La inesperada conversación telefónica entre el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, y la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, ha sido un tema muy candente. Algunos especulan que la llamada es un punto de inflexión en las relaciones de China con Estados Unidos. Otros sugieren que la llamada socavó las relaciones de poder en el Estrecho de Taiwán.
¿Pero y si la llamada es en realidad una evaluación por parte de Trump?
Claro, Trump está evaluando a líder chino Xi Jinping. Pero las personas principales que están siendo evaluadas son los varios candidatos para Secretario de Estado- el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney, el ex alcalde de la ciudad de Nueva York Rudy Giuliani, el ex embajador ante Naciones Unidas John Bolton, y el congresista republicano de California Dana Rohrabacher, entre otros.
Trump no parece el tipo de presidente que vaya a estar satisfecho con cumplir su horario de trabajo y disfrutar de noches pacíficas. Tiene grandes planes para restaurar la grandeza de Estados Unidos y quiere marcar su lugar en la historia. Sea que Trump tenga éxito o no en el escenario mundial dependerá de su habilidad de encontrar un Secretario de Estado competente que piense como él y lo comprenda completamente. (En China, es como la campaña anticorrupción de Xi Jinping, la cual no puede operar sin el jefe anticorrupción Wang Qishan).
El presidente electo Trump con seguridad está revisando la lista de candidatos para Secretario de Estado y comprobando sus relaciones con el Congreso, su experiencia diplomática y su apoyo y lealtad durante el ciclo de elecciones presidenciales, etc. De todos modos, el factor crucial es que el candidato debe tener un sentido de rectitud y deber respecto de la misión diplomática más importante de Estados Unidos –las relaciones con China.
Las relaciones entre China y Estados Unidos son el eje central sobre el que giran la economía, asuntos militares, estabilidad regional o asuntos globales. Y las relaciones en el Estrecho de Taiwán son especialmente delicadas, extremadamente particulares e intricadamente problemáticas. El candidato a Secretario de Estado de Trump debe ser astuto, familiar con las relaciones entre Estados Unidos y China y con la situación de Taiwán, y tener las habilidades diplomáticas necesarias para manejar esta importante y delicada tarea. Por sobre todo, el candidato debe estar de acuerdo con las ideas de Trump.
Tal candidato apareció luego del llamado de Trump con Taiwán.
El congresista Dana Rohrabacher fue el primer candidato a Secretario de Estado en reaccionar a la evaluación de Trump. Y en su respuesta, Rohrabacher proyectó seguridad y un sentido de entendimiento del pensamiento de Trump.
Rohrabacher cree que el hecho de que Trump haya respondido el llamado de felicitación de Tsai Ing-wen envía el mensaje apropiado para los políticos de izquierda en el régimen chino y Estados Unidos: Trump tiene sus propias ideas sobre cómo conducir los asuntos entre Estados Unidos y Taiwán y no será influenciado por otros. Al romper las normas diplomáticas, Trump también está enviando un mensaje al régimen chino de que no podrán aprovecharse de él.
La rápida respuesta de Rohrabacher muestra que comprenden bien que Trump está explotando su estatus especial de presidente electo para emitir una declaración de principios. El evaluador y el evaluado están en sintonía, y ambos han demostrado que pueden distinguir el bien del mal.
Dana Rohrabacher dijo en varias ocasiones que si se convierte en Secretario de Estado, instará al régimen chino a terminar con la atrocidad de la sustracción forzada de órganos. Esto está en línea con el sentido de justicia de Trump y también con las exigencias de Xi Jinping de eliminar a la pandilla del ex líder del Partido Comunista, Jiang Zemin, quien comenzó con esta atrocidad hace más de una década. Xi pasó los últimos cuatro años usando la campaña anticorrupción para librarse de los miembros de la facción de Jiang Zemin. Además, Jiang es el autor intelectual detrás de la persecución a los practicantes de Falun Gong, y la sustracción de sus órganos para la venta.
Así que la designación de Rohrabacher como Secretario de Estado, de hecho, proporciona a Xi de una razón externa y una fuerza motriz para limpiar la facción de Jiang. El resultado no es poner en peligro las relaciones entre China y Estados Unidos, sino un retorno a la “Doctrina Reagan”, una política del presidente de Estados Unidos Ronald Reagan en los años 1980 que llevó al colapso de la Unión Soviética. De igual modo, el Partido Comunista Chino se desintegrará con la colaboración tanto de Estados Unidos como de China, un gran triunfo para ambos lados.
Veamos cómo Rohrabacher pasó la evaluación de Trump.
Luego de la conversación entre Trump y Taiwán, Rohrabacher dijo a Breitbart News: “Podemos modernizar y liberalizar nuestra relación con Taiwán sin romper acuerdos. Hablar con ellos y tratarlos de una forma más respetuosa no es una violación del Acta de Relaciones con Taiwán”. Esto muestra que Rohrabacher comprende que Trump de ninguna manera contrarió o socavó las relaciones entre Estados Unidos y China al atender el llamado de la líder de Taiwán. En otras palabras, Rohrabacher capta completamente la esencia y punto de partida de la relación de Estados Unidos con China y Taiwán, y puede habilidosamente negociar esta relación. Ninguno de los otros candidatos a Secretario de Estado ha demostrado esta capacidad.
Como ex escritor de discursos de Ronald Reagan, Dana Rohrabacher comprende muy bien que las dictaduras comunistas son más fácilmente desintegradas desde dentro, no desde fuera utilizando fuerzas armadas. Al final del segundo mandato de Reagan, la Unión Soviética y los países del bloque Soviético abandonaron el comunismo no porque Reagan había ganado un conflicto armado, sino a través de cooperar con muchos países en la economía y la política y a través de apoyar a aquellos que están en contra de las dictaduras socialistas y Rusia. Con su experiencia durante los años de Reagan, Rohrabacher puede efectivamente ayudar a Trump a asistir a Xi Jinping, desintegrando al Partido Comunista Chino; Xi ya está haciendo eso a través de su campaña anticorrupción y reforma política. Los singulares conocimientos prácticos de Rohrabacher lo distinguen de otros candidatos a Secretario de Estado.
De hecho, Trump ya reveló parcialmente su verdadera intención detrás del llamado de Taiwán con la designación de Terry Branstad, el gobernador de Iowa y viejo amigo de Xi Jinping, como embajador de Estados Unidos para China. La conversación con Taiwán y la designación de Branstad se complementan entre sí: Trump tratará con Taiwán en sus propios términos, pero no desea aumentar las tensiones con Beijing. El gobierno de Trump quiere buenas relaciones entre y con ambas partes en el Estrecho de Taiwán, y no desea empezar o provocar una confrontación.
Viendo esto desde otro ángulo, Trump está apuntando a relaciones óptimas entre Estados Unidos y China al enviar a Terry Branstad a Beijing y al preseleccionar a Dana Rohrabacher como Secretario de Estado. Del llamado con Taiwán, queda claro que Rohrabacher es el más adecuado para implementar la política de Trump con China, como su funcionario diplomático más alto.
Li Tianxiao obtuvo su Doctorado en Ciencias políticas de la Universidad de Columbia y es un comentador político principal de New Tang Dynasty Television.
Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no necesariamente reflejan las ideas de La Gran Época.
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