En dos iniciativas distintas, Florida pretende ampliar el ámbito de aplicación de la Ley de Derechos de los Padres en la Educación, que los críticos han bautizado como la ley «No digas gay», y prohibir el uso obligatorio de pronombres preferidos en el sistema educativo del estado.
HB 1223 (pdf), un nuevo proyecto de ley que avanza en la Legislatura de Florida y está patrocinado por el representante estatal republicano Adam Anderson, ampliaría la prohibición de enseñar sobre género y orientación sexual a los alumnos desde preescolar hasta el octavo curso.
La prohibición actual de la enseñanza sobre la sexualidad y el género sólo se aplica desde el jardín de infancia hasta el tercer grado.
El proyecto de ley también prohibiría a los empleados, contratistas y estudiantes de las instituciones educativas de Florida «que se les exija, proporcione y se les pida que proporcionen ciertos títulos y pronombres; prohibiendo que los estudiantes sean penalizados o sometidos a cierto tratamiento por no proporcionar ciertos títulos y pronombres».
Además de prohibir la instrucción en clase sobre orientación sexual o identidad de género hasta el octavo grado, el proyecto de ley también establece que cualquier instrucción de este tipo en los grados nueve a 12 debe ser «apropiada para la edad o el desarrollo de los estudiantes de acuerdo con las normas estatales».
Los padres que consideren que su distrito escolar ha infringido esta medida propuesta podrán solicitar medidas cautelares, y los tribunales podrán conceder indemnizaciones por daños y perjuicios.
El proyecto de ley se encuentra en el Comité de Educación y Empleo de la Cámara de Representantes.
El 16 de marzo, el Departamento de Educación de Florida también propuso una nueva norma que prohibiría la enseñanza sobre orientación sexual e identidad de género en las aulas desde preescolar hasta tercer grado, sin excepción, y desde cuarto a duodécimo grado, salvo en circunstancias específicas (pdf).
Para los grados cuarto a duodécimo, «la enseñanza sobre orientación sexual o identidad de género está prohibida a menos que dicha enseñanza sea expresamente exigida por las normas académicas estatales […] o forme parte de un curso de salud reproductiva o de una lección de salud a la que los padres del alumno tengan la opción de que su hijo no asista», dice la norma propuesta.
Una audiencia para discutir la propuesta —que no requeriría la aprobación legislativa— está programada para el 19 de abril a las 9 a.m. en el Complejo del Capitolio del Estado de Florida en Tallahassee. El comisionado de Educación de Florida, Manny Diaz Jr., aprobó el cambio de norma propuesto.
Oposición
En una rueda de prensa celebrada el 22 de marzo, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, afirmó que la nueva propuesta es «total y absolutamente errónea».
«No se equivoquen», añadió. «Esto forma parte de una tendencia preocupante y peligrosa que estamos viendo en todo el país con legislaciones que son anti-LGBTQI+, antitrans, anti-la comunidad de una manera que no hemos visto en mucho tiempo».
También prometió que la Administración Biden «seguirá luchando por la dignidad de los estadounidenses».
Diaz respondió a los comentarios de Jean-Pierre en Twitter.
«Los estudiantes deberían pasar su tiempo en la escuela aprendiendo materias académicas básicas, no siendo alimentados a la fuerza con ideología radical de género y sexual», escribió Diaz. «En Florida, estamos preservando el derecho de los niños a ser niños».
El secretario de prensa de DeSantis, Bryan Griffin, también respondió a Jean-Pierre en internet.
«No hay ninguna razón para que la instrucción sobre orientación sexual o identidad de género sea parte de la educación pública K-12. Y punto».
The Epoch Times se puso en contacto con Anderson, la oficina del gobernador y el Departamento de Educación de Florida.
Apoyo público al proyecto de ley de Florida
En marzo de 2022, DeSantis convirtió en ley el proyecto de ley 1557 de la Cámara de Representantes (pdf). La ley de Derechos de los Padres en la Educación «prohíbe la instrucción en clase sobre orientación sexual o identidad de género desde el jardín de infancia hasta el tercer grado».
Aunque la palabra «gay» nunca se menciona en la medida, los activistas LGBT la han etiquetado constantemente como la ley «No digas gay». A pesar de esos esfuerzos, las encuestas muestran que, tras leer el proyecto de ley, la gente apoya la medida de forma abrumadora.
En una encuesta de Public Opinion Strategies realizada en marzo de 2022 (pdf), el 67% de los padres dijeron que apoyaban la ley, mientras que sólo el 24% se manifestó en contra. Entre los que dijeron «conocer a alguien LGBTQ», el 61% dijo que apoyaba la ley, mientras que sólo el 28% se oponía. Incluso el 55% de los encuestados demócratas dijeron que apoyaban la ley, mientras que sólo el 29 se oponían.
Una encuesta del New York Times/Siena de septiembre de 2022 mostró resultados similares, con el 70 por ciento de los encuestados diciendo que se oponían a permitir que los profesores «proporcionen instrucción en el aula sobre orientación sexual e identidad de género a los niños en la escuela primaria». Sólo el 27 por ciento dijo que apoyaba la idea.
Más notablemente, el 53 por ciento de los demócratas en esa encuesta dijeron que se oponían a la enseñanza en el aula de la orientación sexual y la identidad de género.
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