La huelga de camioneros alentada por algunos sindicatos y trabajadores autónomos en Brasil resultó un fracaso y este lunes ninguna carretera del país presentaba movilizaciones o bloqueos, según confirmaron fuentes del sector.
«No hay ningún foco de paralización, hablé con la Policía Federal de Carreteras en todo el país y no hay ninguna información de manifestaciones o bloqueos», dijo a Efe José Araújo Silva, presidente de la Unión Nacional de los Camioneros (Unicam), una de las principales asociaciones del ramo.
El Gobierno brasileño había anunciado que la posibilidad de un nuevo paro era «pequeña» frente a los llamados que circularon en las redes sociales durante los últimos días para detener las actividades por la subida de los precios del combustible y la falta de medidas para mejorar su situación laboral.
La convocatoria contaba con el apoyo de la Central Única de los Trabajadores (CUT), la mayor central sindical del país, vinculada al Partido de los Trabajadores (PT), que lidera el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, mayor adversario político del actual mandatario, el presidente Jair Bolsonaro.
En esta ocasión, la principal voz defensora de las movilizaciones es Marconi França, un transportista autónomo del estado de Pernambuco (nordeste), unos de los principales feudos electorales del PT, y quien aseguró que a partir de este lunes el 70 % de sus colegas, unos 4,5 millones de profesionales, iban a parar.
Sin embargo, hasta el momento no se ha registrado ninguna manifestación en las vías del país suramericano, donde cerca del 60 % del transporte de cargas y pasajeros se realiza por carretera.
El fracaso de la convocatoria se debe, en parte, a que dos de las mayores agrupaciones del ramo, la Asociación Brasileña de Camioneros (Abcam) y la Unión Nacional de los Camioneros (Unicam), se desmarcaron desde un comienzo de la misma.
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