El aumento de los salarios en Estados Unidos causó preocupación entre los economistas por el aumento de inflación, mientras las empresas intentan atraer a los empleados para que vuelvan a trabajar durante la pandemia de COVID-19.
Esto se produce después que el Departamento de Trabajo publicara su decepcionante informe sobre el empleo de agosto, el que mostró que la economía estadounidense añadió solo 235,000 puestos de trabajo en vez de unos 750,000 previstos para el mes, lo cual determinó que la tasa de desempleo se redujera apenas un 0.2%, hasta situarse en el 5.2%.
El informe también mostró que los salarios siguieron aumentando, con un incremento de los ingresos medios por hora del 4.3% en términos interanuales, frente al 4% de hace un año, y un alza del 0.6% en términos mensuales, el doble de lo que había previsto Wall Street.
En un esfuerzo por contrarrestar la escasez y atraer a los trabajadores frente a una falta de mano de obra en todo el país, y las dificultades de contratación debido a la pandemia de COVID-19, numerosos negocios, en particular los del sector de la gastronomía y hostelería, así como los propietarios de las pequeñas empresas, están aumentando el salario de sus empleados.
La semana pasada, Walmart anunció que aumentaría el salario por hora de más de 565,000 trabajadores de sus tiendas en al menos un dólar, en medio de la gran competencia entre las compañías por los trabajadores cualificados.
El mayor compañía minorista del mundo dijo al personal en un memorando, que la medida marca la tercera inversión que hace en salarios en el último año.
El minorista de bajo precio, Dollar General Corp., también anunció que ofrece una bonificación de 5000 dólares a los choferes para ampliar su flota privada, mientras que su rival, Dollar Tree, ofrece una bonificación de 1000 dólares para asegurar que sus centros de distribución tengan suficiente personal antes de la temporada de vacaciones.
Target, CVS Health y Walgreens Boots Alliance son solo algunas de las otras empresas que dijeron que están aumentando el salario inicial a 15 dólares por hora.
Sin embargo, los economistas temen que el fuerte aumento de los salarios frente a una tasa de empleo en descenso pueda contribuir a aumentar los niveles de inflación, añadiendo una presión adicional a los bancos centrales que intentan sacar a sus países de las turbulencias económicas.
«La tasa de desempleo del 5.2% y el rápido aumento de los salarios sugieren una presión inflacionaria que, en última instancia, conducirá a una política más agresiva», escribió el economista de Citigroup, Andrew Hollenhorst, en un análisis detallado de la situación actual del empleo.
Hollenhorst señaló que espera que los funcionarios federales centren más su atención en el alto nivel de ofertas de empleo y el aumento de los salarios en la próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto en septiembre, en lugar del aumento total de las nóminas.
La Reserva Federal de Estados Unidos y muchos economistas sostienen que el reciente repunte de la inflación es «transitorio» y que solo refleja los efectos actuales de las interrupciones de la cadena de suministro durante la pandemia y los cambios en la demanda de los consumidores a medida que más actividades, como los viajes, vuelven a ser más seguros.
Aun así, se espera que la Reserva Federal anuncie probablemente la reducción de sus compras de activos en noviembre y comience el proceso un mes después, en un intento de hacer frente a las crecientes presiones inflacionistas.
El historiador económico Niall Ferguson advirtió que la inflación actual podría estar repitiendo la trayectoria de los últimos años de la década de 1960, que puso en marcha una alta inflación sostenida en la década siguiente.
En declaraciones a la CNBC el 3 de septiembre, Ferguson afirmó que los políticos a cargo se enfrentan a un nuevo reto en forma de aumento de inflación tras haber respondido a la pandemia del COVID-19 de forma similar a la crisis financiera mundial de 2008.
El economista puso en duda la declaración de la Reserva Federal sobre el repunte «transitorio» de la inflación y señaló que un «repunte de la inflación sería un problema».
«¿Cuánto tiempo es transitorio? ¿En qué momento cambia fundamentalmente las expectativas, especialmente si la Reserva Federal está diciendo a la gente: ‘hemos cambiado nuestro régimen de objetivos de inflación y no nos importa que la inflación se sitúe por encima del objetivo durante un tiempo?’», dijo Ferguson.
«Mi sensación es que no vamos rumbo a la década de los 70, sino que podríamos estar volviendo a los últimos años de los 60, cuando el famoso presidente de la Fed de entonces, McChesney Martin, perdió el control de las expectativas de inflación».
Con información de Reuters
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