Cerca de 1.4 millones de hogares de Sao Paulo, Brasil, se quedaron sin electricidad este sábado 13 de octubre, casi 24 horas después de que una breve pero poderosa tormenta arrasara la mayor metrópolis de Sudamérica. Al menos siete personas murieron.
Las autoridades del estado de Sao Paulo informaron que las ráfagas de viento registradas el viernes por la noche, de hasta 67 millas por hora, derribaron líneas de transmisión y arrancaron árboles, causando graves daños en algunos lugares. La tormenta también cerró varios aeropuertos e interrumpió el servicio de agua en varias zonas, según el gobierno del estado.
Una persona murió cuando un árbol cayó sobre un puesto al aire libre, según las autoridades. También murieron al menos otras seis personas en los alrededores del estado de Sao Paulo.
En un principio, las autoridades esperaban poder restablecer el suministro eléctrico en pocas horas. Pero varios barrios del área metropolitana, donde viven 21 millones de personas, aún permanecían a oscuras el sábado, y las autoridades instaron a los residentes a limitar el consumo de agua.
La mayoría de las interrupciones se produjeron en la zona de servicio de una sola empresa, Enel-Sao Paulo, una empresa de propiedad parcial de AES Corporation. En mayo, la empresa eléctrica, con sede en Virginia, anunció la venta de la participación del 47% en su unidad brasileña por 640 millones de dólares.
Los autoridades reguladoras ordenaron una inspección a la empresa, advirtiendo que si no resuelve los cortes de forma satisfactoria y rápida, procederían a finalizar la concesión privada.
Enel, por su parte, declaró que 17 líneas de transmisión de alta tensión se vieron afectadas por la tormenta. No ha indicado un plazo para el restablecimiento del servicio.
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