Florida está experimentando un número récord de casos de COVID-19 y hospitalizaciones durante un aumento a nivel nacional en las métricas del COVID-19.
Unos 10,217 pacientes confirmados o sospechosos de COVID-19 estaban siendo atendidos en hospitales en los últimos días, según los datos presentados por las instalaciones al Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU.
El número fue un brusco aumento con respecto a los últimos meses y por encima del punto máximo de 10,179 visto el 23 de julio de 2020, según la Asociación de Hospitales de Florida.
Florida informó el sábado 21,683 nuevos casos de COVID-19, que fueron más de 2000 por encima del récord anterior establecido en enero. Eso se produjo después de que el estado informara 110,477 nuevos casos en la semana del 23 de julio, un aumento del 18 por ciento con respecto a la semana anterior.
La comisionada de agricultura demócrata de Florida, Nikki Fried, quien se postula para gobernadora, dijo que el aumento en las hospitalizaciones «está presionando nuestro sistema hospitalario al máximo de su capacidad, lo que tiene implicaciones peligrosas más allá del COVID-19».
En un mensaje de video, instó a las personas a vacunarse contra el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), que causa el COVID-19.
De las 57,526 camas de hospital para pacientes hospitalizados de Florida, aproximadamente 47,541 estaban ocupadas, según los datos de los hospitales presentados a las autoridades federales.
Los hospitales en algunas partes de Florida han expresado su preocupación por llegar a alcanzar su límite de capacidad debido a la afluencia de pacientes con COVID-19.
Stephanie Montford Derzypolski, portavoz de Tallahassee Memorial HealthCare, dijo el domingo que el hospital tenía 70 pacientes con COVID-19, la mayoría de los cuales no estaban vacunados.
“Ya no se trata de personas con comorbilidades [sic] de entre 70 y 80 años, sino de personas sanas de entre 20 y 30 y 40 años. Estas personas vienen rogando a nuestros médicos por la vacuna, pero ya es demasiado tarde para ellos. Amigos (…) les ruego que se vacunen si no lo han hecho», escribió en Facebook.
Solo 108 personas murieron por COVID-19 entre el 23 de julio y el 29 de julio en Florida, según datos estatales, un indicio de cuántos pacientes de COVID-19 se están recuperando, independientemente de su estado de vacunación.
La Asociación de Hospitales de Florida informó que en promedio las personas con COVID-19 en los hospitales son más jóvenes que durante los puntos máximos anteriores. El grupo también dijo que ningún hospital reporta una grave escasez de suministros por ahora.
Christina Pushaw, secretaria de prensa del gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo a The Epoch Times que «reconocemos que los casos y las hospitalizaciones han cambiado hacia un grupo demográfico más joven porque hemos tenido mucho éxito con la vacunación de personas mayores».
«Debemos continuar con este paso para expandir las tasas de vacunación en los grupos de edad elegibles», dijo en un correo electrónico.
La mayoría de los casos en Florida en los últimos 30 días han ocurrido entre personas de 20 a 49 años y entre personas no vacunadas, dijo Pushaw. La mayoría de las hospitalizaciones son entre las personas de entre 40 y 69 años.
DeSantis, un republicano, ha evitado implementar los mandatos de mascarillas o vacunas, en contraste con algunos homólgos que gobiernan estados grandes. Dijo en una conferencia de prensa el mes pasado que consideraba que el aumento en los casos de COVID-19 era esperado, refiriéndose al virus del PCCh como estacional. Sin embargo, ha alentado a las personas a vacunarse, especialmente a las personas mayores, que se encuentran entre las más vulnerables a tener síntomas graves de COVID-19.
Las cifras récord en Florida no son las únicas. Los casos de COVID-19, las hospitalizaciones y las muertes están aumentando en Estados Unidos. Algunos expertos dicen que el aumento es impulsado por la variante delta del virus.
Se considera que la variante es responsable de un brote en Massachusetts en julio, que provocó un cambio abrupto de las recomendaciones de mascarillas para los estadounidenses vacunados. Ahora se les dice que usen mascarillas en espacios cerrados si viven en áreas con una transmisión alta o sustancial del virus del PCCh, que incluye prácticamente toda Florida.
Los nuevos casos de COVID-19 en todo el país superaron los 100,000 el 30 de julio por primera vez desde febrero, mientras que las admisiones diarias de pacientes con COVID-19 han aumentado por encima de 6200 en promedio, según los datos de los hospitales presentados a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
El promedio de casos diarios durante siete días tuvo un aumento del 31 por ciento con respecto a la semana anterior, mientras que el promedio de hospitalizaciones aumentó un 40 por ciento con respecto a la semana anterior.
Los casos aumentaron considerablemente en varios estados, incluidos Misuri, Arkansas y Louisiana.
El viernes, se informó de 451 nuevas muertes en Estados Unidos, parte de una tendencia al alza después de caer por debajo de 100 el 4 de julio.
Existen demoras en los informes de muertes y hospitalizaciones debido a que las personas generalmente luchan contra el COVID-19 durante algún tiempo antes de morir. Además, mueren menos personas que contraen la enfermedad en comparación con los inicios en la pandemia, cuando las opciones de tratamiento eran menos variadas y aún no se desarrollaban vacunas COVID-19.
«La mayor amenaza y los resultados más graves, en este momento, están ocurriendo en lugares con bajas tasas de vacunación, y entre las personas no vacunadas», dijo a los periodistas la Dra. Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, en una conferencia telefónica la semana pasada. “Y lo más importante, la enfermedad, el sufrimiento y la muerte relacionadas podrían haberse evitado con una mayor cobertura de vacunación en este país”.
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