Filtraciones de laboratorio pasan «todo el tiempo»: Excomisario de FDA pide investigar origen de COVID

Por Tom Ozimek
31 de mayo de 2021 1:47 PM Actualizado: 09 de diciembre de 2021 9:59 AM

El doctor Chris Gottlieb, excomisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), dijo el domingo que descubrir los verdaderos orígenes del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) es clave para ayudar a identificar posibles deficiencias en los protocolos de seguridad y a reducir el riesgo de futuras pandemias.

En su intervención en el programa Face the Nation de la CBS, Gottlieb advirtió que las filtraciones de los laboratorios —una de las teorías sobre el origen del virus del PCCh— se producen con frecuencia y que el hecho de determinar con exactitud cómo llegó el patógeno a infectar a los seres humanos tiene importantes implicaciones para las medidas de seguridad que podrían evitar otro brote.

«En realidad, este tipo de fugas en los laboratorios ocurren todo el tiempo», dijo Gottlieb al medio. «Incluso aquí, en Estados Unidos, hemos tenido percances, y en China, los últimos seis brotes conocidos de SARS-1 salieron de laboratorios, incluyendo el último brote conocido, que fue un brote bastante extenso que China inicialmente no quiso revelar que salió de un laboratorio», dijo el especialista.

Gottlieb señaló que la teoría de que el virus del PCCh se filtró desde un laboratorio, en lugar de dar un salto natural de los animales a los humanos, ha ido cobrando fuerza.

«Hemos hecho una búsqueda exhaustiva del llamado huésped intermedio, el animal que podría haber sido huésped de este virus antes de que se propagara a los humanos. No hemos encontrado tal animal», dijo a continuación, indicando que la teoría de que el virus surgió en un mercado de alimentos en Wuhan, China, también fue «totalmente refutada».

Los argumentos a favor de la teoría de la fuga del laboratorio se ven reforzados por las pruebas circunstanciales, dijo, señalando los problemas conocidos en el Instituto de Virología de Wuhan (WIV), la instalación en el centro de la controversia.

«Sabemos que ese laboratorio estaba mal construido, tenía controles deficientes», dijo Gottlieb. «Sabemos que el laboratorio realizaba investigaciones de muy alto riesgo, incluyendo la infección de animales transgénicos, animales con sistemas inmunológicos totalmente humanos».

Una vista aérea muestra el laboratorio P4 en el Instituto de Virología de Wuhan, China, el 17 de abril de 2020. (Hector Retamal/AFP vía Getty Images)

«Sabemos que estaban trabajando con virus similares al SARS que nunca antes se habían divulgado. Ahora tenemos nuevas pruebas de que algunos trabajadores del laboratorio se infectaron justo en el momento en que se cree que este virus se introdujo por primera vez», añadió.

Un informe reciente de The Wall Street Journal cita fuentes gubernamentales estadounidenses no identificadas y familiarizadas con un informe de inteligencia estadounidense no revelado anteriormente, que indica que tres investigadores del instituto de Wuhan fueron hospitalizados en noviembre de 2019 con síntomas consistentes con la gripe estacional y COVID-19.

El PCCh negó cualquier conexión entre el origen del virus y el laboratorio de Wuhan e impulsó la hipótesis de la «zoonosis natural», de que el virus se transmitió a los humanos desde un huésped animal, aunque, como señaló Gottlieb, no se ha encontrado ningún huésped intermedio.

Además, el régimen chino afirmó que el virus se originó fuera de China. En una rueda de prensa del 24 de mayo, el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Zhao Lijian, acusó a Estados Unidos de liberar el virus desde la base militar de Fort Detrick, en Maryland.

En medio de las preguntas sobre los orígenes del virus del PCCh, el Instituto de Virología de Wuhan se ha negado a compartir sus datos brutos, registros de seguridad y registros de laboratorio sobre su trabajo en los coronavirus de los murciélagos.

«China podría proporcionar pruebas que serían exculpatorias en este caso», dijo Gottlieb, incluyendo el acceso a las muestras de sangre del personal del laboratorio de Wuhan, así como otros registros de laboratorio, incluyendo algunas fuentes de las cepas virales originales.

«Se han negado a hacerlo», señaló.

Gottlieb agregó que el brote de COVID-19 habla de la necesidad de ver «la salud pública a través de la lente de la seguridad nacional», e instó a los servicios de inteligencia estadounidenses a involucrarse más.

«Tradicionalmente (…) nosotros hemos confiado en las convenciones internacionales y en los científicos que trabajan en conjunto, en los acuerdos multilaterales para tratar de evaluar los riesgos y tratar de descubrir este tipo de brotes. Yo creo que también tenemos que mejorar la vigilancia y utilizar nuestras herramientas de seguridad nacional para ayudar a cumplir esa misión», añadió.

Sus declaraciones se producen en medio de las crecientes peticiones de una nueva investigación sobre el origen del virus, la «fase dos», que sería autorizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), después de que el primer informe de la agencia sanitaria sobre el asunto fuera recibido con críticas generalizadas. Estados Unidos y más de una docena de países expresaron su preocupación por la primera fase del estudio de la OMS sobre el origen del virus, señalando el considerable retraso del estudio y la negativa de China a compartir datos básicos cruciales.

El presidente Joe Biden anunció el 26 de mayo que ordenó una revisión más detallada de parte de los servicios de inteligencia de lo que caracterizó como dos escenarios igualmente plausibles de los orígenes del virus del PCCh: uno natural, el otro una fuga de laboratorio.

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