Las elecciones a las oficinas de fiscales jefes locales se centraban antes en quién parecía ser más duro con la delincuencia.
A menudo denominados fiscales de distrito o fiscales del Estado, los fiscales jefes locales son elegidos públicamente a nivel de condado y a veces de ciudad para dirigir los procesos penales en nombre de la población de un determinado estado.
Pero desde hace aproximadamente una década, una serie de candidatos progresistas a fiscal han ganado las elecciones locales en todo el país, como en Baltimore, Chicago, Filadelfia, San Francisco y Los Ángeles. A menudo ayudados por el sentimiento público tras las muertes de alto perfil en las que interviene la policía y por el dinero de donantes liberales como George Soros.
Al asumir el cargo, despiden a la vieja guardia y contratan a jóvenes idealistas para eliminar los obstáculos de su nueva agenda. Los exfiscales dicen que esto deteriora la calidad de los procesos penales.
Sin embargo, a medida que la delincuencia alcanza máximos históricos en muchas ciudades donde se han promulgado agendas progresistas, estos fiscales se enfrentan a una creciente reacción.
Dos semanas antes de Navidad, cuando Filadelfia superó su récord histórico de 500 homicidios, el fiscal de distrito Larry Krasner dijo: «No tenemos una crisis de delincuencia, no tenemos una crisis de violencia».
Su comentario no tardó en suscitar críticas desde todos los rincones de la ciudad. Días después, Krasner se disculpó y se retractó de sus comentarios.
Para Shuaiyb Newton, exfiscal de homicidios de la oficina de Krasner, el comentario confirma que a Krasner le importa más la gente encerrada que la gente que muere por la violencia con armas. Esa es una de las razones por las que Newton, que se había convertido en fiscal para hacer justicia a las comunidades negras, dejó la oficina de Krasner en 2020.
Newton aún recordaba la primera reunión que tuvo Krasner con los fiscales tras asumir el cargo. Krasner les dijo que su misión era acabar con el encarcelamiento masivo, lo que no le pareció bien a Newton.
«No creo que la misión de un fiscal sea acabar con el encarcelamiento masivo. El trabajo de un fiscal es hacer que la gente rinda cuentas por infringir las leyes. Intentamos obtener un resultado justo y equitativo para cada caso en función de las personas y los delitos que han cometido —ya sea retirando la acusación, ofreciendo clemencia o una sentencia dura», dijo Newton a The Epoch Times.
Posteriormente, las políticas de Krasner le parecieron a Newton un medio para alcanzar el objetivo final de acabar con el llamado encarcelamiento masivo a toda costa, incluyendo el no imponer fianzas en efectivo para ciertos delitos menores y no solicitar más de tres años de supervisión para los delitos graves.
Para reducir el número de personas que cumplen largas condenas por asesinatos, Krasner ordenó a sus fiscales que redujeran los cargos de asesinato para evitar las cadenas perpetuas obligatorias asociadas a los asesinatos en primer y segundo grado, y les ordenó que pidieran su aprobación personal para los acuerdos de declaración para condenas superiores a 15 años.
Eso envió a los delincuentes una señal de que los fiscales se están volviendo menos duros con los delitos más graves, dijo Newton.
Durante el primer periodo de Krasner, el número de homicidios se disparó a 353 en 2018, 356 en 2019, 499 en 2020 y 562 en 2021, el año con más muertes en la historia de Filadelfia. Krasner fue reelegido para un segundo periodo de cuatro años en noviembre de 2021.
Cerca de allí, en Baltimore, el número de homicidios también aumentó cada año bajo la fiscalía estatal Marilyn Mosby, con un promedio de 333 por año entre 2015 y 2021. Durante el último periodo del predecesor de Mosby, Gregg Bernstein, la ciudad tuvo un promedio anual de 215 homicidios.
El mes pasado, el gobernador republicano de Maryland, Larry Hogan, acusó a Mosby de ser responsable del aumento de homicidios en Baltimore, exigiendo que presentara los registros de la oficina para justificar la financiación estatal. Mosby acusó entonces a Hogan de utilizar Baltimore como blanco de críticas para ganar puntos políticos.
