Las empresas de servicios públicos de gas estadounidenses están presionando para que se apoyen los proyectos de ley para mantener las estufas de gas en funcionamiento, ya que la administración Biden recomienda la eliminación de estos dispositivos por motivos de cambio climático.
Las compañías de gas natural están reuniendo a sus aliados políticos en el Congreso para evitar cualquier intento de reducir el uso de estufas de gas, según registros federales.
Las empresas de servicios públicos de gas temen que las prohibiciones de estufas de gas sean el comienzo de un bloqueo más amplio al gas natural, ya que los activistas del cambio climático pretenden electrificar una gran parte del sistema energético.
Los activistas de izquierda contra el cambio climático ahora persiguen el consumo de gas natural después de destruir la industria del carbón de EE.UU. bajo la administración Biden.
La Administración Biden reflexiona sobre la prohibición de las estufas de gas
Alrededor del 69 por ciento de los estadounidenses dijeron que están en contra de la prohibición gubernamental de las estufas de gas, según una encuesta hecha en junio realizada por el Centro de Estudios Políticos Estadounidenses de Harvard y Harris.
La controversia estalló en enero después de que la Casa Blanca dijera que estaba considerando una prohibición nacional a las estufas de gas, citando un informe que vinculaba su uso con el asma y otros riesgos para la salud.
Un alto funcionario de la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor (CPSC) sugirió que una prohibición nacional a las estufas de gas podría frenar la contaminación del aire, pero el director de la agencia negó esa declaración.
Más tarde también se reveló que la agencia había estado considerando prohibir las estufas de gas durante meses.
La reacción creció aún más después de que el Departamento de Energía introdujera nuevas regulaciones en febrero que impondrían estándares de eficiencia energética más estrictos en los nuevos modelos de estufas de gas para 2027.
Sin embargo, el Departamento de Energía insistió en que no tenía planes de prohibir las estufas de gas y calificó las acusaciones como “absurdas”.
Más de 47 millones de habitantes, o el 38 por ciento de los hogares, cocinan con gas, según la Administración de Información de Energía.
Las familias estadounidenses usaron 88,300 millones de pies cúbicos de gas para cocinar en casa en 2020, o el 0,3 por ciento del consumo total de gas de ese año de 30.5 billones de pies cúbicos.
Lobby de las empresas de gas
Empresas de servicios públicos de gas como CenterPoint Energy (pdf), CMS Energy (pdf) y otros grupos comerciales han estado presionando al Congreso para que apoye proyectos de ley como la Ley Save Our Gas Stoves, que la Cámara aprobó 249-181 el mes pasado.
Al menos 29 demócratas se unieron a 220 republicanos en apoyo de la ley.
El Senador Dan Sullivan (R-Ark.) presentó una legislación complementaria en el Senado, que cuenta con el respaldo del Senador Joe Manchin (D-W.Va.).
La legislación, que fue patrocinada por la representante Debbie Lesko (R-Ariz.), prohíbe que el secretario de energía “finalice, implemente o haga cumplir la regla propuesta titulada »Programa de conservación de energía: Estándares de conservación de energía para productos de consumo de cocina convencionales” lo que obligaría a la mayoría de los modelos actuales a salir del mercado.
Al Departamento de Energía también se le impediría introducir estándares que “resulten en la prohibición del uso de estufas o estufas de cocina según el tipo de combustible que utilicen, incluidas las estufas de gas”.
La Cámara también aprobó la Ley de Libertad y Protección de Estufas de Gas con una votación de 248-180, que impide que la CPSC use fondos federales para regular las estufas de gas como productos peligrosos prohibidos bajo la Ley de Seguridad de Productos del Consumidor.
La Casa Blanca ha expresado su oposición a cualquier legislación sobre la regulación de estufas de gas, pero no ha mencionado si el presidente Joe Biden las vetará.
El representante Dan Newhouse (R-Wash.), quien apoyó la legislación, le dijo a The Hill que las estufas de gas eran baratas y efectivas y que prohibir su uso hundiría a muchos hogares en la pobreza.
“Las estufas de gas son una parte integral de cómo se preparan los alimentos para casi 187 millones de estadounidenses, valoradas por su asequibilidad y confiabilidad”, dijo el Sr. Newhouse.
“Esta transición a alternativas más costosas, tal como la propuso la administración Biden, impondría importantes tensiones financieras a los hogares estadounidenses”.
“Los hogares equipados con electrodomésticos a gas natural ahorran a las familias hasta USD 1068 al año en comparación con sus contrapartes completamente eléctricas”, dijo.
“Es inconcebible que, en la búsqueda del activismo climático, el gobierno voluntariamente cargue a su gente con facturas de electricidad exorbitantes y costosos reemplazos con electrodomésticos”.
Los gobiernos locales aprueban proyectos de ley
Mientras tanto, las autoridades locales ahora están asumiendo la prohibición de las estufas de gas, y varias ciudades de todo el país ya tienen restricciones vigentes para las estufas de gas.
En mayo, Nueva York se convirtió en el primer estado en aprobar una legislación que prohibiría la instalación de estufas de gas en edificios nuevos debido a supuestos problemas de salud.
El nuevo proyecto de ley prohibirá las estufas a gas junto con los calentadores de agua, las secadoras de ropa y otros aparatos que queman gas, pero la legislación no afectó el servicio en los edificios existentes.
“El planteamiento de muchos estados y ciudades de distintas partes de EE.UU. ha sido cambiar los códigos de edificación, que en realidad exigirían todos los equipos eléctricos o denegarían la conexión de equipos de gas combustible a las viviendas», declaró Richard Meyer, vicepresidente de mercados energéticos de la Asociación Americana del Gas (AGA).
Después de que la Cámara aprobara el proyecto de ley, la AGA señaló que “los clientes quieren gas natural” e instó al Senado a aprobar la legislación.
La Asociación Estadounidense de Gas Público, que representa a las empresas de servicios públicos municipales, dijo que los dos proyectos de ley de la Cámara “previenen los ataques regulatorios a los productos de cocina a gas que afectarían significativamente el uso directo del gas natural, que defienden los miembros de la APGA”.
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