Millones de personas en Estados Unidos celebraron el jueves acudiendo a las playas y viajando en masa para brindar por el nacimiento de su nación con los desfiles del 4 de julio, barbacoas y los siempre esperados juegos artificiales en el cielo nocturno.
En Washington, las luces de neón iluminaron la noche sobre el National Mall. La banda Boston Pops realizó un espectáculo musical de fuegos artificiales en el Hatch Memorial Shell de esa ciudad. Y en los desfiles de todo el país, desde Brattleboro (Vermont) hasta Waco (Texas) y Alameda (California), los asistentes se vistieron de rojo, blanco y azul y ondearon la bandera de Estados Unidos en conmemoración del Día de la Independencia.
Según las previsiones, se batirán récords de desplazamientos, ya que la gente abarrotará los aeropuertos y las autopistas para llegar a las celebraciones del 4 de julio, que para muchos se prolongarán durante todo el fin de semana.
En la Costa Este, algunos posibles bañistas en Connecticut fueron rechazados porque los estacionamientos en los parques estatales se llenaron hasta su capacidad máxima, incluido un tramo de 3 kilómetros (2 millas) en Hammonasset Beach State Park, la playa costera más grande del estado.
Mientras tanto, en el oeste, los residentes tuvieron que lidiar con un calor sofocante, ya que el Servicio Meteorológico Nacional advirtió sobre una ola de calor “significativa y extremadamente peligrosa” en gran parte de la región. En algunos puntos del desierto del suroeste se esperaban temperaturas que superaran los 49 grados Celsius, y las condiciones calurosas y húmedas también impregnaron el sur profundo y el Atlántico medio.
Una alerta de calor en Filadelfia que llegó con temperaturas que alcanzaron los 90 grados no impidió que las multitudes se reunieran en los sitios históricos de la ciudad donde se adoptó la Declaración de Independencia el 4 de julio de 1776.
Afuera del Centro Nacional de la Constitución, actores voluntarios se vistieron con trajes de la época de la Guerra de la Independencia hechos de lana gruesa, a pesar del calor. Los participantes dijeron que valió la pena.
“Te mantiene conectado con tu vecindario y con el lugar donde vives”, dijo Adrián Mercado, quien vistió un uniforme del 6º Regimiento de Pensilvania.
Benjamin Franklin Parkway tenía planificados juegos artificiales, después de un concierto de Ne-Yo y Kesha.
En la ciudad de Nueva York, el espectáculo anual de fuegos artificiales de Macy’s disparó miles de proyectiles desde el río Hudson, iluminando los horizontes de Manhattan, Hoboken y Jersey City.
Desde Queens, se podían ver brillantes esferas doradas y anaranjadas que explotaban y silueteaban el Empire State Building, iluminado en rojo, blanco y azul. El clima templado llevó a los residentes a sus tejados, donde muchos encendieron sus propios fuegos artificiales.
“Así es como lo celebramos. Son las bombas que estallan en el aire. Es el resplandor rojo de los cohetes. Así es como la gente muestra su orgullo y patriotismo”, dijo Julie Heckman de la Asociación Estadounidense de Pirotecnia.
Todo apuntaba a grandes celebraciones: la Administración de Seguridad del Transporte informó que la semana pasada se alcanzó un récord de casi 3 millones de personas que viajaron por aeropuertos en un solo día, una cifra que se espera que se supere esta semana. La AAA proyectó que 60.6 millones de personas viajarán en coche durante el período festivo. Parte del impulso se atribuyó a la disminución de la inflación, aunque muchos estadounidenses siguen preocupados por la economía.
En el suburbio de Chicago, Highland Park reanudó su desfile anual en el segundo aniversario de un tiroteo masivo que se cobró siete vidas y dejó decenas de heridos en el evento de 2022. Los residentes se reunieron en una escuela secundaria para un homenaje antes del desfile, que siguió una ruta diferente a la del pasado.
“El 4 de julio siempre será un día de emociones encontradas”, dijo la alcaldesa Nancy Rotering. “Salimos hoy con la esperanza de que, como comunidad, podamos recordar y honrar las vidas perdidas”.
La festividad que celebra la creación de un nuevo país libre del dominio británico se celebra tradicionalmente con barbacoas, bebidas frías y la bandera de las barras y estrellas en los mástiles y en la ropa, además de desfiles. Pero algunos también celebraron a su manera con sus comunidades.
Por supuesto, se celebró el concurso anual de comer perritos calientes en Coney Island, Nueva York, donde surgió un nuevo campeón: Patrick Bertoletti, de Chicago, se comió 58 perritos calientes para ganar su primer título masculino. En la competición femenina, Miki Sudo, de Florida, se comió 51 salchichas para conseguir su décimo título y establecer un nuevo récord.
En Alaska, la ciudad de Seward se adelantó con un espectáculo de fuegos artificiales a medianoche, cuando miles de personas se reunieron en una playa rocosa durante el breve lapso en que el cielo se oscurece en esta época del año en la tierra del sol de medianoche. Los proyectiles estallaron sobre la bahía Resurrection mientras la gente observaba en silencio. “Fue absolutamente mágico”, dijo la residente Iris Woolfolk.
Los fuegos artificiales anuales de la ciudad de Oroville, en el norte de California, fueron cancelados debido a un incendio forestal, aunque la mayoría de las 17,000 personas bajo órdenes de evacuación o advertencias pudieron regresar a sus casas mientras cientos de bomberos trabajaban bajo un calor extremo.
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