Un tramo clave de la frontera noreste de EE.UU. con Canadá vio un aumento de los cruces de extranjeros ilegales este año.
Sólo en los últimos 11 meses se capturó a más ilegales cruzando a Estados Unidos desde Canadá que en toda la década anterior, anunció esta semana un alto funcionario de la Patrulla Fronteriza.
«Más de 6100 detenciones de 76 países diferentes en sólo 11 meses, superando los últimos 10 años juntos», publicó el 6 de septiembre el agente jefe de la Patrulla del Sector de Swanton, Robert García, en X, antes conocido como Twitter.
«Los agentes del Sector Swanton están resueltos y decididos a mantener la línea a través de nuestras 295 millas de frontera en el noreste de Nueva York, Vermont y New Hampshire».
El post del jefe García incluía fotos que mostraban a grupos de ilegales moviéndose por el bosque con su equipaje al amparo de la oscuridad.
Agentes fronterizos desbordados por la oleada de inmigrantes ilegales
En este sector tan ignorado se produjeron algo más de 1000 aprehensiones de la Patrulla Fronteriza en todo el año fiscal 2022, frente a solo 365 en 2021.
La frontera entre Estados Unidos y Canadá en conjunto había registrado 7633 detenciones hasta finales de julio de este año fiscal, lo que supone un aumento con respecto a las 2238 de todo el año fiscal 2022 y las 916 del año fiscal 2021.
En general, la cantidad de ilegales que cruzan desde el norte se ve empequeñecida por las enormes cifras de la frontera sur, a la que suelen llegar más de 200,000 al mes.
Aún no está claro cuántos ilegales fueron detenidos cruzando en otros sectores de la frontera norte este año.
Sin embargo, el aumento de las cifras en el norte muestra un problema creciente que se extiende mucho más allá de la frontera sur con México, donde el mes pasado fueron detenidas 91,000 personas.
En total, la frontera de EE.UU. se extiende a lo largo de 5525 millas, con 115 puertos de entrada.
El repentino aumento de las detenciones en el norte supuso una carga considerable para los escasos agentes fronterizos de la región.
El jefe García pidió más ayuda en febrero y advirtió de que sus agentes se enfrentaban a la «tensión causada por el aumento» de ilegales, sobre todo procedentes de México, según un memorando obtenido por Fox News.
Pidió refuerzos inmediatos en la ya sobrecargada frontera sur, citando un aumento de casi el 850 por ciento de ilegales en su sector desde octubre del 2022.
«Debido al aumento en el número, las estaciones están saturadas de tareas para procesar grandes grupos, lo que contribuyó a eventos de escapadas, incursiones de peatones y vehículos», dijo el funcionario fronterizo.
La carga de los inmigrantes ilegales se convierte en una cuestión bipartidista
Mientras tanto, los republicanos y algunos demócratas critican cada vez más a la Casa Blanca por el creciente número de cruces ilegales que entran en el país.
En marzo, el gobierno de Biden anunció un nuevo acuerdo fronterizo con Canadá, en el que se especificaba que toda persona que intentara cruzar ilegalmente a cualquiera de los dos países sin autorización sería devuelta.
El presidente Joe Biden declaró en una conferencia de prensa en junio: «Sabemos que la migración segura, ordenada y legal es buena para todas nuestras economías, pero tenemos que poner fin a las peligrosas e ilegales formas en que la gente está migrando».
«La migración ilegal no es aceptable, y aseguraremos nuestras fronteras, incluso mediante acciones innovadoras y coordinadas con nuestros socios regionales», afirmó.
El acuerdo también actualiza el Acuerdo del Tercer Condado Seguro del 2004, que originalmente no abordaba la inmigración ilegal, pero que no logró disuadir a los que cruzan ilegalmente la frontera por el norte.
La ex senadora Kelly Ayotte, de Arizona, que ahora es candidata a gobernadora de New Hampshire, publicó en X que «está claro que tenemos un grave problema que se desarrolla a lo largo de nuestra frontera norte, y la administración Biden está de brazos cruzados mientras peligrosos criminales y drogas fluyen hacia nuestro estado».
Miembros de la Cámara de Representantes de distritos situados a lo largo de la frontera norte, como la representante Elise Stefanik (republicana de Nueva York), culpan a las políticas de la administración Biden y de la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, de permitir la invasión.
Pidió a los demócratas que aprobaran el proyecto de ley de seguridad fronteriza presentado por el Partido Republicano en la Cámara de Representantes a principios de año.
«Ya es suficiente. Es hora de que Joe Biden asegure nuestra frontera sur y norte y la forma más rápida de hacerlo es que, el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer (demócrata de Nueva York) apruebe y Biden firme la Ley de Seguridad Fronteriza de los republicanos de la Cámara de Representantes, que es el proyecto de ley de seguridad fronteriza más sólido de la historia y pondría fin a la crisis fronteriza de Biden», dijo la congresista.
Incluso el alcalde demócrata de Nueva York, Eric Adams, se quejó esta semana de los miles de inmigrantes que llegan en autobús a la ciudad desde la frontera y acusó al gobierno de Biden de no prestar «ningún apoyo» a la crisis.
La llegada de ilegales procedentes de los estados fronterizos está ejerciendo presión financiera sobre las ciudades santuario de todo el país.
«Voy a decirles algo, neoyorquinos. Nunca en mi vida tuve un problema para el que no viera un final. Yo no veo un final para esto», dijo Adams en un ayuntamiento de Nueva York el 6 de septiembre.
Según Adams, casi 110,000 ilegales llegaron a Nueva York desde la primavera del 2022 y calcula que el coste de alojarlos ascenderá a más de 12,000 millones de dólares en tres años.
Incluso intentó ofrecer a los migrantes viajes gratuitos en autobús a Canadá, pero fracasó cuando muchos fueron rechazados en la frontera o regresaron tras la aparente falta de oportunidades allí.
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