una «sala de guerra terrorista» en una clínica médica cercana, «que contenía dispositivos de comunicación, documentos del enemigo y dispositivos de observación».
«Esta es una prueba más de que Hamás se ha incrustado en estructuras civiles con fines terroristas», dijeron las FDI.
The Epoch Times no pudo verificar de forma independiente los hallazgos de las FDI.
La UNRWA, que trabaja exclusivamente con palestinos, ha causado controversia durante años por sus estrechos vínculos con Hamás.
Sus defensores dicen que no tiene más remedio que tratar con Hamás, que controla la Franja de Gaza.
Israel acusó a la agencia de adoctrinar a los niños palestinos de Gaza para que odien a los israelíes y hagan la guerra a Israel, y además afirma que algunos de sus empleados son miembros de Hamás.
La ONU despidió a 12 empleados que supuestamente participaron en la masacre de 1200 israelíes, en su mayoría civiles, y en el secuestro de cientos más, perpetrados por Hamás el 7 de octubre.
Las FDI afirman que las instalaciones de la UNRWA, incluidas escuelas y hospitales, son utilizadas a menudo por las organizaciones terroristas como escudos humanos, para almacenar armas y, en ocasiones, para servir como centros de mando e informáticos.
El ejército difundió imágenes y vídeos de los lugares, incluidas armas capturadas y máquinas herramientas que, según dijo, se utilizaban para fabricar piezas de cohetes.
Combates en Líbano y tensión por los asentamientos en Cisjordania
Por otra parte, un ataque israelí en la ciudad de Tiro, en el sur de Líbano, mató a un alto mando del grupo militante Hezbolá. Hezbolá identificó a la víctima como Mohammed Naameh Nasser, también conocido como Abu Naameh, jefe de la Unidad Aziz del grupo terrorista, una de sus tres divisiones regionales en el sur del Líbano. Circuló un vídeo de una gran columna de humo que salía de un vehículo carbonizado.
Las FDI no hicieron comentarios inmediatos sobre el ataque, pero a última hora del 3 de julio afirmaron que Hezbolá había disparado al menos 100 cohetes contra el norte de Israel. La mayoría de los cohetes, dirigidos contra Kiryat Shmona, la periferia de Galilea y el norte de los Altos del Golán, impactaron en zonas abiertas, según el ejército.
La actividad de cohetes y bombardeos en el frente septentrional, que comenzó tras el ataque de Hamás del 7 de octubre, se ha acelerado desde principios de mayo, con Hezbolá enviando cientos de cohetes y aviones teledirigidos cada mes e Israel tomando represalias.
En la ciudad septentrional de Karmiel, a pocos kilómetros al sur de la frontera libanesa, una persona murió y otra resultó herida en un ataque con arma blanca en un centro comercial, informó la policía israelí.
Según Reuters, la prensa israelí identificó al atacante, que fue abatido a tiros, como Joud Rabia, un árabe israelí de Nahaf, una localidad próxima a Karmiel.
La televisión israelí mostró a una mujer, al parecer familiar del atacante, detenida por la policía en el centro comercial. Algunos medios de comunicación israelíes informaron que la víctima era un soldado de 19 años que servía en una unidad blindada.
La policía israelí se enfrentó a residentes judíos en Cisjordania y desmanteló un puesto avanzado, Tzur Harel, que según la policía era ilegal. Los residentes se sentaron en un intento de obstaculizar la demolición.
El líder del partido Unidad Nacional, Benny Gantz, que recientemente abandonó el gobierno de coalición del primer ministro Benjamin Netanyahu, les acusó de lanzar piedras y agredir a un administrador civil.
Esta medida se produjo incluso cuando el gobierno aprobó 5300 nuevas viviendas israelíes en cinco urbanizaciones de Cisjordania, a las que muchos israelíes se refieren como Judea y Samaria, los nombres antiguos y bíblicos de las tierras.
El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, dijo el 28 de junio que la medida representaba un puesto de avanzada por cada uno de los cinco países europeos que han reconocido recientemente a Palestina como nación independiente.
El gobierno designó casi 5 millas cuadradas de tierra en el Valle del Jordán para asentamientos judíos. Un grupo contrario a los asentamientos dijo que se trataba del mayor movimiento de este tipo en más de tres décadas, desde el inicio del fallido proceso de paz de los Acuerdos de Oslo de 1993.
Con información de Associated Press y Reuters.
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