El fiscal general de Virginia, Jason Miyares, y otros 19 fiscales generales estatales republicanos, expresaron el viernes su «indignación y alarma» tras la filtración el 8 de febrero de un memorando interno del FBI que caracteriza a los católicos como «extremistas violentos por motivos raciales o étnicos».
En busca de respuestas, Miyares presionó al director del FBI, Christopher Wray, y al fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, para obtener información sobre cómo surgió el memorando.
«Somos los principales funcionarios legales de nuestros respectivos Estados encargados no solo de hacer cumplir la ley, sino también de garantizar los derechos civiles de nuestros ciudadanos», señaló Miyares en una carta dirigida a los funcionarios el 10 de febrero.
«El FBI debe ordenar inmediata e inequívocamente al personal de la agencia que no persiga a los estadounidenses por sus creencias y prácticas religiosas», dijo Miyares a continuación. «También exigimos que el FBI presente públicamente todos los materiales relacionados con el memorando y su elaboración».
El memorando del 23 de enero de la oficina del FBI en Richmond fue publicado el miércoles en el sitio web UncoverDC, por Kyle Seraphin, un exagente especial del FBI que denunció las irregularidades y fue suspendido por la agencia en junio.
El documento apunta específicamente a los «católicos tradicionalistas radicales», un grupo que, según el autor del memorando, se caracteriza por «el rechazo del Concilio Vaticano II como un concilio válido de la Iglesia» y de «frecuente adhesión a la ideología antisemita, antiinmigrante, anti-LGBTQ y de supremacía blanca».
Como prueba de esas conclusiones, el memorándum cita al izquierdista Southern Poverty Law Center, así como «investigaciones del FBI, informes de agencias locales de seguridad e informes de enlace, con diversos grados de corroboración y acceso».
Fanatismo anticatólico
«El fanatismo anticatólico parece estar supurando en el FBI y la Oficina está tratando a los católicos como terroristas potenciales debido a sus creencias», escribió Miyares el viernes, condenando la sugerencia del memorando de que el FBI se infiltre en lugares de culto para identificar a posibles extremistas.
El jueves, la Oficina Nacional de Prensa del FBI rechazó el memorándum, diciendo a The Epoch Times que el documento «no cumple con los exigentes estándares del FBI» y afirmó que la oficina «nunca llevaría a cabo actividades de investigación o abriría una investigación basada únicamente en una actividad protegida por la Primera Enmienda».
Miyares, sin embargo, no se mostró convencido, sosteniendo que la respuesta de la oficina no era más que un intento de «controlar daños» tras la protesta pública.
«El memorando filtrado de la oficina del FBI de nuestra capital es inaceptable, inconstitucional y antiestadounidense. Francamente, es lo que yo esperaría de la Cuba comunista», dijo el fiscal general en la declaración al referirse al asunto.
«Como fiscal general, soy responsable de defender los derechos de los virginianos y la libertad religiosa es el fundamento de las Constituciones de Estados Unidos y de Virginia», dijo a continuación.
«Los virginianos no deben ser y no serán etiquetados como ‘extremistas violentos’ por su gobierno debido a cómo rinden culto, o debido a sus creencias».
La carta de Miyares también fue firmada por los fiscales generales de Alabama, Alaska, Arkansas, Georgia, Idaho, Indiana, Iowa, Kansas, Kentucky, Luisiana, Misuri, Montana, Nebraska, Ohio, Carolina del Sur, Tennessee, Texas, Utah y Virginia Occidental.
En conjunto, los fiscales exigen que el FBI y el Departamento de Justicia dejen de vigilar a los estadounidenses por sus creencias religiosas y revelen públicamente hasta qué punto ya lo han hecho.
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