El gobierno francés amplió el lunes el número de actividades que requieren el uso del «pase sanitario» de COVID-19, a pesar de las grandes protestas contra estas medidas.
La ampliación en el uso del pase incluye la visita a hospitales, los viajes interurbanos y asistir a restaurantes y cafés.
El pase es una prueba de la vacunación, de una prueba negativa de COVID-19 o de la recuperación de la enfermedad. Se exige desde el 21 de julio para los eventos o lugares culturales en los que se reúnen más de 50 personas, incluidos los eventos deportivos y los cines.
El pase incluye un código QR que se escanea al entrar en un lugar o evento y puede ser en papel o digital.
Actualmente no se exige a los niños, pero a partir del 30 de agosto, todos los mayores de 12 años tendrán que mostrar una prueba de inmunidad antes de entrar en un evento o espacio público.
Se considera que las personas están totalmente vacunadas siete días después de la segunda dosis de la vacuna de Pfizer, Moderna o AstraZeneca, cuatro semanas después de la vacuna de una dosis de Johnson & Johnson, o siete días después de una dosis de cualquier vacuna COVID-19 administrada a quienes se hayan recuperado de una infección anterior.
El pase forma parte del intento del gobierno de frenar el aumento de los casos de COVID-19 y fomentar la vacunación. Más de 37 millones, es decir, el 55.5% de los franceses, están totalmente vacunados desde el domingo.
«El pase y la campaña de vacunación deberían ayudarnos a evitar nuevos toques de queda y cierres», declaró el sábado el ministro de Sanidad, Olivier Véran, al diario francés Le Parisien, mientras continuaban las protestas por cuarto fin de semana consecutivo contra el pase y la obligación de que el personal de salud esté vacunado para el 15 de septiembre.
Más de 200,000 personas se manifestaron en todo el país, incluidas 17,000 en París este pasado fin de semana, según el Ministerio del Interior. Los opositores al pase y a otros mandatos argumentan que están violando sus libertades civiles.
En respuesta a las protestas, Véran anunció ligeros cambios en las normas del pase sanitario. El gobierno aceptará ahora un resultado negativo en la prueba de PCR o de antígeno de las últimas 72 horas, en lugar de las 48 horas originales. Además, también será válida una autoprueba negativa realizada bajo supervisión médica.
Francia registró el domingo más de 20,000 casos de COVID-19 y 30 muertes, según worldometers.info. Aunque los nuevos casos no han dejado de aumentar en las últimas seis semanas, las hospitalizaciones y las muertes no han aumentado al mismo ritmo que en las últimas olas.
Las estrictas normas por COVID-19 seguirán vigentes hasta el 15 de noviembre.
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