Un hombre de Arizona, que entró al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero con un par de cuernos en su cabeza, debería ser sentenciado a más de cuatro años de prisión a pesar de no haber cometido actos violentos ese día, dijeron los fiscales del gobierno a un juez en un memorando de sentencia el martes por la noche.
Jacob Chansley, conocido como el «Chamán de QAnon», también debería recibir tres años de libertad supervisada y ser obligado a pagar USD 2000 en restitución, dijeron los fiscales.
Chansley fue acusado de seis cargos y se declaró culpable de uno, obstrucción a un procedimiento oficial. Las imágenes de vigilancia y el video de un transeúnte mostraron que Chansley ingresó a la cámara del Senado el 6 de enero y se sentó en el escritorio del vicepresidente Mike Pence, quien fue sacado del área después de que se produjo la irrupción al Capitolio.
Chansley formó parte de la multitud que empujó a los agentes de la ley y entró en la terraza superior oeste del Capitolio, antes de entrar en el edificio a través de las ventanas rotas, dicen los fiscales. Fue uno de los primeros 30 alborotadores que entraron en el edificio, según los documentos judiciales.
Una vez dentro, se vio a Chansley desafiando a un oficial de policía del Capitolio de Estados Unidos para que dejara pasar a la multitud y entró solo en la galería de la cámara del Senado, gritando obscenidades como «se acabó el tiempo [improperio]». Pronto se dirigió al pleno del Senado, donde se sentó en el estrado del Senado menos de una hora después de que Pence dejara ese asiento. El hombre dijo que Pence «es un [improperio] traidor».
Chansley fue escoltado fuera de la cámara aproximadamente una hora después de entrar en ella.
Si bien Chansley carece de antecedentes penales y no fue acusado de cometer actos violentos, sí llevaba una lanza de seis pies de largo y amenazaba con causar lesiones físicas a otra persona, dijeron los fiscales al presionar por una sentencia de prisión de 51 meses. También dijeron que los actos criminales de Chansley «lo han convertido en la cara pública de los disturbios del Capitolio» y lo describieron como «una de las figuras más prominentes» en el tumulto.
Los comentarios de Chansley antes, durante y después de los disturbios mostraron su falta de remordimiento y de creer que lo que hizo estuvo mal, dice el gobierno. «Hay que inculcarle el respeto a las leyes de este país y remarcarle la severidad de sus acciones», escribieron los fiscales al juez de distrito de Estados Unidos, Royce Lamberth, un candidato de Reagan.
En un memorando, el abogado de Chansley, Albert Watkins, destacó cómo su cliente cooperó con la policía federal luego de la infracción y se disculpó por sus acciones el 8 de febrero. También dijo que Chansley, un veterano de la Marina, sufría de problemas de salud mental, como lo demuestra el hecho de que fuera sin camisa en un día invernal.
“Los hechos que llevaron al señor Chansley a hacer lo que hizo el 6 de enero de 2021 son anteriores a sus acciones en el Capitolio. No era un organizador. No era un planificador. No fue violento. No fue destructivo. No era un ladrón”, escribió Watkins al juez.
«En cambio, las acciones del Sr. Chansley el 6 de enero de 2021, son el resultado de una serie de problemas y traumas», derivados en parte de un padre que luchó con las drogas y el alcohol y un padrastro abusivo, agregó.
Una evaluación psiquiátrica ordenada por el tribunal reveló que Chansley tiene un trastorno esquizotípico de la personalidad, un trastorno mental.
El tiempo de Chansley en prisión desde que fue arrestado lo ha impactado negativamente y sería mejor que recibiera tratamiento fuera de la celda, argumentó su abogado. Chansley ya ha cumplido más de 300 días en la cárcel.
“El acusado solicita respetuosamente que el tribunal imponga una sentencia significativamente por debajo del rango de sentencia recomendado bajo las Directrices Federales de Sentencia, reconociendo la dureza de las condiciones que rodean el tiempo cumplido hasta la fecha, e imponga la sentencia que le permita al Sr. Chansley continuar con su búsqueda de salud física y mental priorizada, y para cualquier otro alivio y condiciones adicionales que el tribunal considere justas y adecuadas en las circunstancias únicas aquí mencionadas”, concluyó Watkins.
La sentencia se llevará a cabo en un tribunal federal, en Washington, el 17 de noviembre.
Los memorandos llegaron un día antes de que Lamberth condenara a 41 meses de prisión a Scott Fairlamb, quien se declaró culpable de agredir a las fuerzas del orden público el 6 de enero. Los fiscales habían pedido un poco más de tiempo, mientras que la defensa solicitó 11 meses, lo que equivaldría al tiempo que ya ha cumplido tras las rejas.
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