La oficina del fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, está solicitando una orden de mordaza que impida al expresidente Donald Trump hacer «ciertas declaraciones extrajudiciales», mientras un caso que alega que el 45º presidente falsificó documentos comerciales se dirige a juicio.
La semana pasada, el fiscal de distrito presentó una notificación para la próxima moción de orden de silencio, argumentando que el presidente Trump «tiene una larga historia de hacer comentarios públicos e incendiarios sobre los participantes en diversos procedimientos judiciales en su contra».
El argumento se hace eco de los utilizados en otras jurisdicciones para silenciar con éxito al expresidente Trump durante los procedimientos judiciales. Tanto una corte civil de Nueva York como un juez federal de Washington habían impuesto órdenes de silencio al expresidente con el razonamiento de que las partes nombradas podrían sufrir un acoso indebido, y las cortes de apelaciones en ambos casos confirmaron las órdenes de silencio en parte por las mismas razones.
Por ello, el fiscal del distrito de Manhattan argumenta que «la autoridad legal para una orden de este tipo está bien establecida».
Argumentan que las declaraciones del expresidente, así como las «inevitables reacciones que suscitan entre los seguidores y aliados del acusado» desordenarán el proceso judicial y probablemente causarán un «perjuicio material».
La corte ya emitió una orden de protección con respecto al «uso de materiales obtenidos a través de la presentación de pruebas y por citación» y los fiscales ahora quieren una orden adicional que prohíba al expresidente Trump hacer o dirigir a otros a hacer declaraciones sobre «testigos razonablemente previsibles con respecto a su posible participación en la investigación o en este proceso penal».
Reflejando el lenguaje utilizado por la Corte de Apelaciones del Circuito de Washington DC, los fiscales piden que la orden de silencio se extienda a las declaraciones sobre el abogado que no sea el Sr. Bragg, la familia y los miembros del personal del fiscal de distrito u otro abogado, y el personal del tribunal si las declaraciones «se hacen con la intención de interferir materialmente» con el caso o causar que otros lo hagan, o cualquier declaración sobre jurados o posibles jurados.
«Como han determinado otros tribunales, estas medidas profilácticas razonables están ampliamente justificadas por la conducta anterior del acusado y por el riesgo de perjuicio para el procedimiento pendiente si no se toman las medidas de protección adecuadas», escribieron los fiscales.
Argumentan que esto es apropiado ya que está «estrechamente adaptado». La orden no impediría al expresidente Trump hablar sobre el caso o el Sr. Bragg, pero le impediría hacer declaraciones sobre los testigos, incluyendo probablemente Michael Cohen, quien anteriormente representó al expresidente Trump y cuyas reclamaciones condujeron al caso.
En un caso civil separado, los abogados del expresidente Trump habían tratado de impugnar a Cohen como testigo, señalando que mintió en la corte en múltiples ocasiones.
Los abogados del expresidente Trump dijeron que responderán en la corte esta semana.
Bragg recibió cartas con polvo blanco y amenazas: Oficial de Seguridad
Fiscales argumentaron que el presidente Trump tiene «una larga y quizás singular historia» de uso de redes sociales y otras plataformas en las que critica a «adversarios».
Citaron posts en los que llamaba al Sr. Bragg «racista, respaldado por George Soros» mientras arremetía contra «los demócratas de izquierda radical, los medios de noticias falsas y el Departamento de ‘Injusticia'».
El sargento Nicholas Pistilli, del Departamento de Policía de Nueva York, que dirige el equipo de seguridad del Sr. Bragg, señaló en una declaración jurada que en 2022, de los casi 500 casos de amenazas contra funcionarios públicos, solo uno mencionaba a Bragg. En 2023, hubo 89 casos de amenazas que implicaban a Bragg, a su familia o a sus empleados, y la primera se produjo el mismo día en que el presidente Trump publicó un post, el 18 de marzo de 2023, sobre la inminente acusación.
Pistilli dijo que había dos cartas dirigidas al fiscal del distrito que contenían polvo blanco, una con una nota que decía «Alvin: voy a matarte» y la otra «te arrepentirás», junto con fotos de Bragg y del expresidente Trump.
Pistilli supervisó otros 600 correos electrónicos, llamadas y mensajes de texto acosadores dirigidos al fiscal de distrito u otro personal de su oficina, y los fiscales agregaron que había habido «miles» en total.
Los fiscales también enviaron varias presentaciones judiciales de otros casos penales del expresidente Trump, incluida una declaración jurada del investigador Gerald Walsh, quien afirmó que la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis, había sido víctima de ataques y había recibido múltiples amenazas después de su enjuiciamiento del presidente Trump.
Caso
El caso de Manhattan fue la primera de las cuatro acusaciones penales del expresidente Trump, y es el primero de esos casos en ir a juicio.
El expresidente Trump fue acusado de 34 cargos de falsificación de registros comerciales, y los fiscales alegan que lo hizo en un esfuerzo por ocultar un «esquema ilegal para influir en las elecciones presidenciales de 2016».
La investigación surgió a raíz de las afirmaciones hechas por Cohen, quien había hablado públicamente sobre el pago a una actriz de cine para adultos para evitar que hiciera declaraciones sobre un supuesto romance con el entonces candidato Trump, y afirmó que fue reembolsado ilegalmente por su cliente y que, como resultado, hubo registros comerciales falsificados.
El juicio comienza el 25 de marzo con la selección del jurado.
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