La fiscal general de Nueva York presentó el miércoles una moción en un tribunal para bloquear de inmediato los recientes cambios operativos efectuados en el Servicio Postal de EE.UU. (USPS) destinados a ayudar a la agencia a reducir costos.
La fiscal general, Letitia James, ha pedido a un Tribunal de Distrito de EE.UU. que bloquee inmediatamente los cambios recientes realizados en el USPS con el fin de restaurar las normas que regían las operaciones postales antes de junio, mientras su demanda se tramita en el tribunal. James ha acusado a la administración Trump de ralentizar las operaciones postales en el período previo a las elecciones presidenciales de noviembre.
«No nos quedaremos de brazos cruzados mientras trata de suprimir la democracia y el derecho fundamental de cada estadounidense a votar. Hemos presentado esta moción para detener al presidente y asegurar que cada votante que reúna los requisitos tenga la oportunidad de votar en noviembre», dijo James en un comunicado.
La semana pasada, James presentó una demanda multi-estatal para bloquear los cambios de política del USPS, pidiendo a la corte federal que declare los cambios como inconstitucionales y que evite cualquier otro cambio sin una opinión consultiva de la Comisión de Regulación Postal.
La demanda afirmaba que los cambios llevados a cabo por el director general de Correos Louis DeJoy socavarían significativamente la capacidad del servicio postal para manejar las boletas de voto por correo en noviembre, algo que James y los otros fiscales generales creen que afectará a un gran número de residentes que viven en sus estados.
El brote del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) puso en primer plano la cuestión del voto por correo, ya que se prevé que un gran número de estadounidenses voten por correo para evitar las aglomeraciones en los centros de votación. Sin embargo, las preocupaciones sobre si el Servicio Postal de los Estados Unidos podría entregar a tiempo las papeletas de voto por correo se pusieron de manifiesto después de que el asesor general y vicepresidente ejecutivo del organismo, Thomas J. Marshall, enviara cartas a varios estados advirtiéndoles de que tal vez no podría cumplir los plazos de entrega de las papeletas por correo.
La administración Trump fue objeto de un intenso escrutinio después de que DeJoy anunciara el 7 de agosto cambios radicales en la estructura de liderazgo de la organización, como parte de los planes «para operar de manera más eficiente y eficaz, y servir mejor a los clientes» teniendo en cuenta las preocupaciones sobre la situación financiera de la agencia.
Dijo que la posición financiera del USPS es «desesperada» y que, sin «un cambio dramático», la agencia «se enfrentará a una inminente crisis de liquidez». Sus cambios provocaron que al menos 20 directivos de Correos fueran reasignados a nuevas funciones o desplazados. Estas medidas de recorte de gastos han suscitado la preocupación de que se produzcan atrasos en el correo en todo el país, lo que aumenta aún más la preocupación de que las papeletas no se entreguen a tiempo para las elecciones de noviembre.
Muchos legisladores y críticos alegaron que la decisión de DeJoy de reestructurar el servicio postal nacional unos meses antes de las elecciones de noviembre tiene por objeto limitar el voto por correo.
A raíz de las críticas, DeJoy dijo más tarde que el USPS suspendería algunos cambios operativos hasta después de las elecciones para «evitar la aparición del más mínimo incidente en el correo electoral».
Pero eso no ha impedido que los estados presenten demandas contra el USPS y la administración Trump, que dicen que necesitan más «acuerdos vinculantes» de DeJoy.
DeJoy recientemente testificó ante el Congreso frente a un panel del Senado donde aseguró «al público estadounidense que el Servicio Postal es totalmente capaz y está comprometido a entregar el correo electoral de la nación de forma segura y a tiempo».
También ha defendido los cambios operacionales y aclarado las inexactitudes sobre lo que ha hecho frente a un panel de la Cámara, incluida la información errónea de que ordenó la retirada de las cajas de recogida azules o la retirada del equipo de procesamiento del correo.
«En primer lugar, no mandé retirar las cajas azules de recolección o el equipo de procesamiento de correo», dijo durante su comparecencia.
«Segundo, no ordené la reducción de jornada en ninguna de nuestras oficinas de correos. Y finalmente, no mandé suprimir o recortar las horas extras. No obstante, suspendí estas prácticas, para evitar cualquier percepción errónea sobre nuestro compromiso de entregar el correo electoral de la nación. Cualquier otra afirmación de los medios o de los funcionarios electos está fomentando un falso relato al pueblo estadounidense».
El USPS y DeJoy también se enfrentan a demandas presentadas por al menos 25 estados, en las que se argumenta que DeJoy ha actuado fuera de su autoridad con el fin de introducir cambios en el sistema postal, sin seguir los procedimientos adecuados en virtud de la ley federal.
Zachary Stieber contribuyó a la elaboración de este artículo.
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