LOS ÁNGELES—Los fiscales están buscando una indemnización para las familias de las 34 personas que murieron en el incendio de un barco de buceo en 2019 que fue el desastre marítimo más mortífero de la historia reciente de Estados Unidos.
Un juez determinará el monto el jueves 11 de julio durante una audiencia en una corte federal en Los Ángeles. El procedimiento se produce casi cinco años después de la tragedia del 2 de septiembre de 2019 frente a la costa central de California, que provocó cambios en las regulaciones marítimas, una reforma del Congreso y varias demandas civiles en curso.
El capitán del Conception, Jerry Boylan, fue declarado culpable el año pasado de un cargo de mala conducta o negligencia de oficial de barco tras un juicio de 10 días en la corte federal en el centro de Los Ángeles. El cargo es un estatuto anterior a la Guerra Civil conocido coloquialmente como homicidio involuntario de marinero que se diseñó para responsabilizar a los capitanes y la tripulación de los barcos de vapor de los desastres marítimos.
Fue condenado a cuatro años de prisión y tres años de libertad vigilada. Está en libertad bajo fianza y debe presentarse en la Oficina de Prisiones antes del 8 de agosto. Su apelación está en curso.
El Conception estaba anclado frente a la isla de Santa Cruz, a 25 millas al sur de Santa Bárbara, cuando se incendió antes del amanecer del último día de la excursión de tres días y se hundió a menos de 100 pies de la costa.
Treinta y tres pasajeros y un miembro de la tripulación perecieron atrapados en un camarote bajo cubierta. Entre los fallecidos estaban la marinera, que había conseguido el trabajo de sus sueños; un científico medioambiental que investigaba en la Antártida; una pareja de trotamundos; un científico de datos de Singapur; y una familia formada por tres hermanas, su padre y la esposa de éste.
El Sr. Boylan fue el primero en abandonar el barco y saltar por la borda. Cuatro miembros de la tripulación que se le unieron también sobrevivieron.
Aunque aún no se ha determinado la causa exacta del incendio, los fiscales culpan a Boylan de no haber realizado la vigilancia nocturna obligatoria y de no haber formado adecuadamente a su tripulación en la lucha contra el fuego. La falta de vigilancia nocturna permitió que el fuego se propagara sin ser detectado por la embarcación de 23 metros.
Pero los defensores públicos federales del Sr. Boylan intentaron culpar al propietario de la embarcación, Glen Fritzler, que con su esposa es propietario de Truth Aquatics Inc, que operaba la Conception y otras dos embarcaciones de submarinismo, a menudo alrededor de las Channel Islands.
Argumentaron que el Sr. Fritzler era responsable de no haber formado a la tripulación en la lucha contra incendios y otras medidas de seguridad, así como de haber creado una cultura marinera laxa que denominaron «a la manera Fritzler», en la que ningún capitán que trabajara para él realizaba guardias itinerantes.
Los Fritzler no han hablado públicamente de la tragedia desde una entrevista concedida a una cadena de televisión local pocos días después del incendio. Sus abogados no han respondido a las peticiones de comentarios de The Associated Press.
Tres días después del incendio, Truth Aquatics presentó una demanda al amparo de una disposición del derecho marítimo anterior a la Guerra Civil que le permite limitar su responsabilidad al valor de los restos del barco, que fue una pérdida total. Los propietarios del Titanic y de otras embarcaciones ya habían recurrido con éxito a esta maniobra legal, que requiere que los Fritzler demuestren que no fueron culpables.
Ese caso está pendiente, así como otros presentados por familiares de víctimas contra la Guardia Costera por lo que alegan fue una aplicación laxa del requisito de vigilancia itinerante.
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