Al asumir el cargo, Mosby despidió a un grupo de fiscales veteranos, en parte para eliminar los obstáculos a su agenda progresista, incluido un veterano de 20 años en medio de un juicio por robo a mano armada contra un criminal violento reincidente. Otros renunciaron, incluida la fiscal de homicidios Roya Hanna.
Desde que dejó la oficina, Hanna ha abierto su propio bufete de abogados, defendiendo a personas acusadas penalmente por los fiscales de su antigua oficina. A través de su trabajo de defensa, tiene un asiento de primera fila para ver la erosión del trabajo de la fiscalía bajo Mosby.
«Estos fiscales son jóvenes y no saben lo que no saben. La rotación de personal es tanta que no tienen muchos veteranos a los que pedir consejo», dijo Hanna a The Epoch Times.
Ha visto desde errores menores en la preparación de las pruebas hasta errores importantes en las peticiones de anulación del juicio. El verano pasado, uno de los clientes de Hanna, un delincuente reincidente con malos antecedentes, fue declarado inocente, en gran parte debido a algunos errores importantes del fiscal, dijo Hanna.
Aparte de la actuación en los juicios, la calidad de los acuerdos de declaración. también se vio afectada, dijo. La mayoría de los casos penales en Baltimore, al igual que en otras jurisdicciones estadounidenses, se resuelven mediante acuerdos de culpabilidad. En todo el país, solo un 10% de los casos penales llegan a juicio.
Un paso clave para crear un acuerdo de declaración adecuada es evaluar si el acusado cometió el delito en gran medida debido a las malas circunstancias, como la salud mental, el abuso de drogas o la pobreza extrema, o si el acusado cometió el delito simplemente porque está acostumbrado a la emoción y la facilidad de la vida criminal, dijo Hanna.
«Es una habilidad que lleva tiempo desarrollar».
Sin embargo, Hanna descubrió que algunos fiscales jóvenes en la oficina de Mosby habitualmente daban tratos indulgentes sin importar la naturaleza del crimen y los delincuentes, como un acuerdo de declaración de cero tiempo de prisión para el delincuente violento reincidente Luther Moody Trent, quien presuntamente prendió fuego a la casa de su exnovia mientras ella estaba adentro.
«Ese, para mí, es uno de los ejemplos de una oficina que no está funcionando, de una oficina que está propiciando a la delincuencia violenta», dijo Hanna a The Epoch Times.
Otras oficinas dirigidas por fiscales progresistas, como las de Filadelfia y San Francisco, también vieron disminuir la calidad del trabajo de la fiscalía tras el despido y la renuncia de fiscales veteranos, según las entrevistas con exfiscales y los reportes de los medios de comunicación locales.
El verano pasado, Hanna se presentó a la elección por la jefatura de la fiscalía de Baltimore, convirtiéndose en la primera candidata demócrata que se enfrenta a Mosby en las elecciones primarias de junio de 2022. Dijo que quiere ayudar a los votantes a relacionar el fracaso de la gestión de Mosby con el aumento de la delincuencia y que recurran a fiscales competentes y experimentados como ella para restaurar la oficina. Hanna nunca perdió un juicio por asesinato como fiscal.
En San Francisco, los residentes entregaron suficientes firmas en noviembre de 2021 para asegurar una elección de destitución del fiscal del distrito Chesa Boudin en junio de 2022.
Boudin, un exdefensor público, fue elegido en noviembre de 2019 con una plataforma progresista. A un año de su término, durante la pandemia, aumentaron los homicidios, los robos de autos y los hurtos.
Entonces, el 31 de diciembre de 2021, el infractor reincidente Troy McAlister se pasó un semáforo en rojo en el centro de San Francisco en un auto robado, matando a Elizabeth Platt, de 60 años, y a Hanako Abe, de 27. Los registros muestran que McAlister habría estado entre rejas ese trágico día si no fuera por las nuevas políticas de Boudin.
