La plataforma de criptomonedas FTX, que se declaró en quiebra el pasado noviembre y cuyo principal responsable ha sido acusado de fraude en Estados Unidos, elevó este martes a 5500 millones los activos líquidos que ha identificado para compensar a los deudores afectados.
No obstante, la cifra, superior en 500 millones a la anunciada la semana pasada y que abarca efectivo, acciones y criptomonedas, representa «una insuficiencia importante de activos digitales» para los deudores, según una nota de prensa emitida tras una reunión entre ambas partes.
Esos activos, que la empresa busca recuperar para vender, incluyen una parte «transferida sin autorización a terceras partes», es decir, pirateado, de 323 millones de dólares en la plataforma FTX.com y de 90 millones en FTX US, la rama estadounidense de la compañía, indica la nota.
Aunque la firma -dirigida ahora por una administración aprobada por el tribunal de quiebras- no ha detallado con exactitud el dinero perdido por sus usuarios en el colapso de la plataforma, se estima que el agujero puede ser de al menos 8000 millones de dólares.
John Ray, el director ejecutivo designado al frente de FTX tras la declaración de bancarrota, aseguró que descubrir esa información «preliminar» ha supuesto un esfuerzo de investigación «hercúleo» y que se pretende devolver el máximo dinero a los deudores.
FTX, que llegó a tener una valoración de 32,000 millones de dólares, ha causado estragos en el sector tras su rápido desplome después de que muchos usuarios se apresuraran a retirar sus fondos en medio de informaciones que ponían en duda la solvencia de la compañía.
Este mismo martes, The New York Times revela, citando documentos de comunicaciones entre los Gobiernos de EE.UU. y las Bahamas, que los altos ejecutivos de FTX sabían que había un problema con los fondos depositados por los clientes unas semanas antes del colapso.
Ya en 2020, un desarrollador de software no mencionado por nombre tuvo conocimiento de que Alameda Research, vinculada a la plataforma, tenía un balance negativo de «cientos de millones de dólares», lo que le llevó a concluir que Alameda «estaba usando inapropiadamente los fondos de clientes de FTX.com», agrega el diario.
Su fundador, Sam Bankman-Fried, está acusado por las autoridades de Estados Unidos de múltiples delitos, de los que se declaró no culpable la semana pasada ante un tribunal federal de Nueva York, a donde llegó tras ser extraditado desde las Bahamas, donde residía y tenía sede su empresa.
Bankman-Fried permanece en libertad condicional tras pactar una de las fianzas más altas de la historia de EE.UU., de 250 millones de dólares.
El presunto estafador, que se enfrenta a un máximo de 115 años de cárcel si es condenado por todos los delitos en este caso, tiene programado el comienzo del juicio el próximo 2 de octubre.
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