La senadora Dianne Feinstein (D-Calif.) dijo el miércoles que está «indecisa» sobre la eliminación de la regla del filibusterismo en el Senado.
Feinstein, de 87 años, la senadora de mayor edad, dijo a los periodistas en el Capitolio que le preocupa que la eliminación del filibusterismo legislativo pueda volverse en contra de los demócratas cuando los republicanos vuelvan a ser mayoría. La medida requiere un umbral de 60 votos para aprobar leyes importantes.
«Yo diría que estoy indecisa», dijo Feinstein.
Una futura mayoría republicana «es un factor, una de las razones por las que estoy indecisa», dijo.
La regla del filibusterismo se adoptó originalmente para dar al partido minoritario una voz más fuerte en el Senado y evitar el control partidista de la cámara alta por parte de la mayoría. La regla requiere esencialmente un umbral de supermayoría, ahora de 60 votos, para interrumpir el debate en el Senado y para someter a votación los proyectos de ley u otras medidas.
Algunos demócratas, como el senador moderado Joe Manchin (D.V.), están a favor de mantener el filibusterismo legislativo, mientras que los grupos progresistas de extrema izquierda presionan para que se elimine.
Los comentarios de Feinstein el miércoles marcan un cambio respecto a septiembre de 2020, cuando se opuso a acabar con la norma.
«No creo en hacer eso. Creo que el filibusterismo sirve para algo. No se usa a menudo, se usa menos ahora que cuando llegué y creo que es una parte del Senado que se diferencia», dijo entonces.
El presidente Joe Biden, que anteriormente sirvió en el Senado, un día antes señaló por primera vez que está a favor de cambiar, en lugar de eliminar, la regla del filibusterismo, sugiriendo que debería reformarse para exigir a los legisladores que hablen en el pleno del Senado para retrasar la aprobación de un proyecto de ley.
«No creo que haya que eliminar el filibusterismo», dijo Biden durante una entrevista con George Stephanopoulos de ABC News.
«Hay que hacer lo que solía ser cuando llegué al Senado, en los viejos tiempos. Uno tenía que ponerse de pie y comandar la palabra, se tenía que seguir hablando (…) así que se tiene que trabajar por el filibusterismo».
A la pregunta de si respalda el regreso del «filibusterismo parlante», que ha sido apoyado por varios demócratas, el presidente dijo «lo estoy. Eso es lo que se supone que era».
«Esto está llegando a un punto en el que, ya saben, la democracia tiene dificultades para funcionar», añadió Biden.
Para eliminar el filibusterismo, los demócratas necesitarían el apoyo de todos los miembros de su bancada, una tarea ardua ante el compromiso de algunos, entre ellos Manchin y la senadora Kyrsten Sinema (D-Ariz), que también ha manifestado su oposición a eliminar la norma.
El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), dijo esta semana en el pleno del Senado que se produciría un «caos» si los demócratas trataran de eliminar completamente el filibusterismo.
«Este caos no abriría una vía rápida al cambio liberal. No abriría una vía rápida para que la presidencia de Biden pase a toda velocidad a los libros de historia. El Senado se parecería más a un choque de 100 coches, sin que nada se mueva», dijo McConnell.
«Nadie que preste servicio en esta cámara puede ni siquiera empezar a imaginar cómo sería un Senado de completa destrucción total», añadió, diciendo que los republicanos requerirían votaciones en todos los movimientos parlamentarios, ralentizando drásticamente el ritmo de las negociaciones.
Con información de Tom Ozimek.
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