Esta tragedia impulsó el primer intento de destituir a Boudin, liderado por el excandidato republicano a la alcaldía Richie Greenberg. Pronto le siguió otra iniciativa de destitución, liderada por las activistas demócratas Andrea Shorter y Mary Jung. Este último esfuerzo consiguió la destitución al recoger 83,000 firmas. Boudin fue elegido por 86,682 votos con un estrecho margen de unos 3000 votos.
En Los Ángeles, en diciembre de 2021 se puso en marcha un esfuerzo similar para destituir al fiscal del distrito George Gascón.
La fiscal jubilada Kathleen Cady ha estado ocupada recogiendo firmas. El año pasado, Cady dijo que ayudó a unas 90 familias de víctimas de asesinatos a hacer valer su voz en un sistema de justicia penal en el que la balanza se ha inclinado hacia los acusados desde que Gascón asumió el cargo.
Gascón contrató a media docena de defensores públicos y los puso directamente en puestos administrativos de alto nivel, quienes a su vez establecieron políticas para que los fiscales actuaran más como abogados defensores, dijo.
«Así que ahora en lugar de un fiscal y un abogado defensor discutiendo ante un juez, tienes casi dos abogados defensores. Nuestro sistema legal fue creado para ser adversario, por lo que es un problema cuando no funciona así», dijo Cady a The Epoch Times.
El sindicato de fiscales de Los Ángeles presentó una demanda en octubre de 2021 en la que acusaba a Gascón de violar la normativa de la administración pública al contratar a los defensores públicos. Según la presidenta del sindicato, Michele Hanisee, en la década anterior al periodo de Gascón, un total de media docena de defensores públicos se convirtieron en fiscales y casi siempre partían de puestos de nivel inicial.
Se necesita tiempo para que un defensor público se acostumbre al papel de fiscal, dijo el vicepresidente del sindicato Eric Siddall a The Epoch Times. Un fiscal tiene el deber de buscar justicia tanto para las víctimas como para los acusados, mientras que un abogado defensor solo tiene que ser leal a su cliente, dijo.
Gascón fue elegido como fiscal jefe en 2020 tras recibir un impulso por el sentimiento público tras la muerte de George Floyd. Por ejemplo, los miembros de Black Lives Matter organizaron una serie de protestas contra la que fuera la favorita y titular Jackie Lucey.
En la semana siguiente a su elección, Gascón se reunió con miembros de Black Lives Matter mientras se preparaba para la transición.
En Chicago, Kim Foxx fue elegida fiscal del estado del condado de Cook con una plataforma progresista en 2016 después de que la titular Anita Alvarez fuera ampliamente criticada por ser lenta en procesar al policía Jason Van Dyke por matar a Laquan McDonald, un adolescente negro. Van Dyke fue posteriormente condenado por asesinato en primer grado.
La oficina de Foxx aumentó drásticamente el número de cargos penales contra la policía de Chicago en 2021, cinco oficiales fueron acusados por el uso excesivo de la fuerza en servicio y tres fueron acusados por mala conducta fuera de servicio. Entre 2017 y 2020, solo uno o dos oficiales de policía de Chicago fueron acusados anualmente por mala conducta criminal, según los registros internos obtenidos por The Epoch Times.
Chicago vivió en 2021 el año con más muertes en un cuarto de siglo, con 797 homicidios. Más allá de eso, los barrios tradicionalmente aislados de los crímenes aleatorios y violentos están siendo lentamente invadidos, lo que ha hecho que los residentes tengan miedo de salir durante la noche u opten por mudarse por completo de la ciudad, según Maureen Martino, directora ejecutiva de una Cámara de Comercio en el barrio de Lakeview, en el lado norte de Chicago.
Martino y un grupo de líderes empresariales se sentaron recientemente con Foxx para exigir cambios en sus políticas progresistas. Foxx aceptó una segunda reunión con ellos en los próximos meses.
«Son los barrios los que están sufriendo», dijo Martino a The Epoch Times. «South y West Side llevan años pidiendo ayuda, pero no ha pasado nada. Va a hacer falta que la gente de North Side también hable y diga basta».
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