El fiscal general de Texas, Ken Paxton, dijo que respalda una auditoría de los resultados electoralesde 2020 en el estado, días después de que un representante estatal presentara un proyecto de ley que permitiría llevar a cabo una revisión de las elecciones en los 13 condados más poblados de Texas.
«No sé por qué no querríamos dar a la gente confianza en nuestras elecciones, y darles la oportunidad de saber con seguridad que han tenido una auditoría, y que las cosas están bien o están mal», dijo Paxton al presentador de radio Chad Hasty en una entrevista esta semana. «Y nos da la oportunidad de averiguar cómo queremos corregirlo».
El representante Steve Toth, un republicano, presentó la medida para la auditoría a principios de este mes, que se centraría en los condados con más de 415,000 habitantes. Los condados de Harris, Dallas, Bexar, Tarrant, Collin, Travis, Denton, Hidalgo, Fort Bend, El Paso, Williamson, Montgomery y Cameron estarían incluidos en la revisión.
La propuesta de auditoría, admitió Paxton, puede ser inviable porque los condados podrían no cumplir con el Senado estatal, lo que llevaría a un proceso prolongado que implicaría batallas judiciales.
«Creo que incluía como 15 de los principales condados del estado. Bueno, eso es mucha gente, esos son muchos votos», dijo Paxton en referencia al proyecto de ley de Toth. «No sé cuánta cooperación se va a obtener de algunos de esos condados, por lo que podría ser una empresa que lleva bastante tiempo, pero puede valer la pena hacerlo una vez solo para ver en qué situación estamos», agregó.
De los condados, solo tres —Collin, Denton y Montgomery— votaron a favor del expresidente Donald Trump en 2020. Los 10 condados restantes de Texas votaron por el presidente Joe Biden.
Los republicanos han dicho que las auditorías y los proyectos de ley que apuntan a medidas electorales como los votos por correo, los buzones y el voto anticipado son necesarios para salvaguardar las elecciones futuras y restaurar la confianza del público en ellas. Los demócratas dicen que las auditorías respaldadas por el GOP están diseñadas para dañar la confianza del público en las instituciones electorales y han denunciado que casi todos los proyectos de ley republicanos de revisión de las elecciones apuntan injustamente a los votantes de las minorías.
En medio de la auditoría de los resultados del condado de Maricopa, en Arizona, que ha durado meses, los legisladores de otros estados liderados por los republicanos, como Wisconsin o Pensilvania, han impulsado sus propias revisiones electorales. La semana pasada, un equipo de auditoría que revisó las papeletas y el equipo electoral en Maricopa dijo en una audiencia del Senado estatal que encontró miles de discrepancias, aunque los ejecutivos del condado de Maricopa y los demócratas han denigrado frecuentemente la auditoría y han dicho que los resultados no son creíbles.
Y en los últimos meses, el fraude parece ser un tema importante que está en la mira de la oficina de Paxton.
Sin dar muchos detalles, Paxton dijo el 11 de julio a una audiencia en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Texas que está investigando 386 casos más de presunto fraude electoral, además de los más de 500 casos que su oficina está investigando. Los casos, añadió, son pruebas de que el fraude electoral ocurre, en contra de los discursos dominantes que se desplegaron a partir de noviembre pasado de que no hubo un fraude «generalizado» durante las elecciones.
“No se crean los discursos porque en Texas vamos a luchar contra el fraude electoral”, dijo Paxton en el evento, argumentando que los candidatos republicanos habrían tenido problemas durante la jornada electoral del año pasado si su oficina no hubiera impedido que los funcionarios electorales locales presuntamente infringieran las normas de votación.
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