El portavoz de la Guardia Costera de Filipinas, el Comodoro Jay Tarriela, el 17 de agosto defendió el derecho de los buques filipinos a estar en el banco Escoda, un atolón perteneciente a las Islas Spratly, después que el Ministerio de Asuntos Exteriores de China emitiera una declaración acusando a Filipinas de una acción que «infringe la soberanía de China».
Las tensiones entre Filipinas y el Partido Comunista Chino (PCCh) en el Mar de China Meridional se intensificaron recientemente hasta convertirse en escaramuzas, pese al acuerdo que ambos países alcanzaron el 24 de julio.
El PCCh reclama desde hace mucho tiempo todo el Mar de China Meridional y hace evidente su presencia militar en la zona, ignorando a menudo los acuerdos que firmó.
El 16 de agosto, un portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de China dijo al Global Times, un medio estatal chino, que el banco Escoda, al cual los chinos llaman Xianbin Jiao, es territorio chino.
«La entrada y permanencia prolongada de los buques filipinos en la laguna de Xianbin Jiao sin autorización infringe gravemente la soberanía de China, viola la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar de China Meridional y representa una grave amenaza para la paz y estabilidad en el #MarDeChinaMeridional», dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores el viernes, según publicó el Global Times en las redes sociales. Tarriela respondió a la publicación, afirmando que el banco de arena Escoda es territorio filipino.
«El banco Escoda está situado dentro de la Zona Económica Exclusiva de Filipinas, de acuerdo con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y el fallo arbitral de 2016», escribió, refiriéndose a una resolución internacional de La Haya que rechazó la reclamación del PCCh sobre un territorio donde Filipinas pescó durante siglos.
Tarriela afirmó que la Guardia Costera de Filipinas también tiene permiso para patrullar el banco Escoda sin autorización de ningún otro país y mantiene una presencia allí para protegerlo contra pescadores ilegales y actividades pesqueras ilegales que dañan el entorno marino.
El PCCh ignoró la sentencia de 2016, junto con otros acuerdos internacionales.
Tarriela declaró que el PCCh «debería dejar de citar la Declaración de 2002 sobre la Conducta de las Partes en el Mar de China Meridional, ya que no cumplen ni siguen una sola disposición de dicha declaración».
La declaración de 2002, firmada por varias naciones insulares del Pacífico y China, afirma el compromiso de estas con la libre navegación del Mar de China Meridional de acuerdo con el derecho internacional y se compromete a resolver cualquier disputa territorial por medios pacíficos.
«En lo que respecta a la región, sólo Beijing viola constantemente esta declaración», escribió Tarriela.
«Desplegaron allí sus grandes buques guardacostas, complementados por su numerosa milicia marítima china. Además, enviaron sus activos navales al banco Escoda, y estas acciones socavan la estabilidad en estas aguas y contribuyen a la escalada de tensiones».
El ejército chino optó por las demostraciones de fuerza frente a las «comunicaciones amistosas» en los años siguientes, lo que llevó a Filipinas a solicitar un arbitraje internacional en 2012 y a La Haya a fallar a su favor en 2016.
El desacuerdo sobre el banco Escoda se produjo una semana después de un incidente sobre la cercana Scarborough Shoal. El 8 de agosto, un avión de la Fuerza Aérea de Filipinas realizaba una patrulla rutinaria sobre el banco Scarborough cuando dos aviones chinos lanzaron bengalas en su trayectoria de vuelo.
Filipinas dijo que esto puso en peligro a su tripulación, y los militares chinos respondieron afirmando que sus acciones fueron «profesionales» y estaban «justificadas» y que, en cambio, la fuerza aérea filipina interfirió en las operaciones rutinarias chinas.
El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., dijo a los reporteros el 11 de agosto que las acciones de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación sobre el territorio en disputa eran «injustificadas, ilegales e imprudentes».
«Apenas comenzamos a calmar las aguas, y ya es preocupante la posibilidad de inestabilidad en nuestro espacio aéreo», dijo. Marcos afirmó que Filipinas estaba comprometida en resolver los problemas por medios pacíficos y exhortó a Beijing a responder con diplomacia y «acciones responsables».
El secretario de Defensa de Filipinas, Gilberto Teodoro, anunció el 12 de agosto que Filipinas presentaría una protesta diplomática a China tras el incidente aéreo, ya que formaba parte de un «patrón continuo» de comportamiento demostrado por Beijing en el Mar de China Meridional.
La región —por la que se calcula que pasan unos 3 billones de dólares en comercio anual— es rica en petróleo y yacimientos naturales y es una zona militar estratégica clave tanto para China como para Estados Unidos.
En 2021, salió a la luz un video de un asesor del PCCh en el que exponía los planes del PCCh para reclamar el Mar de China Meridional mediante tácticas turbias, como el uso de buques pesqueros civiles para promover sus ambiciones militares.
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