La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) hizo «ajustes operativos» a los esfuerzos de rescate y recuperación del huracán Helene en partes de Carolina del Norte durante el fin de semana, después de que un funcionario público dijo que la agencia federal detuvo la ayuda debido a las amenazas.
«Por la seguridad de nuestro dedicado personal y de los sobrevivientes del desastre a los que estamos ayudando, FEMA realizó algunos ajustes operativos», declaró un portavoz de la agencia federal a The Epoch Times el lunes por la mañana.
«Los Centros de Recuperación de Desastres continuarán abiertos según lo programado, los sobrevivientes continúan registrándose para recibir asistencia y continuamos ayudando a la gente de Carolina del Norte con su recuperación», añadió el portavoz.
El domingo, el sheriff del condado de Ashe, Phil Howell, dijo en una declaración que los funcionarios de la FEMA en la región montañosa del estado, ubicada en la parte occidental de Carolina del Norte, fueron objeto de amenazas no divulgadas.
«Nosotros quisimos abordar los temas actuales que se están difundiendo sobre la FEMA en el condado de Ashe», escribió Howell en las redes sociales. «Como parte de una respuesta, ellos han estado aquí para ayudar y asistir a los necesitados. Recientemente, en la región montañosa, han habido amenazas en contra de ellos».
Esas amenazas no fueron formuladas en el condado de Ashe ni en los condados circundantes, dijo el sheriff.
«Por abundancia de precaución, ellos detuvieron su proceso mientras evalúan las amenazas. Nosotros notificaremos a todos si y cuando estemos actualizados», escribió Howell.
El sheriff instó a la gente a «mantener la calma y la estabilidad» durante el proceso de rescate y recuperación.
«Ayuden a la gente y, por favor, no alboroten la olla», indicó a continuación.
En una actualización, el sheriff Howell declaró que los centros de FEMA abrieron el lunes por la mañana y estarán abiertos el resto de la semana.
El huracán Helene tocó tierra en la región Panhandle, de Florida, como tormenta de categoría 4 a finales de septiembre, antes de desplazarse hacia el norte, descargando importantes cantidades de lluvia en los Montes Apalaches de Carolina del Norte, situados en la parte occidental del estado. Días después, el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, dijo que comunidades enteras habían sido «borradas del mapa» debido a las inundaciones, deslizamientos de tierra y derrumbes.
Los sistemas de electricidad y agua, las carreteras y otras infraestructuras sufrieron graves daños en toda la región, y las autoridades dijeron que probablemente se tardarán meses o incluso años en recuperarse por completo.
FEMA se ha estado enfrentado a las críticas de algunos republicanos por su respuesta y por el anuncio realizado en abril, por la agencia, de que está utilizando cientos de millones de dólares en fondos para reasentar a inmigrantes ilegales.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, dijo en múltiples ocasiones que FEMA necesita financiación del Congreso, aunque afirmó que la agencia cuenta actualmente con recursos suficientes para hacer frente tanto al huracán Helene como al huracán Milton, el último de los cuales azotó la costa del Golfo de Florida la semana pasada.
«Tenemos los recursos para responder a las necesidades inmediatas de las personas afectadas por el huracán Helene y el huracán Milton», declaró Mayorkas a la prensa la semana pasada. «Dicho esto, necesitaremos fondos adicionales, e imploramos al Congreso que cuando vuelva, de hecho, financie a la FEMA como es necesario».
El Congreso regresará de su receso el 12 de noviembre, mientras que la temporada de huracanes en la cuenca atlántica termina oficialmente el 30 de noviembre.
La directora de FEMA, Deanne Criswell, declaró a ABC News el 6 de octubre que las acusaciones de que su agencia está dando prioridad a los inmigrantes ilegales o que la agencia bloqueó las carreteras en Carolina del Norte «no ayudan» y es «desmoralizador para todos los rescatistas que han estado ahí fuera en sus comunidades ayudando a la gente».
Desde que Helene tocó tierra, FEMA también ha creado varias páginas en su sitio web, incluyendo una sección de «respuesta a rumores» que aborda las preocupaciones que la gente pueda tener con respecto a cómo manejó los daños causados por Helene.
El 11 de octubre, la Sra. Criswell declaró a los periodistas que FEMA está «continuamente» monitoreando las redes sociales, medios de comunicación y otros lugares porque la agencia quiere asegurarse de que está «proporcionando el entorno más seguro» para sus empleados, y «asegurándose de que sepan que su seguridad es lo primero y más importante (…) a medida que salen a estas comunidades».
Por su parte, el Centro Nacional de Huracanes dijo el lunes por la mañana que está monitoreando un área de baja presión en la parte central tropical del Océano Atlántico, pero señaló que es poco probable que el sistema se convierta en algún tipo de tormenta.
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