Los fiscales federales pidieron una condena de 40 años para el hombre declarado culpable de atacar con un martillo al marido de la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), argumentando que sus delitos constituyen terrorismo y que su castigo debe ser más severo de lo que exigen las directrices estándar.
Un memorando de sentencia, presentado ante la Corte de Distrito de EE. UU. en San Francisco el 10 de mayo, indica que David DePape no ha mostrado ningún remordimiento y no merece ninguna indulgencia por los dos delitos por los que fue condenado el año pasado: intento de secuestro y agresión por el desempeño de las funciones oficiales de un funcionario federal.
Los cargos conllevan una pena máxima de 20 y 30 años de prisión, respectivamente. Los fiscales argumentaron en el memorando de sentencia que un aumento de terrorismo debe aplicarse a la sentencia del Sr. DePape porque sus crímenes fueron calculados para intimidar o tomar represalias contra un funcionario del gobierno y debe ser considerado un «delito federal de terrorismo».
El aumento por terrorismo que solicitan los fiscales significa que, además de pedir la pena máxima de 20 y 30 años por cada cargo, diez años de la condena deben ser consecutivos y el resto concurrentes.
«En consecuencia, el gobierno recomienda que la corte imponga una pena de 40 años», escribieron los fiscales en la nota.
La sentencia se ha fijado para el 17 de mayo.
El Sr. DePape se declaró inocente.
Aumento del terrorismo
En noviembre, un jurado de una corte federal declaró al Sr. DePape culpable de intentar secuestrar a la entonces presidenta de la Cámara Pelosi y de agredir a su marido, Paul Pelosi, en ambos casos con motivo de sus funciones oficiales como miembro del Congreso.
Los fiscales argumentaron que los delitos del Sr. DePape —cometidos una semana antes de las elecciones legislativas de mitad de periodo de 2022— estaban calculados para influir en la conducta del gobierno.
Aunque el Sr. DePape no fue condenado por terrorismo, sus delitos equivalen al «delito federal de terrorismo», que se define como un delito que «se calcula para influir o afectar a la conducta del gobierno por intimidación o coacción, o para tomar represalias contra la conducta del gobierno», según el memorando.
El Sr. DePape entró por la fuerza en la casa de la Sra. Pelosi en San Francisco en la madrugada del 28 de octubre de 2022, se enfrentó a su marido y lo golpeó en la cabeza con un martillo.
La policía, que acudió al lugar de los hechos, consiguió someter al Sr. DePape.
Según las imágenes grabadas por las cámaras corporales de la policía durante la noche del ataque, los agentes abrieron la puerta y vieron al Sr. DePape y al Sr. Pelosi sosteniendo lo que parecía ser un martillo. Cuando la policía le dijo al Sr. DePape que soltara la herramienta, éste respondió que no lo haría y pareció golpear al Sr. Pelosi mientras estaba fuera de cámara.
La Sra. Pelosi se encontraba en Washington en el momento del ataque. Su marido, que entonces tenía 82 años, estuvo hospitalizado varios días con fracturas de cráneo y heridas en las manos y el brazo derecho.
Durante el testimonio ante la corte, el Sr. Pelosi dijo que, la noche del ataque, se despertó cuando el Sr. DePape entró en su dormitorio mientras sujetaba bridas y un martillo. El sospechoso dijo repetidamente: «¿Dónde está Nancy?», refiriéndose a su esposa, según el Sr. Pelosi.
«Me di cuenta de que estaba en grave peligro, así que intenté mantener la calma en la medida de lo posible», declaró.
Más detalles
La abogada defensora Jodi Linker argumentó durante el juicio que el Sr. DePape no cometió un delito federal porque no estaba impulsado por las funciones oficiales de la Sra. Pelosi como presidenta de la Cámara. La Sra. Linker argumentó que la firme creencia del Sr. DePape en lo que describió como «teorías de la conspiración» lo motivó para derrocar a la clase dirigente de Estados Unidos.
El Sr. DePape también se enfrenta a varios cargos estatales, entre ellos robo, maltrato de ancianos e intento de asesinato. Una condena por esos cargos conlleva una pena de entre 13 años y cadena perpetua. También se ha declarado inocente de los cargos estatales.
El memorando de sentencia citaba el testimonio del Sr. DePape en el juicio, en el que reconocía que su intención era secuestrar a la Sra. Pelosi, interrogarla y romperle las rótulas si descubría que mentía.
El jurado también escuchó la grabación de una entrevista que el Sr. DePape concedió a una cadena de televisión en 2023, en la que decía que «lamentaba no haber conseguido más de ellos». … Debería haber venido mejor preparado».
Días después de su detención, funcionarios de inmigración estadounidenses confirmaron que el Sr. DePape es un ciudadano canadiense que se encontraba en Estados Unidos de forma ilegal, luego que su visado venciera.
Con información de Jack Phillips.
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