Los fiscales federales pidieron el miércoles a un juez de Florida un retraso indefinido en la programación del juicio para el hombre acusado de intentar asesinar al expresidente Donald Trump en su campo de golf a principios de este mes, citando la gran cantidad de pruebas que aún necesitan examinar.
Ryan Routh, de 58 años, compareció el lunes ante la corte federal de West Palm Beach (Florida), donde se declaró inocente de múltiples cargos, entre ellos intento de asesinato a un importante candidato presidencial, agresión a un agente de la policía federal y delito grave de posesión de armas.
Las fuerzas del orden alegan que Routh, un contratista de tejados, se colocó con un rifle frente al Trump International Golf Club de West Palm Beach el 15 de septiembre mientras el expresidente jugaba al golf.
Afirman además que Routh pretendía matar al candidato presidencial republicano, pero fue descubierto escondido cerca de una valla por un agente del Servicio Secreto de EE.UU., que abrió fuego contra él.
Routh supuestamente huyó y más tarde fue detenido en una carretera de Florida.
En una presentación ante la jueza de distrito de Florida Aileen Cannon, los fiscales dijeron que todavía tienen que rebuscar entre las pruebas relativas al segundo presunto intento de asesinato a Trump.
Los fiscales pidieron a Cannon que designara el caso de Routh como “complejo”, para darles más tiempo para cribar las pruebas.
“En las últimas dos semanas, Estados Unidos entrevistó a cientos de testigos”, dijeron los fiscales en la presentación. “También ha ejecutado 13 órdenes de registro en Florida, Hawái y Carolina del Norte, y ha incautado cientos de pruebas, incluidos múltiples dispositivos electrónicos”.
También están pendientes más de un centenar de citaciones judiciales, y los funcionarios tienen miles de vídeos, imágenes fijas, archivos de texto y archivos de audio que revisar, dijeron los fiscales.
El FBI todavía está realizando pruebas forenses en múltiples pruebas, incluidas pruebas de balística y comparaciones de huellas dactilares y ADN, dijeron los fiscales.
Basándose en los resultados preliminares de algunas de las pruebas, el gobierno anticipa que llamará a varios testigos expertos para testificar en el juicio, dijeron los fiscales.
“Conforme a la Regla 16 de las Reglas Federales de Procedimiento Penal, el gobierno debe proporcionar declaraciones de testigos expertos con suficiente antelación al juicio para proporcionar al acusado una oportunidad justa de conocer las pruebas del gobierno”, escribieron los fiscales del gobierno en la presentación ante la corte.
Concluyendo su petición, los fiscales señalaron que la “naturaleza reactiva” de la acusación significa que la investigación del caso sigue en curso.
Los fiscales anticipan que se entrevistará a más testigos, se recopilarán más pruebas y se obtendrán más registros a través de citaciones y órdenes de registro.
“En consecuencia, el Gobierno solicita a la corte que designe este caso como complejo (…) para dar a las partes el tiempo necesario para revisar adecuadamente la voluminosa documentación y determinar qué peticiones deben presentarse”, concluyen los fiscales.
Según el expediente presentado a Cannon, los fiscales consultaron con los abogados defensores de Routh, que no se oponen a la petición del gobierno de retrasar indefinidamente la fecha de su juicio.
Las autoridades dijeron que encontraron un rifle AK-47, una bolsa de aperitivos, una cámara digital y bolsas con placas metálicas para resistir el fuego del Servicio Secreto en el sexto hoyo del campo de golf, donde Routh supuestamente se escondió el día del aparente intento de asesinato.
En otro lugar, también descubrieron una carta manuscrita que supuestamente entregó a otra persona meses antes, en la que hacía referencia a un intento de asesinato a Trump, según las autoridades.
Los abogados de Routh sugirieron en una audiencia judicial el 23 de septiembre que la carta podría haber sido un intento de ganar publicidad, señalando lo que llamaron los esfuerzos de Routh para promover la democracia en Ucrania y Taiwán.
El tiroteo de Florida supuso el segundo intento de asesinato de Trump en apenas dos meses, después de que un hombre armado abriera fuego en un mitin de campaña en Butler (Pensilvania) en julio, matando a una persona e hiriendo a otras dos.
Una de las balas impactó en la oreja del expresidente Trump.
El tirador, identificado por las fuerzas del orden como Thomas Matthew Crooks, de 20 años, fue abatido por un francotirador del Servicio Secreto.
Jack Phillips contribuyó a este artículo
Con información de Reuters
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