Las autoridades de Florida dijeron el 7 de marzo que el estado sería el primero en recomendar formalmente que los niños sanos no se vacunen contra el COVID-19.
El Dr. Joseph Ladapo, director de Salud Pública de Florida, hizo el anuncio durante una mesa redonda titulada «Se cierra el telón del teatro COVID».
«El Departamento de Salud de Florida va a ser el primer [departamento] estatal que recomiende oficialmente no vacunar contra el COVID-19 a los niños sanos», dijo Ladapo.
La actualización prevista no parecía estar en el sitio web del departamento el lunes y la agencia se negó a compartir más detalles. Las vacunas contra el COVID-19 «son las herramientas más eficaces para proteger su salud y prevenir la propagación de enfermedades», dice una página del sitio, añadiendo que las vacunas «son seguras, gratuitas y altamente eficaces, incluso contra las variantes conocidas».
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE. UU., que no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios, recomiendan actualmente que prácticamente todos los niños a partir de 5 años reciban la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer y que los niños a partir de 12 años reciban una vacuna de refuerzo debido a la disminución de la eficacia de la vacuna.
Poco después del anuncio de Ladapo, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo que el evento «cristalizó un montón de cosas que hemos visto», incluyendo «un fracaso para sopesar los costos y los beneficios, ya sea que se trate de cierres, ya sea que se trate de cierres de escuelas, o incluso sobre si un niño sano de 7 años debe recibir la vacuna COVID».
El acto tuvo lugar después de que salieran a la luz tres estudios que reavivaron las cuestiones relativas a la vacunación de todos los niños, un tema polémico durante la pandemia.
La Dra. Tracy Hoeg, epidemióloga que trabajó en un estudio que comparaba los riesgos y los beneficios, dijo durante el evento que los datos recientes socavaban los argumentos a favor de la vacunación de los niños.
«Tenemos que asegurarnos de que no estamos haciendo un daño general al vacunar a los niños cuando no sabemos si hay un beneficio. Y tenemos esta señal de seguridad conocida, que analizamos en nuestro documento, que es la miocarditis en los niños, especialmente, más que en las niñas —también existe en las niñas», dijo Hoeg.
«Incluso en el caso de los varones previamente sanos, que no han sido infectados anteriormente, no encontramos que hubiera un beneficio, sino un riesgo general al administrarles la segunda dosis. Por lo tanto, este es el tipo de análisis que debemos hacer de forma rigurosa y hasta que sepamos la respuesta a esto, y hasta que estemos seguros de que no estamos haciendo en general más daño que bien, tenemos que ser capaces de dar a los padres y a los niños la opción de si deben ser vacunados o no».
Varios otros oradores también dijeron que se oponían a la obligación de vacunar a los niños, y recomendaron que se siguiera investigando el cálculo de riesgos y beneficios.
«Si tienes un hijo que tiene riesgo de contraer el COVID, eso es algo que debes discutir con tu pediatra, pero si tienes un hijo sano, las probabilidades de que ese niño muera son increíblemente bajas. Esencialmente cerca de cero, si no cero», dijo el Dr. Marty Makary, profesor de cirugía en Johns Hopkins Medicine.
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